El principal objetivo de este artículo es examinar el tema de la discriminación racial en el contexto de la formulación de políticas de enseñanza. Se partirá de la base de un debate conceptual en curso que analiza ciertas pruebas derivadas de las políticas sociales y de enseñanza contemporáneas en un marco integracionista y multicultural, pero que también analiza los conceptos “extremos” de la política de enseñanza antirracista y de asimilación. El método se basa en pruebas derivadas de las políticas y en un análisis documental de la evolución de los conceptos de integración y multiculturalismo dentro de la formulación de políticas de enseñanza.

Las fuentes de datos primarios y secundarios son documentos sobre políticas educativas y sociales desde 1965 hasta el presente, en el contexto de Inglaterra y Gales. Los conceptos, como se indican en el cuadro que figura más abajo sobre la política de enseñanza en Inglaterra y Gales entre 1950 y 2007, dan a los lectores una idea de dónde se ubica, o no se ubica, el tema de la lucha contra la discriminación en el discurso de la formulación de políticas de enseñanza. Este artículo concluye con algunas recomendaciones sobre cómo podrían cumplirse las promesas futuras en relación con la formulación de políticas de enseñanza que combatan la discriminación.

El multiculturalismo, como concepto, sigue siendo pertinente en 2007 y resulta fundamental en los debates sociales sobre diversidad cultural y ciudadanía. Quizás ha adquirido más importancia después de los atentados terroristas del 11 de septiembre (2001) y el 7 de julio (2005). El discurso político y la retórica de la integración tienen una posición incómoda junto a las dos realidades multiculturales, y al respecto cabe citar como ejemplos los disturbios civiles en Birmingham (octubre de 2005), París (noviembre de 2005) y Sydney (diciembre de 2005), y las nociones científicas sociales en cuanto al lugar que ocupa el multiculturalismo a nivel interno y en el plano internacional. Durante el período comprendido entre el 11/9 y el 7/7, los gobiernos del mundo comenzaron a adoptar criterios integracionistas en el ámbito político y en relación con las políticas sociales.

Trevor Phillips, el entonces Presidente de la Comisión para la Igualdad Racial del Reino Unido, sugirió en 2004 que el multiculturalismo nos había llevado a una situación de segregación racial, en la que grupos étnicos en Londres y el Reino Unido vivían en entidades separadas sin interactuar unos con otros. “En los últimos años”, dijo, “nos hemos concentrado demasiado en lo ‘multi’ y no lo suficiente en la cultura común”. Phillips exhortaba a celebrar un debate social y cultural sobre las realidades plurales de la cultura británica, en el que se examinara el multiculturalismo, la segregación racial y lo que resulte efectivamente aplicable en la sociedad contemporánea. 

Los documentos sobre las políticas de enseñanza muestran de qué manera los políticos y los funcionarios públicos, en el contexto inglés y galés, han lidiado con las grandes corrientes de inmigrantes que han llegado al Reino Unido en los últimos tiempos. Algunos de los términos utilizados son importantes. En una circular sobre la enseñanza publicada en 1965 y 1971, titulada La educación de los inmigrantes, se pide a las comunidades minoritarias que participen y sean responsables —¿pero responsables ante quién? Se acentúan los estereotipos raciales, y se critica a las familias procedentes del oeste de la India y del Pakistán por no ser suficientemente responsables. Los documentos normativos no se centran en las escuelas, los maestros y el sistema de enseñanza en sí mismo, y destacan el discurso social integracionista y de asimilación de la época. Sin embargo, a pesar de las políticas de enseñanza que contribuyeron a la integración, y de las autoridades y educadores locales que reconocieron la complejidad de los problemas, el enfoque integracionista (integración con diversidad cultural, como la describió Roy Jenkins en 1967) predominó hasta mediados de la década de 1970.

Vale la pena destacar los informes de Rampton y Swann sobre la enseñanza, más por lo que no se logró, que por lo que sí se concretó. Swann reclamaba una mayor diversidad cultural en los planes de estudios —no se centraba la atención en las comunidades minoritarias sino en lo que realmente se enseñaba en el salón de clase. El hecho de que hayan tardado ocho años en completar los informes provisionales y finales sugiere que hubo “fracasos en el pasado”, pero las dos comisiones destacaron buenas prácticas y nuevas iniciativas que indican que también hubo “éxitos en el pasado”. Barry Tronya reflexiona sobre el período transcurrido entre la publicación del informe de Swann en 1985 y la creación del Plan Nacional de Estudios en Inglaterra y Gales en 1988. Un gobierno conservador nunca iba a aplicar las recomendaciones “multiculturales y antirraciales” más radicales de Swann— esto pone de relieve que los partidos políticos tienen el derecho de aplicar o rechazar las recomendaciones de los informes.

