5 de abril de 2020

El 6 de abril, las Naciones Unidas celebran el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz. Esta celebración anual, proclamada en el sexagésimo séptimo período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas el 23 de agosto de 2013 (resolución 67/296), destaca el poder del deporte a la hora de impulsar el cambio social y el desarrollo comunitario y humano, así como de fomentar la paz y el entendimiento tanto en países desarrollados como en desarrollo.

El deporte lleva en la agenda de las Naciones Unidas desde 1993, cuando la Asamblea General adoptó sus primeras resoluciones tituladas "Año Internacional del Deporte y el Ideal Olímpico" (resolución 48/10) y "Observancia de la tregua olímpica" (resolución 48/11). Cada dos años, la Asamblea adopta una resolución en torno al "deporte como facilitador del desarrollo sostenible" y otra sobre la "construcción de un mundo pacífico y mejor mediante el deporte y el ideal olímpico", antes de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.

La contribución del deporte también se reconoció mediante la Declaración sobre la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada por la Asamblea General en la resolución 70/1 del 25 de septiembre de 2015, que hace hincapié en que el "deporte es un importante facilitador del desarrollo sostenible". La Declaración también reconoce "que el deporte contribuye cada vez más a hacer realidad el desarrollo y la paz promoviendo la tolerancia y el respeto, y que respalda también el empoderamiento de las mujeres y los jóvenes, las personas y las comunidades, así como los objetivos en materia de salud, educación e inclusión social".

Por desgracia, la celebración de este año viene acompañada de las devastadoras secuelas de la pandemia de COVID-19, que está ejerciendo una grave presión sobre los sistemas sanitarios públicos, los servicios sanitarios y la economía global. El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha afirmado que nuestro mundo se enfrenta a una amenaza sin procedentes, y las Naciones Unidas afrontan los mayores desafíos de nuestra historia. El panorama deportivo global también ha sufrido de manera considerable, con consecuencias como partidos celebrados a puerta cerrada, cancelación de eventos y los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 pospuestos a 2021. La pandemia ha golpeado de lleno el mundo deportivo con la exigencia de mantener la distancia social, pues hasta ahora es la mejor forma de protegernos a nosotros mismos y a los demás.

Ahora más que nunca, tenemos que celebrar el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz y el poder del deporte para cambiar el mundo, tal como nos recordó Nelson Mandela. Si el deporte nos enseña algo, es que el trabajo en equipo es esencial y que juntos somos más fuertes. Del mismo modo, superaremos la COVID-19 si nosotros y el resto del mundo trabajamos codo con codo. Así pues, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible es el camino hacia un futuro sostenible para todos, donde no se deja a nadie atrás, con sociedades pacíficas e inclusivas y un planeta saludable. Solo podremos lograrlo trabajando juntos.

Los deportes desempeñan un papel de defensa importante a la hora de combatir la propagación de enfermedades y destacar la importancia de la solidaridad internacional. En tiempos de crisis, el miedo y la ansiedad nos pueden consumir. Solos parece que podemos hacer muy poco, pero trabajando juntos podemos lograr mucho. Incluso aunque los eventos deportivos se hayan detenido por el momento, los atletas, las ligas deportivas principales y menores y las organizaciones de deportes comunitarias están mandando mensajes de positividad, con el fin de conectarnos los unos con los otros. El deporte está uniendo a las personas y las comunidades y ayudando a encontrar un punto común, independientemente de etnias, religiones o afiliaciones políticas.

En el contexto de la pandemia mundial, resulta importante anotar que la Organización Mundial de la Salud pide que hagamos 30 minutos diarios de actividad física para mantenernos sanos, estimular el sistema inmune y combatir el estrés y la depresión.

Además, no debemos olvidar que el deporte es un instrumento versátil para prevenir el conflicto y construir la paz, pues construye puentes entre divisiones sociales, económicas y culturales y crea un sentido de identidad compartida y compañerismo entre grupos que evita la inclinación a vernos con desconfianza y hostilidad. El lenguaje universal del deporte ayuda a luchar contra la radicalización y prevenir el extremismo violento que es propicio al terrorismo. También es una herramienta muy potente para el diálogo y la reconciliación.

Debemos continuar con todo el progreso que hemos logrado en los últimos años. Mediante la concienciación del papel que desempeña el deporte en la salud, el desarrollo sostenible y la paz, este Día Internacional puede ayudar a fomentar la tan necesaria solidaridad global. El deporte está equipado como nadie para unirnos. Tiene el potencial ilimitado de sanar el mundo en que vivimos ahora y el mundo que estamos construyendo para el futuro. Más que nunca, el poder del deporte puede contribuir a la labor mundial de convertir los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en una realidad.

