El Presidente ha sugerido a los Estados Miembros el siguiente tema para el septuagésimo sexto período de sesiones: "Crear resiliencia a través de la esperanza: para recuperarse de la COVID-19, reconstruir la sostenibilidad, responder a las necesidades del planeta, respetar los derechos de las personas y revitalizar las Naciones Unidas."

Imagen del 
			Salón de la Asamblea General durante la celebración de la elección del Presidente de la Asamblea General
Abdulla Shahid, en el Salón de la Asamblea General, tras el anuncio de los resultados de la votación a la elección a la presidencia del septuagésimo sexto período de sesiones. Foto ONU/Loey Felipe.

Elección del 76º Presidente de la Asamblea General

Abdulla Shahid, Ministro de Relaciones Exteriores de la República de Maldivas, fue elegido Presidente del septuagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General. La elección tuvo lugar en la Sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, el 7 de junio de 2021.

De conformidad con el sistema de rotación geográfica establecido, el Presidente del septuagésimo sexto período de sesiones fue elegido entre el Grupo de Estados de Asia y el Pacífico.

En su resolución A/RES/71/323 PDF document , titulada "Revitalización de la labor de la Asamblea General", la Asamblea decidió pedir a las personas candidatas a la presidencia de la Asamblea General que presentaran sus visiones estratégicas y celebraran diálogos interactivos oficiosos con los Estados Miembros, para contribuir así a la transparencia e inclusividad del proceso.

Comunicado de prensa Disponible en inglés / Noticias ONU / Diálogo interactivo oficioso Disponible en inglés / Presidencias anteriores / Vídeo (58 minutos) Disponible en inglés

Abdulla Shahid, Ministro de Relaciones Exteriores

Presidente del septuagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas

Retrato de Abdulla Shahid
© Ministerio de Relaciones Exteriores
de la República de Maldivas

Abdulla Shahid goza de gran reconocimiento por ser un político excepcional y un diplomático avezado, de larga y distinguida trayectoria tanto en el Gobierno como en la asamblea legislativa de Maldivas.

Desde que fue nombrado Ministro de Relaciones Exteriores por segunda vez, en 2018, el Sr. Shahid ha trabajado incansablemente para que Maldivas vuelva a ser un miembro responsable y respetado de la comunidad internacional. Con ese fin, ha renovado relaciones que habían estado tirantes y forjado otras nuevas, tanto en el ámbito bilateral como en el multilateral. También ha revitalizado los esfuerzos nacionales en la esfera multilateral y ha dirigido las gestiones del país para reincorporarse al Commonwealth tras un paréntesis de cuatro años.

Asimismo, gracias a la incansable labor de promoción que estuvo a cargo del Sr. Shahid, Maldivas resultó elegida para ser sede de los Juegos Insulares del Océano Índico en 2023. Estos Juegos serán la primera competencia polideportiva internacional que tenga lugar en el país.

El Sr. Shahid es un férreo defensor de la igualdad de género, y a él se le atribuye el mérito de haber conseguido por primera vez la paridad de género entre Jefas y Jefes de Misiones diplomáticas de Maldivas, así como en su servicio exterior.

En medio de la actual pandemia de enfermedad por coronavirus (COVID-19), el Sr. Shahid ha sido uno de los principales portavoces en el ámbito internacional que ha puesto de relieve los estragos causados por la crisis sanitaria mundial en la economía y la sociedad de los pequeños Estados insulares en desarrollo. No ha dejado de llamar la atención sobre las vulnerabilidades económicas inherentes de esos Estados ante las perturbaciones externas y la escasa capacidad que tienen para recuperarse de los desastres.

El Sr. Shahid comenzó su carrera profesional como funcionario del servicio exterior en 1983 y no tardó en ascender de categoría. En 1993 obtuvo el puesto de Director de Asuntos Internacionales y, con él, la responsabilidad de dirigir el Departamento Multilateral del Ministerio de Relaciones Exteriores.

