Mensaje del Presidente de la Asamblea General,
Su Excelencia, Jan Eliasson, en ocasión del Día
Internacional del Personal de Paz
de las Naciones Unidas

29 de mayo de 2006

Hace cuatro años, la Asamblea General designó por primera vez el 29 de mayo como el Día Internacional del Personal de Paz de las Naciones Unidas. En este día, rendimos homenaje al profesionalismo, la dedicación y el valor de todos los hombres y mujeres que prestan servicios en las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, y honramos la memoria de quienes perdieron la vida en aras de la paz.

La labor de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas tiene una historia digna de orgullo que se remonta a más de 50 años. En este período, se han salvado innumerables vidas gracias al coraje de nuestro personal militar y civil. Invariablemente, la presencia de los cascos azules ha aliviado tensiones, impulsado el avance y enviado una señal importante a las poblaciones afectadas de que las Naciones Unidas apoyan sus esfuerzos para restablecer la paz en sus países.

Por todas las vidas de civiles salvadas gracias a la presencia del personal de paz, hubo otras que se perdieron: las del personal de las Naciones Unidas que se sacrificaron por una causa noble. Mientras lloramos la pérdida de nuestros colegas caídos, nos emociona su compromiso a toda prueba y nos inspira a esforzarnos aun más por la causa colectiva que tan elocuentemente se presenta en la Carta de las Naciones Unidas: un mundo libre del flagelo de la guerra.

Más de la mitad de los miembros de la Asamblea General ponen a disposición contingentes y policía para las operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. Algunos representantes de estos países se sumarán a otros actores en la Comisión de Consolidación de la Paz recientemente establecida. La creación de este órgano es un logro histórico que contribuirá a que los países en situaciones de precariedad después de los conflictos transiten el camino hacia la recuperación y el desarrollo sostenible.

Juntos, estamos dando sentido al ideal de seguridad colectiva que soñaron los fundadores de las Naciones Unidas.