Decenio de las Naciones Unidas para la Alfabetización: la educación para todos
2003-2012
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LA ALFABETIZACIÓN ES LIBERTAD
¿En qué consiste el Decenio de las Naciones Unidas para la Alfabetización?
El Decenio de las Naciones Unidas para la Alfabetización (2003-2012), tiene como objetivo
extender la alfabetización a todas aquellas personas que normalmente no tienen acceso a ella. Éste
es el caso de más de 861 millones de adultos y de más de 113 millones de niños que no están
escolarizados y no tienen por lo tanto acceso a la alfabetización. El Decenio se centrará en las
necesidades de los adultos con el objetivo de que las personas en cualquier lugar del mundo
puedan hacer uso de la alfabetización para comunicarse en el seno de su comunidad, en el de
la sociedad y más allá. Hasta ahora los programas de alfabetización no han conseguido llegar
a los grupos de población más pobres y marginados, por lo que el Decenio tratará principalmente
los problemas de tales poblaciones bajo el lema Alfabetización para todos: una voz para todos,
un aprendizaje para todos.
Como resultado del Decenio se crearán entornos alfabetizados localmente sostenibles. Tales entornos
darán a la gente la oportunidad de expresar sus ideas y opiniones, lograr un aprendizaje eficaz,
participar en la comunicación escrita que caracteriza a las sociedades democráticas e intercambiar
conocimientos con otras personas. Esto incluirá un uso cada vez más frecuente de los medios de
comunicación electrónicos y de las tecnologías de la información, como forma de autoexpresión y
como medio de consulta y evaluación del vasto caudal de conocimientos disponible en la
actualidad.
La alfabetización es un concepto plural que engloba diversas capacidades determinadas por el
contexto en el que se utilizan. El Decenio trabajará con el fin de promover tales
capacidades teniendo en cuenta la amplia gama de usos, contextos, lenguajes y formas
de aprendizaje identificadas por las comunidades de alumnos.
¿Por qué se ha decidido celebrar el Decenio?
Hay tres razones que justifican el Decenio:
Una de cada cinco personas mayores de 15 años no puede comunicarse a través
de la lectura y la escritura ni participar en el entorno alfabetizado que
le rodea. El Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo
correspondiente a 2002 daba a conocer la magnitud del desafío, dado que
existen más de 861 millones de personas que no tienen acceso a la
alfabetización. Dos terceras partes de estas personas son mujeres, por
lo que el analfabetismo viene a agravar la situación de privaciones y
de subordinación a la que éstas ya están sometidas. En un mundo
interconectado en el que la alfabetización es fundamental para la
comunicación, tal exclusión es inaceptable.
La alfabetización es un derecho humano. La educación
básica, dentro de la que la alfabetización es la principal
herramienta de aprendizaje, fue reconocida como un derecho
humano hace más de 50 años en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos. Es un escándalo que se siga denegando tal
derecho a una proporción tan grande de la humanidad.
Las campañas de alfabetización realizadas hasta el momento no
han sido suficientes ni en el plano nacional ni en el
internacional. El Decenio constituye una oportunidad para hacer un
esfuerzo colectivo sostenido que vaya más allá de las campañas y
los programas efímeros.
El Decenio para la Alfabetización es una iniciativa de la Asamblea General
de las Naciones Unidas que fue adoptada unánimemente en una resolución de diciembre
de 2001. Por ello expresa muy bien la voluntad colectiva de la comunidad
internacional, tanto de quienes han de encarar el gran desafío de la
alfabetización como de quienes están en condiciones de ayudarles a hacerle
frente. Las naciones del mundo reconocen que la promoción de la alfabetización
es de interés para todos, pues contribuye a la consecución de la paz, el respeto
y el intercambio en un mundo cada vez más globalizado.
El Decenio para la Alfabetización se inscribe dentro
del marco de una labor internacional más amplia en aras de la educación
y el desarrollo. El objetivo de Educación para Todos, consistente en
aumentar las tasas de alfabetización en un 50% para el año 2015, constituye
el objetivo general del Decenio, y los Objetivos de Desarrollo del Milenio sitúan el
Decenio en el contexto de la reducción de la pobreza. La promoción
de la alfabetización está en el centro mismo de Educación para Todos y de
los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
¿Cómo conseguirá marcar la diferencia?