De 1987 a 1994, asistió a todos los períodos de sesiones de la Asamblea General y trabajó incansablemente para que la cuestión de la seguridad de los pequeños Estados ocupara un primer plano en las Naciones Unidas. Fue negociador en la Cumbre para la Tierra, celebrada en Río de Janeiro en 1992, y participó activamente en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos, que tuvo lugar en Viena en 1993.

Como Jefe del Departamento de Organizaciones Internacionales del Ministerio, también representó a Maldivas en varias reuniones del Commonwealth, la Organización de Cooperación Islámica y el Movimiento de Países No Alineados, entre otras. Además, encabezó la delegación de Maldivas en la 20a Reunión de Jefes de Gobierno del Commonwealth, celebrada en Uganda, y en el sexto período de sesiones de la Conferencia Islámica en la Cumbre, que tuvo lugar en el Senegal.

En 1995 fue nombrado Secretario Ejecutivo (Jefe de Gabinete) del Presidente en el Gabinete de la Presidencia, puesto que ocupó durante más de diez años, desempeñándose con un alto grado de distinción y diligencia y demostrando una gran capacidad administrativa y de organización.

En 2005 fue nombrado Ministro de Estado para las Relaciones Exteriores y en 2007, Ministro de Relaciones Exteriores por primera vez. En su primer mandato como Ministro, abogó por que el problema del cambio climático se abordara desde la perspectiva de los derechos y presentó una propuesta a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en virtud de la resolución 7/23 del Consejo de Derechos Humanos, relativa a los derechos humanos y el cambio climático. En ese sentido, llamó la atención sobre los efectos directos e indirectos del cambio climático en el disfrute de una amplia gama de derechos humanos, lo que reavivó el discurso sobre el cambio climático y sacó a la luz las repercusiones pluridimensionales del problema. Asimismo, supo dirigir el Ministerio durante un período de cambios políticos radicales en Maldivas, mostrando hábilmente su voluntad de colaborar más con la comunidad internacional y los mecanismos internacionales de derechos humanos.

Por otra parte, tuvo una distinguida carrera parlamentaria que duró 25 años, durante los cuales participó en importantes reformas y avances legislativos, además de supervisarlos. Fue parlamentario durante cinco mandatos consecutivos, de 1994 a 2018.

Tras la adopción de la recién promulgada Constitución democrática, en 2008, y las primeras elecciones parlamentarias pluripartidistas, en 2009, se convirtió en el primer Presidente del Parlamento (Majlis del Pueblo) en la historia del país que fue elegido democráticamente, cuando estaba por comenzar su cuarto mandato como parlamentario. Como Presidente, dirigió con dinamismo la labor del Parlamento y consiguió crear consenso en un momento en que Maldivas atravesaba una tumultuosa transición democrática, en un entorno político extremadamente polarizado.

Durante su mandato como Presidente del Parlamento, presidió también la conferencia de la Asociación de Presidentes y Parlamentarios de la Asociación de Asia Meridional para la Cooperación Regional (SAARC), de 2013 a 2014, y formó parte del Comité Ejecutivo de la Asociación Parlamentaria del Commonwealth, de 2012 a 2015. También colaboró activamente con la Unión Interparlamentaria.

Siendo uno de los principales voceros del Partido Democrático de Maldivas, abogó firmemente por la reforma política y judicial y estuvo preso durante un tiempo por su implacable activismo. Como Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del partido, así como de la coalición de la Oposición Conjunta, fue clave a la hora de movilizar la acción internacional contra la injusticia, la corrupción y las violaciones de los derechos humanos en Maldivas.

El Sr. Shahid tiene una maestría en Relaciones Internacionales de la Facultad de Derecho y Diplomacia Fletcher de la Universidad Tufts y obtuvo su licenciatura en Ciencias Políticas y Gobierno en la Universidad de Canberra. Es un consumado poeta y tiene un gran interés por la astronomía. Practica deportes desde muy joven y le gusta el bádminton, el críquet y el fútbol. Nacido en Malé en mayo de 1962, está casado con Aishath Suiza, con quien tiene una hija y dos hijos.

