Queridos amigos de todo el mundo:
Deseo transmitir a todos mis mejores deseos con motivo de este Día de las Naciones Unidas; y vaya mi saludo especial en este año a los pueblos de nuestros dos Estados Miembros más recientes: Suiza y Timor-Leste.
Está más claro que nunca que las Naciones Unidas representan a toda la familia humana.
Y nunca la familia humana ha necesitado a las Naciones Unidas más que hoy.
Hoy es muy poco lo que puede controlar una nación valiéndose únicamente de sus propios recursos.
Y es mucho lo que los pueblos del mundo pueden lograr si todos unimos nuestros esfuerzos.
Celebremos pues nuestras Naciones Unidas.
Y hagamos que para todos los seres humanos sea importante su éxito.
¿Cómo lograrlo? Procurando hacer honor a las promesas que nuestros dirigentes, los líderes de todas las Naciones Unidas, hicieron hace dos años en la Cumbre del Milenio.
Esas promesas se basaban en necesidades humanas fundamentales: reducir la pobreza, detener la propagación del SIDA o asegurar el acceso al agua potable. También se había fijado una fecha para su cumplimiento: el año 2015. Les hemos dado el nombre de Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Lamentablemente, los plazos no se están cumpliendo. Si en los próximos 12 años no obtenemos mejores resultados que en los últimos 10, no alcanzaremos la mayoría de esos Objetivos.
Se necesita un mayor esfuerzo por parte de todos los países.
Y esto sólo se producirá si ustedes, los pueblos de cada uno de los países, insisten en que se haga lo que es necesario hacer.
Las Naciones Unidas son de ustedes. Les pido que las utilicen al máximo. |