Qatar, anfitrión de la Copa Mundial de la FIFA en 2022, está comprometido con ofrecer un torneo sostenible y exhibir soluciones innovadoras. Se están desarrollando iniciativas para abordar el cambio climático, cuestiones relacionadas con el bienestar y los derechos de los trabajadores y prácticas comerciales. Qatar ha destacado frecuentemente su intención de que la Copa Mundial beneficie a toda la región de Oriente Medio y Norte de África y, específicamente, que sirva de apoyo a los jóvenes mediante el acceso a la educación y la investigación, así como a oportunidades sociales, culturales, tecnológicas y económicas. Se ha lanzado un cierto número de iniciativas para desbloquear este potencial. Por ejemplo, Generation Amazing hace uso del poder del fútbol para impulsar el cambio social, derribar barreras, mejorar el acceso al deporte y aumentar la integración comunitaria en línea con los ODS. Desde la costa atlántica de Brasil hasta las tierras altas de Nepal, Generation Amazing, en colaboración con socios de las Naciones Unidas y la sociedad civil, está construyendo instalaciones deportivas y llevando a cabo programas que se centran en el desarrollo de habilidades de liderazgo y compromiso social, así como en el fomento de las habilidades básicas entre miles de niñas y niños de comunidades desfavorecidas.

También vemos la Copa Mundial como una plataforma de apoyo para la talentosa y creciente comunidad emprendedora e innovadora de la región. Expertos mundiales están ofreciendo mentorías financieras y técnicas a jóvenes emprendedores para que desarrollen ideas creativas y rentables, como innovaciones que lograrán resultados más sostenibles en las etapas de diseño, construcción y ejecución de la realización de infraestructuras para la Copa Mundial. Y más importante aún: a través de la educación y la investigación, los organizadores están impulsado sectores que contribuirán a que las economías de la región se diversifiquen más y progresen. Se están introduciendo disciplinas pioneras, como la psicología del comportamiento, a través de la investigación para mejorar procesos y resultados de políticas.

Mónaco tiene el orgullo de ser el único país que cuenta con un Jefe de Estado olímpico. El deporte se sitúa en el centro de la identidad y la forma de vida de Mónaco, lo que se refleja en todos los eventos deportivos anuales de primer nivel que alberga, como el Masters de Montecarlo, el Gran Premio de Fórmula 1 y el Track and Field Herculis IAAF Meeting, así como otras muchas competiciones de fútbol, baloncesto o vela, entre otros, y en los cientos de asociaciones deportivas que garantizan el acceso de todo el mundo a la actividad física. La educación física y las clases de natación forman parte integral del currículo desde la escuela primaria hasta el instituto.

El deporte es un importante nivelador, pues se aplican las mismas reglas a todo el mundo, y abandera ideales y valores, como la excelencia, la amistad y el respeto olímpicos. Con espíritu olímpico, todos los deportistas y cualquiera que pertenezca a la familia olímpica es un símbolo de unidad, y comparte los mismos sueños, aspiraciones y ética.

Felicitamos al Comité Olímpico Internacional, los 206 Comités Olímpicos Nacionales, el Comité Paralímpico Internacional, los 182 Comités Paralímpicos Nacionales y las federaciones deportivas nacionales e internacionales por su liderazgo y las colaboraciones que han desarrollado en tantos ámbitos. El deporte está cada vez más integrado en asociaciones y proyectos desarrollados por los fondos, agencias y programas especializados de las Naciones Unidas, así como de otras partes interesadas, como empresas del sector privado.

Atletas de todo el mundo son una fuente constante de inspiración a través de su arduo trabajo, sus incesantes esfuerzos y su compromiso colectivo. Estos valores son esenciales para nuestra acción colectiva por superar la pandemia global y sus consecuencias económicas en todo el mundo. El deporte tiene el poder de enriquecer nuestras vidas y fomentar relaciones pacíficas entre naciones a medida que emprendemos nuestra labor de recuperación y nuestro trabajo por el fortalecimiento de nuestra comunidad global.

Celebremos el Día Internacional del Deporte para el Desarrollo y la Paz.

Apoyemos a todos aquellos que utilizan el deporte como fuerza promotora de los ODS, la paz, las sociedades inclusivas, la igualdad y las oportunidades.

Recordemos, en estos tiempos de crisis e incertidumbre, el poder especialmente integrador del deporte y su capacidad de inspirar, dar esperanza y transformar la humanidad uniéndonos a todos.

 

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