En 2008, los pedagogos reflexionarán sobre el vigésimo “aniversario” de la creación del Plan Nacional de Estudios en Inglaterra y Gales. La educación cívica ha sido una innovación fundamental en los planes de estudios, aunque no es obligatoria en Inglaterra y Gales en las etapas fundamentales 1 y 2 (niños de 5 a 11 años). Este plan de estudios abarca elementos de multiculturalismo, derechos humanos, antirracismo e incluso de lucha contra la discriminación. ¿Pero cómo pueden los distintos gobiernos incorporar estas ideas y responder en el ámbito de la educación a este mundo globalizado en proceso de transformación? El discurso gubernamental ha vuelto a caer en un marco social integracionista en Inglaterra y Gales, con el peligro extremo de un retorno a la educación y las políticas sociales que promueven la asimilación.

Con la expansión de la Comunidad Europea y la gran cantidad de inmigrantes que llegan al Reino Unido desde Polonia y Bulgaria, se plantean cuestiones sociales más amplias que es preciso abordar. Esas “cuestiones sociales”, en un entorno de riesgo y terrorismo, no provienen únicamente de las comunidades musulmanas; necesitamos una mayor comprensión y coherencia dentro del panorama multicultural más amplio, lo que tiene consecuencias para los docentes, las escuelas y la comunidad de la enseñanza en general. 

La orientación pedagógica de este artículo destaca la importancia del concepto del multiculturalismo y fomenta el debate continuo sobre su uso y aplicabilidad a los sistemas de enseñanza del presente. ¿Hemos llegado a una etapa en la que se retoma el debate de Phillips y se va más allá de él, en la que tenemos que dejar atrás el multiculturalismo y volver a definir el debate?  Si el propósito es avanzar hacia políticas que combatan más el racismo y la discriminación, y dejar atrás las políticas de enseñanza integracionistas y de asimilación, yo recomendaría lo siguiente:

        • Es necesario que los políticos y los funcionarios públicos a nivel nacional, central, federal y local vayan a las escuelas para que vean lo que está sucediendo e informen a su Gobierno acerca de las buenas prácticas que se aplican en contextos culturalmente diversos. La administración y la burocracia pueden impedir la aplicación de políticas antirraciales, pero como escribió recientemente Michael Barber en “Instruction to Deliver”, es preciso reducir los obstáculos administrativos para permitir que se creen, elaboren y apliquen estrategias políticas.

        • Las comparaciones internacionales son importantes y es necesario examinar las mejores prácticas e informar sobre ellas en comunidades internacionales, como las Naciones Unidas y la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, y en publicaciones como Crónica ONU. Es interesante que mis alumnos de la Universidad de Roehampton hayan comentado el Acuerdo de Salamanca, un documento normativo que promueve las necesidades especiales dentro de un marco de enseñanza inclusivo. ¿Cuántos políticos, funcionarios públicos e investigadores de la educación están visitando escuelas o siendo invitados a visitarlas para ver si estas propuestas se están aplicando o no?

        • Considero que es fundamental que las autoridades que formulan las políticas y las que las aplican vean realmente lo que está sucediendo. Está muy bien conceptualizar, ¿pero qué es lo que está pasando en la práctica en las escuelas y qué tan pertinente es, por ejemplo, el plan de enseñanza hoy en día? Los elementos básicos de la enseñanza —lectoescritura y aritmética— son cruciales, pero tenemos que exigir más de un plan de estudios. En Inglaterra y Gales, la introducción y el desarrollo de la educación cívica como materia obligatoria para los alumnos de 11 a 16 años es un acontecimiento importante, ¿pero es suficiente?

Estamos en una etapa en 2007 en la cual la “promesa del futuro” reside, en Inglaterra y Gales, en una materia básica que debe enseñarse junto con lenguaje, matemática y ciencias, poniendo el énfasis, entre otras cosas, en temas relacionados con el multiculturalismo y la lucha contra el racismo y la discriminación y que recurra a estudios nacionales, internacionales y mundiales de casos prácticos.