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Una presidencia de esperanza: resultados en favor de las personas, del planeta y de la prosperidad

Retrato del presidente de la Asamblea General, el honorable Abdulla Shahid
© Ministerio de Relaciones Exteriores
de la República de Maldivas

Introducción

Este es un mundo que necesita unidad y solidaridad. Este es un mundo que se tambalea tras una pandemia que ha devastado vidas, destruido economías y despojado comunidades.

Este es un mundo plagado de inacción, desigualdad e injusticia; un mundo que ignora las súplicas de nuestro planeta y de los más vulnerables.

Este es un mundo que necesita unas Naciones Unidas más fuertes y eficaces, que congreguen lo mejor de la humanidad, reconstruyan las comunidades, rescaten el planeta, recuperen las economías y restauren la esperanza.

Maldivas siempre ha considerado a las Naciones Unidas la cúspide de la cooperación multilateral. Siempre hemos tenido la creencia de que todos los países pueden, y deben, contribuir a la cooperación mundial, sea cual fuere su tamaño. Siempre hemos trabajado para exigir que se preste una atención global a los retos globales. Siempre hemos trabajado para tender puentes entre las naciones, buscando el consenso y promoviendo el diálogo, especialmente en los debates sobre el cambio climático, los pequeños Estados insulares en desarrollo y las cuestiones relacionadas con los Estados pequeños.

Por eso el Gobierno de Maldivas aspira a tener la oportunidad de presidir la Asamblea General en su septuagésimo sexto período de sesiones, por primera vez. Me inspira y me impulsa esa creencia en el multilateralismo, y en las Naciones Unidas.

Soy consciente de los tiempos difíciles en los que nos acercamos al septuagésimo sexto período de sesiones. A lo largo del año pasado, hemos sido testigos de la capacidad de la humanidad de obrar bien. Nuestra fe en la humanidad se ha renovado. Creo sinceramente que lo mejor que el mundo puede ofrecer lo vemos en tiempos de crisis. También creo que este es un momento decisivo para esta Organización, y para toda la comunidad internacional: una oportunidad que debemos aprovechar.

Por eso mi presidencia será una presidencia de esperanza. Una presidencia que procurará obtener resultados en pro de las personas, del planeta y de la prosperidad. Aunque las Naciones Unidas tienen un programa de trabajo robusto y amplio, prestaré especial atención a los siguientes temas prioritarios o, como yo los llamo, “cinco rayos de esperanza”.

1. Recuperación de la enfermedad por coronavirus (COVID-19)

La respuesta internacional a la COVID-19 será el centro de un debate crucial para el 76º período de sesiones de la Asamblea General y mucho más allá. En primer lugar, en lo relativo a seguir dando una respuesta sanitaria coordinada para controlar la transmisión y poner fin a la pandemia, especialmente tras la aparición de nuevas cepas. En segundo lugar, en lo relativo a garantizar un acceso equitativo a las vacunas. En tercer lugar, en lo relativo a ayudar a los países a superar los efectos socioeconómicos de la pandemia y la devastación económica causada por ella.

La COVID-19 ha devastado los sistemas de salud y ha expuesto y exacerbado vulnerabilidades y desigualdades dentro de los países y entre ellos. También ha puesto en primer plano las cuestiones de conectividad, tanto digital como física, y ha arrojado incertidumbre sobre la sostenibilidad y seguridad de las redes alimentarias, el comercio, los sistemas sanitarios, educativos y climáticos, los viajes y el turismo.

2. Reconstrucción sostenible

Si bien la pandemia ha amenazado con invertir décadas de avances en materia de desarrollo y ha entorpecido la década de acción para los Objetivos de Desarrollo Sostenible, también nos ha dado una oportunidad única para poner a cero el reloj: reconstruir para mejorar, con resultados más sólidos, más verdes y más azules.

