ARMAS PEQUEÑAS

Un flagelo mundial

Insurgentes, miembros de bandas armadas, piratas, terroristas: todos pueden multiplicar sus fuerzas mediante el uso de armas de fuego adquiridas ilegalmente. La circulación ilícita de armas pequeñas, armas ligeras y su munición desestabiliza a las comunidades y afecta a la seguridad y el desarrollo de todas las regiones del mundo.
El comercio ilícito de armas pequeñas y armas ligeras y su munición causa estragos en todos los sitios. Los populachos aterrorizan a las comunidades. Los rebeldes atacan a civiles o al personal de mantenimiento de la paz. Los señores de la droga matan aleatoriamente a los encargados de hacer cumplir la ley o a cualquiera que interfiera en sus negocios ilegales. Los bandidos secuestran convoyes de ayuda humanitaria. En todos los continentes, las armas pequeñas sin control representan un problema persistente.

Las armas predilectas

Las armas pequeñas son baratas, ligeras y fáciles de usar, transportar y ocultar. Puede que la concentración de armas pequeñas por sí sola no provoque los conflictos en los que se utilizan, pero su acumulación excesiva y su amplia disponibilidad agravan la tensión. La violencia se vuelve más letal y prolongada, y crece el sentimiento de inseguridad, lo que a su vez fomenta la demanda de armas.
La mayoría de los conflictos actuales se combaten principalmente con armas pequeñas, las cuales se usan mucho más en los conflictos entre Estados. Son las armas predilectas en las guerras civiles y en el terrorismo, la delincuencia organizada y las guerras entre bandas.

Resoluciones de la Asamblea General e informes del Secretario General El comercio ilícito de armas pequeñas y armas ligeras en todos sus aspectos

Asistencia a los Estados para detener el tráfico ilícito de armas pequeñas y armas ligeras y proceder a su recogida

Otorgamiento de la condición de observador en la Asamblea General al Centro Regional sobre las Armas Pequeñas y las Armas Ligeras en la región de los Grandes Lagos, el Cuerno de África y Estados limítrofes

Respuesta a las repercusiones negativas humanitarias y para el desarrollo de la fabricación, transferencia y circulación ilícitas de armas pequeñas y armas ligeras y su acumulación excesiva

Promoción en el plano regional, en la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, del programa de acción de las Naciones Unidas sobre el tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras en todos sus aspectos

Promoción del desarrollo mediante la reducción y la prevención de la violencia armada

 

La violación de derechos pasa factura

La inmensa mayoría de las muertes directamente relacionadas con los conflictos se debe al uso de armas pequeñas, mientras que la población civil, más que nunca, se lleva la peor parte en los conflictos armados. Las armas pequeñas también son los instrumentos dominantes de la violencia delictiva. El número de homicidios relacionados con armas de fuego en las sociedades que salen de un conflicto suele ser superior al número de muertes en el campo de batalla. Estas armas también están vinculadas al número cada vez mayor de asesinatos de empleados de las Naciones Unidas y de personal de mantenimiento de la paz, así como de trabajadores de organizaciones humanitarias y no gubernamentales.
Las armas pequeñas facilitan un amplio espectro de violaciones de los derechos humanos, entre las que se incluyen asesinatos, mutilaciones, violaciones y otras formas de violencia sexual, la desaparición forzada, la tortura y el reclutamiento forzado de niños por grupos armados. Con ellas se cometen más violaciones de derechos humanos que con cualquier otro tipo de arma. Además, cuando el uso de la violencia armada se convierte en un medio de resolver reclamaciones y conflictos, se debilitan los mecanismos legales y pacíficos de resolución de controversias y el estado de derecho no puede sostenerse.

Privación del desarrollo

El conflicto armado contemporáneo es la causa principal de que las personas abandonen sus hogares y también es ahora la causa más común de inseguridad alimentaria. La violencia armada puede agravar la pobreza, inhibir el acceso a los servicios sociales y desviar energía y recursos de los esfuerzos encaminados a mejorar el desarrollo humano. Los países acosados por la violencia armada van a la zaga en cuanto a la consecución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Los altos niveles de violencia armada impiden el crecimiento económico. Según el Banco Mundial, nada socava más las condiciones de inversión que la inseguridad armada.

