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La ONU sigue observando con gran preocupación el rápido deterioro de la situación humanitaria en Cote d’Ivoire.

Desde los resultados electorales de diciembre, cuando Alassane Ouattara ganó al titular de la presidencia Laurent Gbagbo, el país ha experimentado disturbios generalizados.

Casi 500 personas han muerto hasta ahora y se estima que 1,5 millones de personas se encuentran actualmente desplazadas.

Al menos 100.000 personas han huido del país, muchos hacia la vecina Liberia.

Frente a esta situación, las Naciones Unidas ha destinado unos 10 millones de dólares para proporcionar la ayuda «urgentemente necesitada» a Côte d'Ivoire.

Melissa Fleming, es la portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR.

«Familias que huyen de las zonas de conflicto les han dicho a los supervisores de la ACNUR que tienen miedo de quedar atrapados en los combates y ser muertos por balas perdidas. Otros dicen que ya no pueden hacer frente a la situación financiera debido a los cierres de los bancos y las empresas con el desempleo resultante. El coste de los alimentos ha aumentado y se encuentran muy pocos en los mercados. El aumento de los precios también ha afectado al transporte público y las terminales de autobuses están atestadas de pasajeros desesperados por obtener asientos en los vehículos que se dirigen hacia el norte, centro y este del país, donde, afortunadamente, hasta ahora no se han comunicado enfrentamientos. »