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Naciones Unidas
División para el Adelanto de la Mujer

Coloquio judicial sobre la
aplicación del derecho internacional de los derechos humanos en el plano interno

Comunicado

Oficina de las Naciones Unidas en Viena, Viena (Austria)
27 a 29 de octubre de 1999

con el objeto de conmemorar el
vigésimo aniversario de la aprobación de la Convención sobre la eliminación de todas
las formas de discriminación
contra la mujer

y el

décimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño

 

Un coloquio judicial sobre la aplicación del derecho internacional de los derechos humanos en el plano interno ha sido organizado por la División para el Adelante de la Mujer de las Naciones Unidas y se realizó en la Oficina de las Naciones Unidas en Viena del 27 al 29 de octubre 1999. El coloquio tuvo lugar con el objeto de conmemorar el vigésimo aniversario de la aprobación de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y el décimo aniversario de la Convención sobre los Derechos del Niño. Al termine de la sesión que duró tres diás, los participantes adoptaron el comunicado siguente:

Comunicado

Cerca de 100 jueces y magistrados de casi todas las culturas y tradiciones jurídicas se reunieron en la Oficina de las Naciones Unidas en Viena para examinar la aplicación del derecho internacional de los derechos humanos en el plano nacional, como estrategia para promover los derechos de la mujer y los niños, especialmente las niñas.

Recordando la Declaración y el Programa de Acción de Viena aprobados en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en 1993 y la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, aprobada en la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer en 1995, los participantes confirmaron que los derechos humanos de la mujer y la niña son una parte inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales y que la erradicación de todas las formas de discriminación por motivos de sexo y género es un objetivo prioritario de la comunidad internacional.

Los participantes exhortaron a los Estados que aún no hubiesen ratificado la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer a que lo hicieran cuanto antes a fin de posibilitar el logro de la meta de su ratificación universal para el año 2000. Instaron asimismo a una pronta ratificación del protocolo facultativo de la Convención. Los participantes hicieron un llamamiento enérgico a los Estados para que incorporen en sus ordenamientos jurídicos nacionales los principios universales de derechos humanos estipulados en los tratados internacional de derechos humanos.

Los participantes reconocieron que las disposiciones jurídicas internas suelen ser genéricamente neutras pero que su aplicación puede resultar discriminatoria en un entorno que no estuviese sensibilizado respecto de los asuntos del género. Señalaron ámbitos en que las mujeres

y las niñas son particularmente vulnerables, haciendo hincapié en la persistencia de la violencia contra la mujer y la niña por motivos de género en numerosos lugares. Subrayaron la importancia de las medidas encaminadas a brindar a la mujer y la niña un mayor acceso a la justicia, así como la importancia de que la composición del poder judicial represente debidamente a la población a la que presta servicios. En consecuencia, exhortaron a que se formulen estrategias a fin de garantizar el equilibrio entre los sexos en los sistemas judiciales a nivel nacional, regional e internacional.

Los participantes reconocieron la universalidad de los derechos humanos -inherentes en la mujer y el hombre por igual- así como la función crítica que quepa en un sistema judicial independiente en la interpretación y aplicación de las leyes nacionales de manera positiva a la luz de los principios de derechos humanos. Subrayaron el hecho de que estos principios de derechos humanos son aplicables en todos los países y en todos los contextos culturales e hicieron hincapié en que no debe permitirse que consideraciones o pretextos de índole cultural, consuetudinaria o religiosa menoscaben dichos principios. Destacaron asimismo la importancia de contar con una interpretación positiva y progresista de los textos jurídicos existentes con miras a lograr la igualdad de la mujer y la niña y el pleno goce de sus derechos humanos sin discriminación.

Los participantes convinieron en que los principios internacionales de derechos humanos y la jurisprudencia, en curso de evolución en el marco de los ordenamientos internacionales, regionales y nacionales, consagren valores y principios que de larga data se reconocen como fundamentales para la dignidad, el bienestar y la felicidad de los seres humanos. Tales instrumentos internacionales han inspirado numerosas garantías de las libertades y los derechos fundamentales contenidas en las constituciones y otras leyes nacionales. Estas garantías y disposiciones, incluidas las que prohíben la discriminación, deben interpretarse deliberadamente y con espíritu generoso.

Los participantes acordaron que es esencial promover el respeto y la adhesión a las normas internacionales y regionales de los derechos humanos, especialmente las que afectan a la mujer y la niña. Subrayaron la compatibilidad y complementariedad de las garantías internacionales y regionales en materia de derechos humanos y exhortaron a que dichas garantías se consideren parte integrante del derecho interno en los tribunales nacionales. Los participantes recomendaron que todos los funcionarios del sistema judicial se guien por los instrumentos internacionales de derechos humanos, incluida la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño, al interpretar y aplicar las constituciones, leyes y prácticas nacionales, incluido el derecho consuetudinario.

Los participantes convinieron en que todos los ciudadanos, especialmente los jueces y abogados, deben conocer y tener presente el derecho internacional de los derechos humanos. Los jueces y abogados tienen la responsabilidad de familiarizarse con la creciente jurisprudencia internacional en materia de derechos humanos, especialmente la relativa a la protección y promoción de los derechos humanos de la mujer y el niño. Los participantes hicieron hincapié en que, para una reforma duradera del derecho, es necesario contar con un ejercicio concertado y coherente de la profesión jurídica. Exhortaron a todos los jueces a que emprendan un proceso permanente de formación judicial amplia, profunda y creible, a fin de integrar la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño, así como otros instrumentos internacionales de derechos humanos, en el derecho interno y en los mecanismos de adopción de decisiones a fin de mejorar las condiciones de vida de la mujer y el niño en los planos social, político y económico y erradicar la violencia contra ellos. A tal fin, los participantes exhortaron a los gobiernos a que apoyen a los jueces en esos esfuerzos, incluyendo la dotación de recursos suficientes.

Los participantes recomendaron que los establecimientos educacionales, especialmente las escuelas de derecho y los órganos de formación jurídica superior incorporen en sus programas académicos elementos educativos sobre la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer y la Convención sobre los Derechos del Niño y otros instrumentos internacionales de derechos humanos así como sobre su aplicación interna.

Los participantes instaron a las Naciones Unidas a que exploren la posibilidad de crear un centro internacional de educación judicial a fin de ayudar a los países en la concepción, formulación y aplicación de programas de formación judicial sobre instrumentos y jurisprudencia internacionales en materia de derechos humanos, recabando la participación de las organizaciones no gubernamentales en este proceso.

Los participantes recomendaron la creación de un centro internacional de información para asesorar y ayudar a los legisladores, jueces y magistrados, fiscales y abogados en el establecimiento de las prácticas y procesos concretos necesarios para aplicar e integrar los instrumentos internacionales de derechos humanos en sus respectivos ordenamientos jurídicos internos. Este centro de información deberá encargarse de recopilar los textos de las decisiones importantes en materia de derechos humanos y ponerlos a disposición de los jueces a nivel mundial recurriendo a todos los medios disponibles, incluyendo Internet.

Los participantes se comprometieron a difundir el contenido del presente comunicado en el plano nacional y a promover activamente su aplicación.