25 de junio de 2020

Introducción

Khatera Atayee es una de las primeras mujeres afganas que llegó a Kazajstán en 2019 para cursar estudios universitarios en el país. Participa en una iniciativa multianual de la Unión Europea (UE) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) que permite a las mujeres recibir educación y adquirir competencias básicas para el mercado laboral. Khatera está decidida a aprovechar esta oportunidad para crecer como profesional y contribuir con sus conocimientos y su experiencia a los avances en igualdad de género de vuelta en su país.

Lograr esa igualdad es clave para el progreso en materia de desarrollo. Las investigaciones muestran que la igualdad de género tiene efectos colaterales multiplicadores. Por ejemplo, si se alcanzan niveles educativos y una participación en el mercado laboral igualitarios en cuanto a género, se lograría sumar 4,4 billones de dólares, o un 3,6 %, al PIB mundial de aquí a 2030, lo que mejoraría el capital humano, traería una mayor productividad y reduciría la pobreza.1

Cambios transcendentales en el desarrollo en materia de género

Veinticinco años después de la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, observamos algunas prácticas prometedoras por todo el mundo. Se han adoptado más leyes para fomentar la igualdad de género y son 131 los países que han hecho cambios en sus legislaciones en los últimos diez años.2 El número de niñas sin escolarizar se ha reducido en 79 millones en los últimos 20 años,3 y más mujeres ocupan actualmente cargos políticos. El Informe sobre desarrollo humano de 2019 del PNUD revela que el progreso hacia la igualdad de género se ha producido más rápido en áreas básicas como el voto y el autoempleo. Pero, a medida que las mujeres van avanzando hacia la cima de la jerarquía, tropiezan con más piedras en el camino y la brecha de género se ensancha, pues están rompiendo con el statu quo de los roles de género.4

En los orígenes de este desequilibrio encontramos asimetrías de poder conformadas históricamente que, incluso en el siglo XXI, siguen perpetuando la desigualdad de género. Entre las recientes tendencias globales, desde el florecimiento de desigualdades y la reincidencia de democracias que intensifican el cambio climático y el conflicto violento, los derechos de las mujeres se han puesto en el punto de mira, lo que ha amplificado la discriminación por motivos de género. La pandemia de COVID-19 ha exacerbado las consecuencias que sufren las mujeres de la crisis multidimensional, como el aumento de su inseguridad económica y social, del trabajo de cuidados no remunerado y de la violencia de género, con el riesgo de que los logros que tanto han luchado por alcanzar se reviertan.

No obstante, la crisis ofrece la oportunidad de replantearnos nuestra forma de pensar, vivir y trabajar, así como de reiterar el llamamiento a un cambio sistémico y la reconstrucción de las relaciones de poder. Las mujeres están desempeñando un papel esencial en la respuesta a la crisis como trabajadoras sanitarias, líderes de sociedades y comunidades y agentes clave de la economía. En la era pos-COVID-19, no solo es un imperativo de desarrollo aplicar un nuevo enfoque de género, sino también un requisito para lograr un orden mundial moral y ético.

El camino del PNUD hacia la igualdad de género

La igualdad de género constituye el núcleo de la labor del PNUD. Contra las tendencias globales, el PNUD ha revitalizado sus esfuerzos por defender la igualdad de género y el empoderamiento femenino en todas sus carteras. Como principal agente en materia de desarrollo, el PNUD tiene la responsabilidad clave de garantizar el progreso hacia la igualdad de género y el desarrollo sostenible. La Estrategia de Igualdad de Género 2018-2021 del PNUD ofrece una hoja de ruta para guiar el camino de la organización hacia la igualdad de género. Hace hincapié en la eliminación de las tan arraigadas barreras de la igualdad y en la defensa de las mujeres como responsables de la toma de decisiones. Garantiza que los más apartados de la sociedad y los que se enfrentan a discriminación interseccional se empoderen y tengan los medios para participar y liderar el desarrollo de sus comunidades. De esta forma, el PNUD apoya los esfuerzos por elevar el estatus de las mujeres de beneficiarias a agentes del cambio transformador.