Hay menos información sobre armas pequeñas que sobre armas nucleares

Solo pueden construirse conjuntos de datos fidedignos sobre la cuestión de las armas pequeñas si los Estados aportan información sobre la producción, las existencias, el comercio, la legislación y el uso de armas pequeñas. Pero, de todas las medidas de transparencia sobre sistemas de armas, las relativas a las armas pequeñas son las menos desarrolladas. Según el Small Arms Survey, “se sabe más sobre el número de ojivas nucleares, las existencias de armas químicas y las transferencias de armas convencionales grandes que sobre las armas pequeñas”.No hay cifras exactas del número de armas pequeñas y armas ligeras que circulan hoy por el mundo. Las fuentes estiman que el total asciende a 875 millones por lo menos. La mayoría de las armas pequeñas –en general la única clase de armas que no entra en el monopolio gubernamental de posesión y uso– están en manos privadas.

¿Cómo se convierten en ilícitas las armas pequeñas?

Hay diversas fuentes de suministros de armas pequeñas a las zonas de crisis y de conflicto. Internamente, las armas pequeñas pueden entrar en la circulación ilícita mediante distribución, robo, escape o desviación, hurto y reventa. Los envíos de armas pequeñas a zonas de conflicto desde el extranjero son, en general, remesas pequeñas –una entrada pequeña y constante de armas a través de fronteras porosas–. La fuerza desestabilizadora acumulativa de este comercio de armas pequeñas no debe subestimarse, particularmente en las regiones inestables en que las armas pequeñas pasan mediante tráfico de un conflicto a otro.

Las armas pequeñas y las Naciones Unidas

Los gobiernos tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad pública y tienen un interés en garantizar la seguridad humana y el desarrollo humano de sus ciudadanos. Por ello, deben asegurar que las armas pequeñas de propiedad privada o procedentes de los arsenales de los gobiernos no se utilicen indebidamente ni entren en circuitos ilícitos en que su uso puede contribuir a la inestabilidad y agravar la pobreza.
Para alcanzar esos objetivos, en el seno de las Naciones Unidas, los países han acordado varios compromisos sobre el control de armas pequeñas: el Protocolo sobre las Armas de Fuego, el Programa de Acción sobre las Armas Pequeñas y Ligeras –incluido un instrumento de marcado y rastreo– y los Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley. El tema de las armas pequeñas también se plantea en otros debates. Los países están prestando atención por separado a asuntos estrechamente relacionados, como la violencia armada, los niños soldados, la protección de civiles en conflictos armados, la munición, el Tratado sobre el Comercio de Armas y el Registro de Armas Convencionales de las Naciones Unidas.

Producción

La industria de las armas pequeñas parece estar fragmentándose y la fabricación acercándose a los posibles mercados. Más de 1.000 empresas de más de 100 países participan en algún aspecto de la producción de armas pequeñas, y hay productores grandes en unos 30 países. Las estimaciones moderadas hablan de 7,5 millones a 8 millones de armas pequeñas que se fabrican por año. La producción bajo licencia es hoy un hecho común en la mayoría de las regiones del mundo, lo cual a veces crea dudas acerca de sobre quién recae la responsabilidad de la exportación de técnicas de producción. La producción artesanal hecha en talleres privados es en algunas regiones parte de las fuentes de suministros y queda en gran medida fuera del alcance de los sistemas de control..

Marcado y rastreo

Si pudieran rastrear las armas pequeñas hasta su último usuario legítimo, que entonces podría tener que rendir cuentas, los funcionarios nacionales de policía y justicia serían un medio eficaz de represión del tráfico ilícito de armas pequeñas y la desviación de armas al mercado ilícito. Para ello es indispensable que el arma se marque en la producción y en la importación y se lleven registros adecuados. Además hay que marcar también las existencias actuales. Muchas armas son marcadas durante la producción y la importación, pero la cooperación internacional en el marcado y rastreo de armas pequeñas es todavía rudimentaria.

