29 de junio de 2021

Hace más de 2.000 años, el filósofo griego Aristóteles escribió que el mundo constaba de tres zonas climáticas: la gélida, la templada y la tórrida. Según él, los seres humanos civilizados solo podían vivir en una de ellas: la zona templada1.

En 2021, más de 3.000 millones de personas viven en la zona tórrida —los trópicos—, un lugar de extraordinaria diversidad biológica y cultural con una historia compleja y, en ocasiones, traumática. Su tasa de crecimiento demográfico, superior a la del resto del mundo, y los desafíos ambientales implican que es fundamental lograr el desarrollo sostenible en los trópicos para garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta.

El 29 de junio de 2014 se presentó en Myanmar el primer Informe del estado de los Trópicos. El informe supuso un hito histórico, la culminación de una colaboración a lo largo de tres años entre 12 destacadas instituciones dedicadas a la investigación tropical, y ofreció una perspectiva única sobre esta región cada vez más importante. Dos años después, más de 70 países se unieron para copatrocinar la resolución 70/267 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, en virtud de la cual se declaró el 29 de junio como Día Internacional de los Trópicos.

El Día Internacional de los Trópicos nos permite reconocer que los países y territorios ubicados en los trópicos comparten numerosos desafíos y oportunidades únicos, asociados a algo más que a sus circunstancias políticas y económicas actuales e históricas.  

Los trópicos, que ocupan zonas geográficas diferentes conocidas como Trópico de Cáncer en el norte y Trópico de Capricornio en el sur, se caracterizan por su extraordinaria diversidad. Además de abarcar una extensa variedad de sistemas socioeconómicos y políticos, los trópicos albergan la mayor parte de la biodiversidad del mundo y en ellos se encuentran las regiones con mayor diversidad lingüística y cultural del planeta.

La inmensa mayoría de los países situados en los trópicos se han visto sometidos a la colonización en algún momento de su historia, cuyos efectos son aún perceptibles a pesar de los grandes procesos de descolonización de la segunda mitad del siglo XX. La explotación, extracción y apropiación de los recursos de los países colonizados han configurado unas economías que tienen dificultades para competir en los mercados internacionales si no cuentan con apoyo externo en forma de ayudas o inversiones. Además, las fronteras nacionales que trazaron los países colonizadores contribuyen a menudo a crear unas condiciones culturales complejas que agravan el conflicto. En muchos casos, los países ricos situados fuera de los trópicos continúan siendo los principales beneficiarios del colonialismo pasado.

Pese a todo lo expuesto, la historia reciente de los trópicos narra a menudo un relato prometedor. La esperanza de vida sigue aumentando, la prevalencia de enfermedades ha disminuido y, antes del inicio de la pandemia, el número de niños que asistían a la escuela era mayor que nunca. El crecimiento económico continúa siendo sólido.

Sin embargo, también se observan algunas tendencias sombrías, incluso dejando de lado el impacto de la pandemia. La subalimentación ha aumentado por primera vez desde el cambio de siglo, y la pobreza extrema persiste. La deuda vuelve a situarse en niveles preocupantes para los países de ingreso bajo y en la actualidad el número de refugiados y desplazados internos reconocidos alcanza máximos históricos. Las emisiones de gases de efecto invernadero han seguido una tendencia ascendente, y el cambio climático resultante afectará sin duda a todas las comunidades y ecosistemas tropicales.

Los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible giran en torno a la erradicación de la pobreza, la eliminación del hambre y la creación de un futuro más saludable, más seguro y más sostenible para el mundo. Las estimaciones más recientes disponibles en el Informe del estado de los Trópicos 2020 sugieren que la inmensa mayoría (el 85 %) de las personas en situación de pobreza extrema viven en los trópicos. La carga de morbilidad es mayor y el número de personas que tienen acceso a infraestructura esencial (como la electricidad, la mejora en el suministro de agua y el saneamiento) ha disminuido. El informe también hace referencia a las selvas pluviales tropicales y los arrecifes de coral, ecosistemas que son esenciales para un planeta sostenible. Los datos son claros: si no se logran los objetivos de la Agenda 2030 en los trópicos, no será posible alcanzarlos a escala mundial.

Una niña en un mercado del lago Inle, en Myanmar. Fotografía: Dr. Mark Ziembicki.

Los trópicos brindan asimismo una oportunidad magnífica. La población tropical es joven y cuenta con un nivel educativo cada vez mayor; además, los países de esta zona constituyen el mercado digital con mayor ritmo de crecimiento del mundo. En la mayoría de los escenarios futuros proyectados, los países tropicales con poblaciones jóvenes y en rápido crecimiento, como la India, Indonesia, Nigeria y Filipinas, están llamados a pasar a formar parte de las principales economías del mundo a lo largo del próximo siglo.

Con una capacitación y una inversión adecuadas, las naciones tropicales podrán superar las trayectorias de desarrollo tradicionales y orientarse hacia un futuro más sostenible. El comercio electrónico, las innovadoras formas de reciclaje y la agricultura sostenible pronostican futuros nuevos y prósperos. Están emergiendo soluciones tropicales novedosas para los complejos problemas de estas regiones.

Todavía no conocemos el impacto global que tendrá la pandemia en los trópicos, pero sabemos que será profundo. Es probable que asistamos a la inversión de algunas tendencias clave, en especial las relacionadas con la pobreza, la subalimentación y el bienestar. Cabe prever que los países y comunidades con sistemas sanitarios deficientes y una elevada dependencia del turismo, las remesas y las exportaciones de productos básicos sean los más afectados.

Es indudable que ahora es más importante que nunca centrarse en las personas y el medio ambiente de los trópicos; de ello depende que el planeta pueda disfrutar de un futuro saludable, sostenible y próspero.

El último Informe del estado de los Trópicos, titulado “La brecha digital en los Trópicos”, se publicó el 29 de junio, coincidiendo con la celebración de un seminario web especial que contó con la participación de expertos procedentes de los trópicos. Encontrará información sobre el seminario web, así como el resto de los Informes del estado de los Trópicos, enwww.jcu.edu.au/state-of-the-tropics.

Notas

1Aristóteles, Meteorologica, traducción de H. D. P. Lee (Cambridge, Massachusetts, Harvard University Press, 1952).


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