El PNUD está a más de medio camino de su periodo del plan estratégico. Mientras la pandemia de COVID-19 ha cambiado en esencia el panorama global de desarrollo con implicaciones de largo alcance, el PNUD ha logrado sólidos resultados en las siguientes áreas prioritarias a mitad del recorrido: (i) participación política y liderazgo femeninos en la toma de decisiones; (ii) acción climática sensible al género; (iii) empoderamiento económico de las mujeres; (iv) lucha contra la violencia de género; y (v) acción humanitaria sensible al género. Ahora, compartamos algunos puntos importantes.

En primer lugar, el PNUD promueve sociedades democráticas igualitarias en cuanto a género para garantizar que las voces femeninas son escuchadas y tienen su representación en el espacio político. En el periodo de 2018-2019, un 48 % de todos los votantes registrados en 39 países beneficiarios de asistencia electoral del PNUD fueron mujeres.5 Por ejemplo, en Pakistán, una campaña a nivel nacional y el registro de los votantes ayudó a reducir la brecha de género en las votaciones, con 4,3 millones de mujeres que se sacaron sus carnets de identidad para poder votar.6

En segundo lugar, al situarse al frente de la acción climática, el PNUD apoya a los países para que logren un desarrollo resiliente, bajo en carbono y sensible al género. En 2019, 74 países integraron la igualdad de género en sus políticas medioambientales y climáticas, y 97 países reforzaron el liderazgo femenino en la gestión de los recursos naturales.7 Por ejemplo, la provincia central de Zambia ahora exige equilibrio de género en los comités de gobierno locales que gestionan los bosques indígenas, y las mujeres ostentan cargos ejecutivos donde toman decisiones sobre actividades lideradas por la comunidad para la gestión de las tierras.8 

En tercer lugar, el PNUD está haciendo grandes avances en el empoderamiento económico femenino. Con el apoyo del PNUD, 23,4 millones de mujeres habían logrado acceder a servicios básicos, servicios financieros y activos no financieros en 2019. En Paraguay, el PNUD, junto con otros socios, contribuyó a un esfuerzo nacional por modificar una legislación sobre el empleo doméstico en 2019, que ahora da derecho a los trabajadores domésticos —en muchos casos mujeres migrantes jóvenes— a percibir un salario mínimo al tiempo que conservan el acceso a cobertura de salud.9

El PNUD también permite a las mujeres ser económicamente autosuficientes a través de formación, mentoría, empleo y desarrollo de capacidades en materia de emprendimiento. Por ejemplo, en 2018, el apoyo del PNUD en India benefició a más de 450.000 mujeres que participaban en actividades de desarrollo de microempresas.10 Este apoyo incluye la ayuda a mujeres agricultoras a pasar de la agricultura tradicional a la orgánica, que contribuye a generar más beneficios y a mejorar la sostenibilidad de los ecosistemas.

En cuarto lugar, se están realizando incansables esfuerzos por hacer frente a la violencia de género, como a través de la Iniciativa Spotlight de la Unión Europea y las Naciones Unidas. En 2019, el PNUD prestó apoyo a 80 países en la adopción y la implementación de reformas legales, servicios multisectoriales y campañas de concienciación sobre este problema.11 En Sudán, por ejemplo, el PNUD adoptó un enfoque de múltiples vertientes con una mayor intervención de la justicia que mejoró las capacidades del colegio de abogados y la sociedad civil, y estableció nuevos Centros de Confianza en la Justicia para desplazados internos y grupos vulnerables.12

En quinto lugar, el PNUD fomenta las acciones humanitarias sensibles al género a la vez que coordina esfuerzos por defender a las mujeres como agentes de la paz y el desarrollo. En 2019, el PNUD trabajó en 26 países para garantizar que 1,7 millones de mujeres accedían a puestos de trabajo y mejoraban sus medios de sustento en situaciones de crisis o poscrisis.13 Igualmente, con el apoyo del PNUD, ONU-Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), el Ministerio somalí de Mujeres y Desarrollo de los Derechos Humanos adoptó la emblemática Carta de las Mujeres para Somalia, que asegura la participación igualitaria en el ámbito político, económico y social.