Lo ideal sería que el mundo posterior a la COVID-19 fuera más sostenible, y adoptara la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible como marco de referencia. Es un mundo en el que los medios de implementación, como la financiación, el comercio, la tecnología y la sostenibilidad de la deuda, se hacen realidad tal y como se indica en la Agenda de Acción de Addis Abeba de la Tercera Conferencia Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo y en otros resultados de los debates sobre la financiación del desarrollo sostenible. Es un mundo en paz, en el que se mantiene a raya el terrorismo, el extremismo violento, la radicalización, la proliferación de la delincuencia y las armas y el tráfico de personas y drogas. Para hacer realidad ese mundo, la comunidad internacional debe colaborar en pos de la erradicación de la pobreza y garantizar que ningún país sea dejado atrás, realizando intervenciones específicas, especialmente para los países en situaciones especiales. La próxima Quinta Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados, que se celebrará en Doha en enero de 2022, será una importante oportunidad a ese respecto.

3. Respuesta a las necesidades del planeta

El cambio climático es el mayor reto de nuestro tiempo: un punto de inflexión y un multiplicador de amenazas que lo abarca todo. El océano sigue viéndose afectado por procesos de consumo y producción nocivos, entre ellos la cuestión cada vez más problemática de la contaminación por plásticos marinos. La pérdida de biodiversidad, la desertificación, la gestión sostenible de la pesca y el acceso a la energía sostenible son algunos de los problemas clave de nuestra generación, que requieren respuestas globales.

La Asamblea General puede impulsar los esfuerzos hacia una mayor acción climática, especialmente en la preparación y el seguimiento de la 26a Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. También puede generarse un impulso renovado a través de eventos como el diálogo de alto nivel sobre la energía, que se celebrará en septiembre de 2021; la 15ª Conferencia de las Partes en el Convenio sobre la Diversidad Biológica, que se celebrará en octubre de 2021; el 15º período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, que se celebrará en 2021; y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, que se celebrará en 2022.

4. Respetar los derechos de todas las personas

La humanidad debe estar en el núcleo de todos nuestros esfuerzos. Guiada por la Declaración Universal de Derechos Humanos y otros tratados e instrumentos internacionales de derechos humanos, la Asamblea General debe afrontar las desigualdades e injusticias. Debe elevar la conciencia colectiva de la comunidad internacional para contrarrestar la creciente ola de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia, así como todas las demás formas de discriminación.

La violencia contra las mujeres y las niñas, la discriminación y la desigualdad persisten, y han empeorado durante la pandemia. Como defensor de la igualdad de género de toda la vida, me centraré en el empoderamiento de las mujeres, en el espíritu de la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing, basándome en buenas iniciativas como el actual Grupo Asesor de la Presidencia sobre Género. Creo firmemente que la juventud debe tener voz y voto en las decisiones que marcarán su destino, y trabajaré para garantizar que esté representada y que su voz sea escuchada.

5. Revitalización de las Naciones Unidas

Es necesario que las Naciones Unidas sean más fuertes para construir un mundo resiliente. Los esfuerzos para que las Naciones Unidas sean eficientes, eficaces y responsables deben continuar, junto con los esfuerzos para reformar el Consejo de Seguridad, revitalizar la Asamblea General y fortalecer el Consejo Económico y Social.

Continuarán las consultas periódicas con los Estados Miembros, tanto oficiales como oficiosas, así como la interacción regular con las Presidencias del Consejo de Seguridad y del Consejo Económico y Social y el Secretario General.

Unas Naciones Unidas más fuertes son también accesibles y relevantes. Las tres primeras palabras de la Carta de las Naciones Unidas son: “Nosotros los pueblos”. Tenemos que acercar las Naciones Unidas a los pueblos del mundo, reconociendo al mismo tiempo la diversidad cultural. Tengo la intención de facilitar esas interacciones.

No voy a sobrecargar el ya importante programa de la Asamblea General. Me centraré en obtener resultados a través de una implementación eficaz.