Comercio e intermediación

La gran mayoría de las armas pequeñas se venden y transfieren legalmente, pero las tendencias mundiales del suministro de armas pequeñas y armas ligeras han cambiado profundamente en los últimos decenios. Esto ha dificultado los controles. En el pasado los mercados de armas eran relativamente fáciles de estudiar, porque había muchos menos puntos de venta y menos actividad de intermediarios. Típicamente, los pedidos y las remesas eran hechos por autoridades estatales o agentes gubernamentales. El empleo de intermediarios privados se ha convertido en una práctica común. Estos actores conciertan normalmente transacciones para las industrias de defensa, las fuerzas armadas, los órganos de policía y los proveedores de gobiernos y también de entidades privadas, que operan en un entorno particularmente globalizado, a menudo desde muchos lugares. Los comerciantes, agentes, corredores, expedidores y financistas actuales bien pueden combinar algunas de esas actividades, y así hacer difícil distinguir claramente el comercio de la intermediación de armas pequeñas. Los gobiernos deben asegurar que las remesas manejadas a través de estas redes, que a menudo son complejas, estén reguladas conforme a la ley. Las investigaciones de las violaciones de los embargos de armas hechas por los grupos de vigilancia del Consejo de Seguridad han revelado algunas redes internacionales que participan en el comercio y la intermediación ilícitos de armas pequeñas. Estos intermediarios y comerciantes aprovechan las lagunas jurídicas, evaden las aduanas y los controles en los aeropuertos y falsifican diversos documentos, como pasaportes, certificados de usuario final, documentos de carga y horarios de vuelos. Las actividades ilícitas de ciertos intermediarios y comerciantes –y de los funcionarios públicos que colaboran con ellos– han violado todos los embargos de armas de las Naciones Unidas, y los principales elementos transferidos han sido las armas pequeñas y las municiones. Un problema recurrente relacionado con la proliferación con las armas pequeñas, en particular en las zonas de crisis y de conflicto, es la falta de un marco normativo que guíe las decisiones de todos los Estados con respecto a la transferencia de armas.

Municiones

Es difícil obtener información sobre las corrientes mundiales de municiones. Más del 80% del comercio de municiones parece quedar fuera de los datos de exportación fidedignos. Sin embargo, las municiones constituyen un elemento esencial para hacer frente al tema de las armas pequeñas en todos los aspectos. En casos de uso continuo, los almacenes de municiones se agotan rápidamente. La prevención del reabastecimiento en situaciones ilícitas debería ser un asunto urgente. Además, estos almacenes presentan un doble problema de seguridad y protección: las investigaciones revelan que muchas de las municiones de los agentes no estatales se desvían de forma ilícita de las fuerzas de seguridad del Estado, y varios arsenales situados en zonas densamente pobladas han explotado en diversos países y causado miles de bajas. Por tanto, es necesario tomar medidas urgentes de protección lo mismo que medidas de seguridad con respecto a los almacenes de municiones. Más información sobre municiones

La gestión de los arsenales

La gestión y control de arsenales es uno de los problemas más graves relacionados con las armas pequeñas. Los arsenales estatales “porosos” son una fuente importante de las armas pequeñas ilegales en circulación. En general, es mejor destruir las armas excedentes y anticuadas que almacenarlas. En situaciones posteriores a un conflicto, la destrucción inmediata de las armas y municiones excedentes elimina un posible pábulo de nueva inestabilidad. Los resultados de los programas de recogida y destrucción son desiguales. A menudo los programas han tenido solo un efecto marginal en la seguridad, probablemente porque las armas que se destruyen suelen ser las anticuadas y porque las comunidades afectadas no siempre participan en el diseño y la ejecución de los programas de recogida. Además, los programas de desarme tienden a concentrarse en las armas y no en las municiones. Y, lo más importante, para tener un efecto duradero, los programas de recogida de armas tienen que formar parte de actividades robustas encaminadas a la reducción de la violencia, la reconciliación, la reforma del sector de la seguridad y la consolidación de la paz.