Es evidente que el PNUD no habría podido llegar tan lejos sin asociaciones de confianza y soluciones innovadoras, desde la creación de coaliciones para la participación política en América Latina hasta la transformación del futuro del mercado laboral en Asia y el Pacífico o el diseño de enfoques centrados en las supervivientes para abordar la violencia de género en Europa y en Asia central. En particular, el Sello de Igualdad de Género del PNUD para empresas públicas y privadas cristalizó asociaciones entre el sector público y el privado para fomentar el desarrollo de políticas empresariales sensibles al género en 16 países de África, América Latina y el Caribe, con el resultado de que 750 empresas con 1,5 millones de trabajadores recibieron apoyo.14 En Kirguistán, la colaboración a nivel comunitario con líderes religiosos resultó en que estos respaldaran la concienciación de la comunidad contra el rapto de la novia, una iniciativa que contribuye al cambio de estereotipos y prácticas discriminatorias.15

La autora (la tercera desde la izquierda) posa con miembros del grupo de autoayuda Om Sai, que está desarrollando negocios de catering, decoración de bodas y producción agrícola, entre otros, utilizando paneles solares en India. ©Esuna Dugarova

Además de los resultados a nivel de desarrollo, el PNUD ha reforzado su actuación y liderazgo institucional para promover la igualdad de género dentro de la propia organización. En 2019, el PNUD se clasificó como una de las organizaciones con mejores resultados dentro de las Naciones Unidas según el Plan de Acción para Todo el Sistema de las Naciones Unidas sobre la Igualdad de Género. También obtuvo una puntuación alta en el Índice de Salud y Género 2020, destacando el compromiso de la organización con la igualdad de género, políticas de igualdad de género en el lugar de trabajo, paridad de género en la dirección ejecutiva y supervisión y evaluación desglosadas por género.

El camino hacia adelante

En su camino hacia adelante, el PNUD está renovando su compromiso y dando un impulso a su labor por promover la igualdad de género. En el contexto de la crisis de COVID-19, esto supone trabajar con gobiernos, agencias de las Naciones Unidas, empresas privadas y la sociedad civil para garantizar que las consideraciones de género se integran como es debido en la respuesta y la recuperación de la COVID-19. El apoyo vital, desde análisis de género y capacitación a implementación de programas y asesoramiento sobre políticas, resulta esencial para hacer frente a las consecuencias de la COVID-19 en materia de género. Por ejemplo, durante la pandemia, los Centros de Recursos de la Mujer de Azerbaiyán, creados por el PNUD y el Comité Estatal para Asuntos de Familia, Mujer e Infancia, están impartiendo formación para el desarrollo de negocios en línea para mujeres rurales. En Fiji, el PNUD está mejorando el acceso de las mujeres agricultoras al mercado digital.16

Esto también se traduce en dar un paso más, con el fin de abordar no solo las necesidades prácticas inmediatas, sino también crear un ecosistema de desarrollo y una cultura institucional sensibles al género. De esta forma, se contribuirá a mejorar sus capacidades y a permitir que las mujeres ejerzan sus libertades y sus elecciones de vida. Dicho entorno empoderará a mujeres jóvenes como Khatera y les permitirá prosperar como inspiradoras y líderes influyentes en sus sociedades y comunidades.

Aunque no existe una fórmula mágica que haga que todo ocurra de la noche a la mañana, es necesario un enfoque sólido y holístico para promover una nueva generación de políticas que prioricen el cambio de las normas sociales, las prácticas discriminatorias y las desiguales relaciones de poder.17 No obstante, ahora que entramos en la Década de la Acción y nos encaminamos hacia la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, tenemos que actuar con urgencia para poder cumplir con nuestra promesa de no dejar a nadie atrás. Después de todo, la igualdad de género y la sostenibilidad se refuerzan la una a la otra y ofrecen poderosas herramientas para reinventar el futuro de tal forma que abrace la justicia social, económica y medioambiental.