Principios rectores

Adoptaré los principios de inclusividad, equidad, representación y transparencia en el cumplimiento de mis prioridades. Trabajaré con diligencia para tener en cuenta las opiniones e intereses de todos los Estados Miembros y servir a los intereses de todos ellos.

Trabajaré para crear confianza y cohesión en los Estados Miembros, la Secretaría, los grupos principales de las Naciones Unidas y las organizaciones internacionales. Trataré con la sociedad civil, las empresas, las organizaciones filantrópicas, el mundo académico, la comunidad científica y otros asociados las cuestiones clave que se debaten en la Asamblea General. Ello permitirá a las Naciones Unidas ser más receptivas y eficaces.

Con un verdadero espíritu de representación, mi equipo será equilibrado en cuanto al género, multinacional y geográficamente diverso, e incluirá miembros tanto de países desarrollados como de países en desarrollo. Mi equipo será elegido por sus méritos y mantendrá los más altos niveles de profesionalidad.

Me guiaré por el Reglamento de la Asamblea General. Acataré plenamente el código de ética de la Presidencia de la Asamblea General. Mi equipo y yo daremos prioridad a la creación de consenso por encima de todo, utilizando, cuando sea necesario y en la medida de lo posible, el poder blando de la diplomacia y la autoridad moral de la Oficina de la Presidencia de la Asamblea General.

Compromiso

Maldivas es uno de los países más pequeños del mundo. Sin embargo, a pesar de su tamaño y de estar continuamente expuesto a los retos del desarrollo, a los efectos del cambio climático y a las catástrofes naturales, es un país que persevera, se atreve a soñar y se atreve a abrigar esperanza.

Como maldivo, tengo por ética la perseverancia, la esperanza y el trabajo por un mañana mejor. La esperanza nos permite levantarnos, recuperar el equilibrio y seguir trabajando en la reconstrucción de este mundo. La esperanza es lo que puede unirnos.

Una presidencia de esperanza, que siga trabajando para conseguir resultados en pro de las personas, del planeta y de la prosperidad: ese es mi compromiso. Espero que se unan a mí en este empeño.

 Volver al principio.

Discurso de aceptación

En mi comparecencia hoy aquí como Presidente de la Asamblea General, me enorgullece hablar en nombre de todos los maldivos en nuestro propio idioma materno, el maldivo, y recordar a los grandes héroes de nuestra nación que sacrificaron la vida por la independencia y la soberanía del país y asegurar que la bandera roja, verde y blanca de Maldivas siga ondeando con orgullo; homenajear el valor de los numerosos héroes que siguen trabajando para llevar el desarrollo, el progreso y la democracia a Maldivas, y hallar inspiración en las inquebrantables aspiraciones del pueblo maldivo por lograr un futuro mejor y más brillante.

Doy gracias a Alá todopoderoso por haber concedido este honor a Maldivas. Obtener la confianza de todos en esta votación ha demostrado que el mundo entero acepta hoy a Maldivas, apoya al Gobierno del Presidente Ibrahim Mohamed Solih y respalda su política exterior. En nombre de todos los maldivos, expreso nuestra más sincera gratitud a la comunidad internacional por este gran honor y la extraordinaria confianza que ha depositado en Maldivas. Les agradezco a todos su apoyo

Me siento sumamente honrado por la confianza depositada en mí y por el honor concedido a mi país, Maldivas.

Al comparecer hoy aquí, recuerdo mis días de joven funcionario del servicio exterior. Claro que entonces lucía una abundante cabellera. Recuerdo haber recorrido estos pasillos y entrado en este Salón, inspirado por su historia, fascinado por el poder del multilateralismo y convencido de que era el camino que se ha de seguir.

Éramos y seguimos siendo una delegación pequeña, con pocos diplomáticos y aún menos recursos, pero nuestro espíritu siempre ha sido fuerte y nuestra convicción firme. Siempre hemos mantenido una posición moral alta. Siempre nos hemos esforzado por lograr un mañana mejor, con la esperanza de construir un futuro mejor. Ese espíritu implacable y esa esperanza inquebrantable constituyen la idiosincrasia y la esencia de Maldivas, que es precisamente lo que quiero aportar con la presidencia de la esperanza.

