Terrorismo químico, biológico, radiológico y nuclear

“La posibilidad de que agentes no estatales, incluidos los grupos terroristas y sus partidarios, tengan acceso a armas y materiales de destrucción masiva y los utilicen es una grave amenaza para la paz y la seguridad internacionales.”

—Vladimir Voronkov, Secretario General Adjunto, en el prefacio de la publicación del CNULCT titulada Ensuring Effective Intragency Interoperability and Coordinated Communication in Case of Chemical and/or Biological Attacks

Acceso a las armas de destrucción masiva

La posibilidad de que agentes no estatales, incluidos los grupos terroristas y sus partidarios, tengan acceso a armas y materiales de destrucción masiva y los utilicen es una grave amenaza para la paz y la seguridad internacionales. A lo largo de los años, los grupos terroristas han puesto a prueba nuevos modos y medios de adquirir y usar armas más peligrosas a fin de aumentar el daño y sembrar el terror, en particular armas que incorporan materiales químicos, biológicos, radiológicos o nucleares. Debido a los avances tecnológicos que se están logrando y la expansión de los canales comerciales legales e ilegales, incluida la web oscura, algunas de estas armas se han hecho cada vez más accesibles.

Mandato del Programa

En varias ocasiones, el Consejo de Seguridad ha enfrentado específicamente la amenaza del terrorismo que hace uso de armas de destrucción masiva, químicas, biológicas, radiológicas o nucleares. En la resolución 1373 (2001), el Consejo reconoce la conexión existente entre el terrorismo internacional y, entre otras cosas, la circulación ilícita de materiales químicos, biológicos, radiológicos y nucleares. Su principal pronunciamiento sobre el tema quedó plasmado en la resolución 1540 (2004), en que el Consejo afirmó que la proliferación de armas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares y sus sistemas vectores constituía una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. Más recientemente, en la resolución 2325 (2016), el Consejo de Seguridad exhortó de nuevo a los Estados Miembros a que fortalecieran sus regímenes nacionales contra la proliferación de estas armas al aplicar la resolución 1540 (2004).

La Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo exhorta a los Estados Miembros, las organizaciones internacionales y el sistema de las Naciones Unidas a:

  • Combatir el contrabando de materiales químicos, biológicos, radiológicos y nucleares
  • Velar por que los avances en biotecnología no sean usados con fines terroristas
  • Mejorar los controles fronterizos y aduaneros para prevenir y detectar el tráfico ilícito de armas y materiales químicos, biológicos, radiológicos y nucleares
  • Mejorar la coordinación al planificar una respuesta a los atentados terroristas cometidos con armas o materiales químicos, biológicos, radiológicos o nucleares

En el sexto examen de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo, la Asamblea General exhortó a todos los Estados Miembros a “impedir la adquisición por terroristas de armas de destrucción en masa y sus sistemas vectores... y [alentó] a los Estados Miembros y las organizaciones regionales e internacionales competentes a cooperar para fortalecer las capacidades nacionales a ese respecto”. 

Actividades del Programa

El Programa del CNULCT sobre armas de destrucción masiva y armas químicas, biológicas, radiológicas o nucleares busca promover la comprensión de los Estados Miembros y las organizaciones internacionales acerca del grado de amenaza que representa el terrorismo con este tipo de armas. También, el programa respalda las iniciativas de los Estados Miembros en materia de prevención, preparación y respuesta a petición de estos. A través del programa, el Centro procura fortalecer las alianzas a fin de contribuir a las iniciativas en curso de la comunidad internacional en relación con el desarrollo de la capacidad. El CNULCT también brinda apoyo para el desarrollo de la capacidad, concentrándose en esferas como el control de las fronteras y las exportaciones, el control del comercio estratégico, el tráfico ilícito, la protección de materiales químicos biológicos, radiológicos y nucleares y la infraestructura vital, la respuesta a incidentes y la gestión de las crisis, y criminalística especializada en estas armas, entre otras.

En el marco del Programa se han formulado cuatro proyectos piloto:

  1. Fortalecimiento de la capacidad nacional para prevenir atentados terroristas con armas químicas y biológicas en el Iraq y responder a ellos. Este proyecto, que se ejecuta juntamente con el Departamento de Estado de los Estados Unidos, se centra en la seguridad biológica y química, la investigación, el intercambio de información de inteligencia, la cultura de seguridad en el sector académico y la respuesta a atentados con elementos químicos, biológicos, radiológicos o nucleares.
  2. Aumento de la capacidad para prepararse ante un caso de atentado terrorista con armas químicas, biológicas, radiológicas o nucleares en Jordania y responder a él. El proyecto incluye determinar las necesidades de Jordania mediante la autoevaluación, impartir cursos de capacitación, organizar un ejercicio sobre el terreno y de realidad virtual, y formular recomendaciones. El proyecto se ejecuta juntamente con la OTAN en estrecha coordinación con las autoridades de Jordania.
  3. Promoción de la universalización y la aplicación efectiva del Convenio Internacional para la Represión de los Actos de Terrorismo Nuclear. El proyecto, que se implementa juntamente con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito y cuenta con el apoyo financiero de la Unión Europea, incluye actividades de concienciación de alto nivel, capacitaciones para funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, fiscales y funcionarios de fronteras y aduanas, asistencia jurídica, y un estudio de las causas de la falta adhesión al Convenio.
  4. Mejoramiento de los conocimientos sobre los avances de la ciencia y la tecnología en materia de lucha contra el terrorismo con uso de armas de destrucción masiva. Este proyecto, que se lleva a cabo en el marco del Grupo de Trabajo del Pacto de Coordinación de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo sobre Amenazas Nuevas y Protección de Infraestructuras Vitales en cooperación con el Instituto Interregional de las Naciones Unidas para Investigaciones sobre la Delincuencia y la Justicia, analiza cómo los avances científicos y tecnológicos podrían aumentar o mejorar la capacidad de los terroristas de adquirir y utilizar armas de destrucción masiva.

Función coordinadora del Programa

El Programa del CNULCT sobre el Terrorismo con Armas de Destrucción Masiva, Químicas, Biológicas, Radiológicas y Nucleares apoya al Grupo de Trabajo del Pacto de Coordinación de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo sobre Amenazas Nuevas y Protección de Infraestructuras Vitales. Además, el Programa fortalece las alianzas estratégicas con miembros pertinentes del Pacto de Coordinación de la Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo que manejan el tema de armas de destrucción masiva, químicas, biológicas, radiológicas y nucleares, al igual que las iniciativas internacionales de los Estados Miembros, a fin de formular proyectos conjuntos, complementarios y que se refuerzan mutuamente. En particular, el Programa viene trabajando estrechamente con la Iniciativa Mundial de Lucha contra el Terrorismo Nuclear y la Alianza Mundial del Grupo de los Siete contra la Propagación de Armas y Materiales de Destrucción en Masa.

Impacto del Programa

Algunos ejemplos del impacto del Programa contra el terrorismo con armas de destrucción masiva, químicas, biológicas, radiológicas o nucleares son:

  • Los Estados Miembros ponen en marcha políticas, prácticas y procedimientos fortalecidos a fin de prevenir el terrorismo que utiliza este tipo de armas, estar preparados y responder en caso de que se presente y actúan con mayor conciencia, conocimiento y comprensión de las amenazas y los riesgos.
  • Las organizaciones internacionales y las entidades de las Naciones Unidas apoyan a los Estados Miembros para prevenir el terrorismo con uso de armas de destrucción masiva, químicas, biológicas, radiológicas o nucleares, se preparen y respondan de manera más informada y coordinada, reflejando el enfoque de “Toda la ONU”.