Dado que este año el mundo celebra el vigésimo quinto aniversario de la adopción de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, la agenda más visionaria en materia de igualdad de género, es el momento adecuado para reflexionar sobre el largo, arduo, pero útil camino hacia un mundo más igualitario, en el que querríamos vivir.

Notas

1Esuna Dugarova, "Gender equality as an accelerator for achieving the Sustainable Development Goals", documento de debate (Nueva York, Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y ONU-Mujeres, 2018), págs. 12 y 62.
Disponible en http://www.undp.org/content/dam/undp/library/gender/Gender_equality_as_an_accelerator_for_achieving_the_SDGs.pdf (solo disponible en inglés).

2Grupo Banco Mundial, Mujer, Empresa y el Derecho 2019: una década de reformas (Washington, D.C., 2019), págs. 1, 3 y 10. Disponible en https://openknowledge.worldbank.org/bitstream/handle/10986/31327/WBL2019SP.pdf.

3Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, ONU-Mujeres y Plan International, "A new era for girls: taking stock of 25 years of progress", informe (Nueva York, 2020), pág. 11. Disponible en https://www.unicef.org/media/65586/file/A-new-era-for-girls-2020.pdf (solo disponible en inglés).

4Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Informe sobre desarrollo humano 2019. Más allá del ingreso, más allá de los promedios, más allá del presente: Desigualdades del desarrollo humano en el siglo XXI (Nueva York, 2019, págs. 168-171.
Disponible en https://digitallibrary.un.org/record/3846848?.

5Naciones Unidas, Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Fondo de Población de las Naciones Unidas y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, Informe anual del Administrador sobre la aplicación de la estrategia de igualdad de género del PNUD en 2019, período de sesiones anual de 2020, 1 a 5 de junio de 2020, Nueva York (DP/2020/11), apartado 30. Disponible en https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N20/089/60/PDF/N2008960.pdf?OpenElement.

6Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pakistán, "Building Inclusive Societies", 14 de marzo de 2019. Disponible en https://www.pk.undp.org/content/pakistan/en/home/library/newsletters/nl17-march2019-building-inclusive-societies.html (solo disponible en inglés).

7Naciones Unidas, Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Fondo de Población de las Naciones Unidas y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, Informe anual del Administrador sobre la aplicación de la estrategia de igualdad de género del PNUD en 2019, apartado 7.

8Ciara Daniels, "The results are in! 5 things we've learned about making progress on environmental objectives while addressing gender equality", Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, 26 de julio de 2018. Disponible en https://medium.com/@UNDP/the-results-are-in-2093b5b66eab (solo disponible en inglés).

9Naciones Unidas, Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Fondo de Población de las Naciones Unidas y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, Informe anual del Administrador sobre la aplicación de la estrategia de igualdad de género del PNUD en 2019, apartado 22, recuadro 2.

10Naciones Unidas, Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Fondo de Población de las Naciones Unidas y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, Informe anual del Administrador sobre la aplicación de la estrategia de igualdad de género del PNUD en 2018 (DP/2019/11), apartado 16.

11Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Informe anual de 2019 (Nueva York, 2020), pág. 35.

12Naciones Unidas, Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Fondo de Población de las Naciones Unidas y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, Informe anual del Administrador sobre la aplicación de la estrategia de igualdad de género del PNUD en 2019, apartado 25.

13Ibid., apartado 37.

14La información ha sido facilitada por el Sello de Igualdad de Género para Empresas Públicas y Privadas.

15Naciones Unidas, Junta Ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Fondo de Población de las Naciones Unidas y de la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos, Informe anual del Administrador sobre la aplicación de la estrategia de igualdad de género del PNUD en 2019, apartado 60.

16Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), "The UNDP Asia Pacific Gender Equality Dispatch", mayo de 2020. Disponible en https://sway.office.com/D3iKJNUtKSOgzl05?ref=Link (solo disponible en inglés).

17Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), "2020 Human development perspectives. Tackling social norms: A game changer for gender inequalities" (Nueva York, 2020).

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