Nos acercamos al septuagésimo sexto período de sesiones en tiempos difíciles. La enfermedad, la desesperación y la devastación caracterizaron el año pasado. La desigualdad, la injusticia y la inestabilidad han aumentado. El medio ambiente, el océano y nuestro planeta sufren. Tenemos que volver a ponernos en marcha, reconstruir las comunidades, rescatar el planeta, recuperar las economías y, sobre todo, devolver la esperanza. Tenemos que pasar a una normalidad diferente. Mis cinco rayos de esperanza —mis cinco prioridades— van en esa dirección.

La prioridad inmediata es la recuperación de la pandemia de enfermedad por coronavirus. A partir de las iniciativas y enfoques existentes, trataré de proteger la salud de nuestra población y nuestras economías y trabajaré para garantizar la equidad de las vacunas. Tenemos que vacunar a todo el mundo. Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo.

Necesitamos reconstruir sociedades sostenibles. Nuestro decenio de acción tendrá que ser también un decenio de recuperación, centrado en reconstruir mejor, más fuerte, más verde y más azul. Se necesitarán medidas específicas para garantizar que nadie, ningún país, se quede atrás.

Creo que el septuagésimo sexto período de sesiones de la Asamblea General puede ser un extraordinario período de sesiones para la naturaleza, ya que se celebrarán múltiples conferencias y reuniones sobre el medio ambiente, como el 26º período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos, la 15ª reunión de la Conferencia de las Partes en el Convenio de las Naciones Unidas sobre la Diversidad Biológica, el 15º período de sesiones de la Conferencia de las Partes en la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, el Diálogo sobre la Energía y las conferencias sobre transporte sostenible y sistemas alimentarios. Se está generando una dinámica en respuesta a las necesidades de nuestro planeta.

Satisfacer las necesidades de nuestra población es igualmente importante. Garantizar el respeto de los derechos de todos, y movilizar la voluntad colectiva y la conciencia de la humanidad es un proceso que requiere un trabajo constante.

« Necesitamos reconstruir sociedades sostenibles. Nuestro decenio de acción tendrá que ser también decenio de recuperación, centrado en reconstruir mejor, más fuerte, más verde y más azul.»

Me aseguraré de que se escuchen más voces y voces jóvenes en la Asamblea General. Lucharé contra la discriminación por razón de género y defenderé la igualdad de género. Aquí y ahora, reitero la promesa que hice en el diálogo interactivo, es decir, en mi calidad de Presidente de la Asamblea General no participaré en ningún panel que no tenga una representación equilibrada en términos de género.

Las circunstancias actuales requerirán, sin duda, que las Naciones Unidas sean más fuertes y que se consolide la eficiencia, la eficacia y la rendición de cuentas, así como la coordinación, la coherencia y la cooperación dentro del sistema de las Naciones Unidas y entre sus órganos. Por lo tanto, tendremos que seguir impulsando la revitalización de las Naciones Unidas, aprovechar nuestros logros y explorar nuevas vías.

He prometido respetar fielmente el Reglamento y el código de ética y guiarme por la Carta de las Naciones Unidas.

He prometido ser transparente, inclusivo y representativo. En las últimas semanas, he mantenido contactos con los 193 Estados Miembros, he dado a conocer mis objetivos, he escuchado sus opiniones y espero haber respondido a sus inquietudes.

He prometido colaborar con la sociedad civil yotras partes interesadas. Creo sinceramente que enriquecen nuestros debates en las Naciones Unidas y añaden valor a nuestras discusiones.

He prometido acercar las Naciones Unidas a los pueblos, esos pueblos cuyos intereses promovemos, en cuyo nombre trabajamos y hablamos, y cuya genuina encarnación se plasma en las tres primeras palabras de la Carta: “Nosotros los pueblos”.