El Plan de Acción Internacional del Decenio
para la Alfabetización propone seis ámbitos de acción para
conseguir la alfabetización para todos:
Cambio de políticas: las políticas deben establecer
un marco para la participación local en la alfabetización
que incluya enfoques multilingües y libertad de
expresión. En el contexto de las políticas nacionales es
preciso combinar la promoción de la alfabetización con estrategias
de reducción de la pobreza y con programas destinados a la
agricultura, la salud, la prevención del VIH/SIDA, la resolución de
conflictos y otras cuestiones sociales.
Programas flexibles: para conseguir que los alumnos desarrollen
aptitudes diversas y significativas es necesario adoptar modelos
flexibles de aprendizaje y enseñanza que empleen las lenguas y los
materiales pedagógicos apropiados, se centren en objetivos
relevantes y generen, en el plano local, materiales interesantes
sobre la cultura que incorporen una perspectiva de género. Los
alfabetizadores estarán bien preparados y respetarán las necesidades
de los alumnos. Los programas deberán estar concebidos de forma que
permitan a los alumnos continuar su formación dentro de un marco de
aprendizaje académico.
Creación de capacidad: además de aumentar y mejorar la preparación
de los alfabetizadores, las actividades de creación de capacidad se
centrarán en áreas que requieren un refuerzo en determinados países. Entre
ellas se podrían incluir la planificación y la gestión de los programas, las
actividades de investigación y documentación, la producción de materiales y
la formulación de los programas de estudio.
Investigación: Las nuevas políticas relativas a la alfabetización
serán más eficaces cuando se basen en los resultados obtenidos a partir de
investigaciones empíricas. De esta forma, se podrá dar respuesta a las
preguntas sobre el impacto de la alfabetización a largo plazo, las formas
de mejorar la participación de las comunidades locales y el grado de
compromiso de la sociedad civil con la alfabetización. Los resultados de
esta investigación estarán a disposición del público gracias a una serie de
estudios, documentos y bases de datos.
Participación de la comunidad: la asunción por parte de las comunidades
de los objetivos y los métodos de la alfabetización permitirá que ésta se lleve
a cabo de forma más eficaz. Para ello son necesarias la buena comunicación de
los gobiernos con las comunidades y la existencia de redes intracomunitarias,
centros de aprendizaje comunitarios y otras formas de asegurar que la
alfabetización resulte útil para las personas en su vida cotidiana y satisfaga
sus aspiraciones.
Supervisión y evaluación: es necesario desarrollar mejores indicadores de
alfabetización para mostrar los logros alcanzados durante el Decenio, tanto
en lo relativo a las tasas de alfabetización como en lo referente al impacto
de la misma. La UNESCO trabajará con sus institutos y sus socios para encontrar
mejores formas de medir la alfabetización tanto en el plano local como en
el mundial.
¿Quién participará?
Una característica fundamental del Decenio será la importancia del papel que
desempeñarán los alumnos en el diseño de las estrategias de alfabetización para
su situación concreta. Los programas de alfabetización estandarizados y uniformes
nunca han sido eficaces ni han llevado a la consecución de entornos alfabetizados
sostenibles. Otras partes asociadas deberían participar en la promoción de la
alfabetización en el entendimiento de que es preciso respetar a los alumnos y a
sus comunidades y negociar conjuntamente las estrategias, los métodos y los
enfoques que se emplearán. Las organizaciones comunitarias, las organizaciones
no gubernamentales y la sociedad civil proporcionarán cauces para la acción
colectiva. Los gobiernos tendrán la responsabilidad de colaborar estrechamente
con ellos y de proporcionarles recursos: suministro de material de capacitación,
apoyo financiero, reconocimiento y validación institucional.
La Asamblea General de las Naciones Unidas pidió a la UNESCO que asumiera la
labor de coordinación en el plano internacional y reuniese a las partes asociadas
para que participasen conjuntamente en la adopción de medidas y en el debate
sobre políticas. En el Decenio participa el sistema de las Naciones Unidas en su
conjunto, cada una de sus partes integrantes promueve los componentes de la
alfabetización relativos a su ámbito de especialización. Las redes internacionales
de la sociedad civil tienen la responsabilidad de sensibilizar a sus propios
miembros y de aumentar la toma de conciencia de los gobiernos y de la opinión
pública acerca de la alfabetización.