He prometido que el equipo de mi Oficina será equilibrado en materia de género y será multinacional en términos de diversidad geográfica, es decir, incluirá a personas de países desarrollados y de países en desarrollo, así como de distintos grupos de países.

He prometido ser independiente e imparcial.

Aseguro a la Asamblea que soy un hombre de palabra. Mantendré mis promesas. La comunidad internacional puede contar con ello. Tengo la intención de ponerme a trabajar de inmediato. A partir de mañana, ultimaré la formación de mi equipo y la confección de mi programa de trabajo y de las iniciativas con el fin de poder ponernos en marcha en septiembre.

Hoy es un día especial para Maldivas. Con el apoyo de la Asamblea, hoy me convierto en el primer Presidente elegido de Maldivas en los 75 años de historia de la Organización. Desde que Maldivas se integró como miembro de las Naciones Unidas hace 55 años, soy el sexto Presidente procedente de un pequeño Estado insular en desarrollo. Es un paso que creo que nos acerca a la verdadera representación.

Doy las gracias al Presidente y al Secretario General por su acertado liderazgo en las Naciones Unidas. Espero con interés colaborar con ellos y sus equipos en los próximos tres meses para preparar el septuagésimo exto período de sesiones.

También agradezco a mi colega, el Sr. Zalmai Rassoul, su digna conducta a lo largo de esta campaña. Le deseo lo mejor en su servicio a la nación. Como países islámicos, vecinos, amigos y asociados, siempre estaremos con el Afganistán.

Aprovecho esta oportunidad para expresar mi más sincero agradecimiento al Presidente Ibrahim Mohamed Solih por haberme propuesto para que represente a Maldivas en estas elecciones y por haber depositado su confianza en mí.

Esta victoria de hoy es un verdadero honor para todos los maldivos y para nuestra nación. Por lo tanto, recibo este nombramiento con orgullo en nombre de los ciudadanos de nuestro país que se sienten honrados.

En todo el mundo, mis colaboradores —el Equipo Khaarijee— siguen trabajando día y noche, sin descanso, con convicción y pasión para cumplir con nuestro pueblo y hacer que los maldivos se sientan orgullosos. Doy las gracias a nuestros embajadores y equipos en todo el mundo, a nuestro equipo en el Ministerio de Malé y a nuestro equipo de la Misión Permanente aquí en Nueva York, encabezado por la muy capaz y extraordinaria Embajadora Thilmeeza Hussain. Todos ellos son motivo de orgullo para Maldivas.

Quisiera expresar mi gratitud en particular al Ministro de Estado Ahmed Khaleel. Cuando éramos jóvenes funcionarios, el Ministro de Estado Khaleel y yo soñábamos con que Maldivas presidiera algún día la Asamblea General. Estar hoy aquí juntos y compartir este momento supone una enorme alegría.

A título personal, no puedo dejar de mencionar a dos personas que han guiado y marcado mi carrera, así como la de muchos funcionarios del servicio exterior y, en general, el servicio exterior tal como lo conocemos hoy en día en Maldivas: el Ministro de Relaciones Exteriores que más tiempo ocupó su cargo en Asia Meridional, el difunto Fathulla Jameel, y el ex Ministro del Gabinete y Secretario de Asuntos Exteriores Ibrahim Hussein Zaki. Quiero rendirles homenaje por su inestimable servicio y agradecerles su tutela.

También quisiera dar las gracias a mi familia y a mis amigos de Maldivas y de todo el mundo por su constante apoyo durante esta etapa y en cualquier otro capítulo de mi vida.

Empezamos este viaje hace muchos meses con una creencia imperecedera en el multilateralismo, con un ardiente deseo de servir a la comunidad internacional, con compromiso, convicción y valor, y con el sueño de una presidencia centrada en las personas, el planeta y la prosperidad. Hoy, estamos aquí. Hoy, con el apoyo de la comunidad internacional, traemos juntos la presidencia de la esperanza. Hoy, estimados amigos, es el principio.

Fuente: A/75/PV.72

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