República Dominicana

INTERVENCIÓN DEL SEÑOR FRANCISCO GUERRERO PRATS

SECRETARIO DE ESTADO DE RELACIONES EXTERIORES DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

58° PERIODO DE SESIONES DE LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS NACIONES UNIDAS

Nueva York, 30 de septiembre de 2003


Señor Presidente de la Asamblea 
Señor Secretario General
Señores Jefes de Estado y de Gobierno
Señoras y Señores Ministros
Señoras y Señores Jefes de Misiones
Señoras y Señores Delegados

En estos momentos la comunidad internacional atraviesa por un período de reflexión y definiciones. Las grandes transformaciones experimentadas por la humanidad en el transcurso de la última década y los presentes desafíos reclaman una mayor responsabilidad de nuestras naciones en la búsqueda de soluciones urgentes a los problemas que nos afectan. En esta nueva sesión de la Asamblea General se nos presenta una magnífica oportunidad para lograr este objetivo.

La República Dominicana refrenda hoy una vez más su compromiso con la paz, la defensa de los derechos humanos, la seguridad, el desarrollo sostenible y el fortalecimiento de la democracia, pilares incuestionables para el mantenimiento de un orden internacional estable.

La Reforma de la Organización de las Naciones Unidas es un tema que ha estado en agenda por mucho tiempo. Los eventos ocurridos en los últimos años imponen definitivamente la necesidad de asumir con prioridad esta tarea.

En especial, la revisión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas se hace inminente. Desde la aprobación de la Resolución No. 47162 de la Asamblea General de fecha 11 de diciembre de 1992 hasta nuestros días, hemos debatido constantemente las diversas propuestas de reformas, pero ya es tiempo de accionar en la estructuración de un Consejo más representativo y equitativo, así como más transparente en la toma de decisiones que permitan fortalecer su legitimidad como ente garante del mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.

El terrorismo ha surgido como una amenaza constante para la humanidad. La incertidumbre y el dolor han marcado el inicio del Siglo XXI. Nuestras naciones tienen el desafío de combatir en conjunto, y a una escala global, la proliferación de armas de destrucción masiva, así como propiciar un desarrollo con equidad y una sociedad con libertad. Los problemas de seguridad exigen una acción decisiva contra el terrorismo internacional, el crimen organizado y el tráfico ilícito de armas y drogas.

Señor Presidente,

La Cumbre del Milenio estableció como una de sus metas primordiales para el año 2015, la reducción de la pobreza en un 50%. Si bien ha habido algunos avances en las metas fijadas, la pobreza constituye aún un fuerte flagelo. El Gobierno dominicano ha dado una importancia sustancial a este aspecto, creando el Gabinete Social como ente coordinador de todas las entidades gubernamentales de asistencia social, contribuyendo a que la canalización de los recursos tanto nacionales como internacionales sean asignados de una manera equitativa y en base a una focalización de las regiones que requieran la inversión social.

Todos los países debemos aunar esfuerzos, admitiendo responsabilidades, comunes y diferentes a la vez, para garantizar que el crecimiento y la pobreza no vayan a la par y que la satisfacción de las necesidades de la actual generación no provoque la destrucción de la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades.

Los resultados positivos de la IV Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) que se celebró en Doha, Qatar, en noviembre del 2001, y de la Conferencia Internacional sobre el Financiamiento al Desarrollo, celebrada en Monterrey, México, en marzo del 2002, proporcionaron elementos importantes para alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio. En la Agenda de Desarrollo de Doha y en el Consenso de Monterrey se acordó un marco para facilitar el acceso al mercado, mejorar las normas multilaterales para encauzar la globalización y aumentar la ayuda financiera al desarrollo.

Sin embargo, no podemos dejar de mencionar lo acontecido en la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC) recién concluida en la ciudad de Cancún, México. A pesar de no haberse podido lograr un consenso por las diferencias fundamentales en las posiciones sobre los temas esenciales de comercio, estamos seguros que esto no afectará al sistema multilateral de negociaciones. Al contrario, algunos países miembros sostienen que el impasse puede ser hasta necesario para forjar acuerdos internacionales más equitativos en el seno de la OMC.

Lo importante es no perder la dimensión del desarrollo dentro del programa de trabajo de la OMC, emanado de la Agenda de Desarrollo de Doha. Porque esa agenda incluye las aspiraciones de millones de personas en el mundo, cuya esperanza de progreso descansa en las oportunidades de la economía global.

Señor Presidente,

La posición del Gobierno dominicano en relación al Conflicto del Medio Oriente tiene como fundamento esencial el apego incondicional a las normas y principios del Derecho Internacional, particularmente, aquellos relativos a la solución pacífica de las controversias; a la condena del uso de la fuerza y el terrorismo en todas sus formas; al cumplimiento de buena fe de los tratados internacionales y al cabal acatamiento de las Resoluciones de las Naciones Unidas y sus órganos deliberativos.

Apegados a estos principios y en respuesta a los llamamientos humanitarios del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la República Dominicana ha hecho acto de presencia en las labores de reconstrucción de Irak, con el propósito de contribuir a crear las condiciones de seguridad y estabilidad que permitan la recuperación de la soberanía del pueblo iraquí.

De igual modo, nuestro país respalda el proceso de paz esbozado en la "Hoja de Ruta", presentada por Estados Unidos de América y apoyado por la Federación Rusa, la ONU y la Unión Europea, y entiende que se hace impostergable el alto a la violencia y el compromiso histórico de las partes de hacer sacrificios en pro de una solución definitiva al conflicto y una convivencia pacífica entre las mismas.

La elaboración de políticas de desarrollo sostenible exige abordar los problemas antes de que se produzcan. Esto implica avanzar en los objetivos de desarrollo del milenio, y basándose en ellos, progresar particularmente en áreas cruciales como la energía y la protección del medio ambiente.

En ese sentido, nuestra nación reitera su posición extemada en otros foros internacionales, de rechazar el transporte internacional marítimo de desechos radiactivos y material tóxico. Este también es un tema que está vinculado a la seguridad internacional.

Señor Presidente,

La importancia de garantizar los derechos de igualdad y equidad de la mujer y de promover su mayor participación política, ha sido una inquietud permanente de los Jefes de Estados en los diversos foros internacionales. El Instituto Internacional de Investigación y Capacitación de las Naciones Unidas para la Promoción de la Mujer (INSTRAW) es la única institución del sistema de Naciones Unidas dedicada exclusivamente a esta finalidad y que tiene como sede a Santo Domingo, capital de la República Dominicana. El Gobierno dominicano hace un llamado a los Estados Miembros para que de acuerdo a sus posibilidades, continúen apoyando con sus contribuciones las operaciones del INSTRAW en la República Dominicana.

Nuestro país preconiza la cultura de la paz, haciendo esfuerzos tendentes a que desde las aulas de educación primaria se puedan ir instruyendo a los niños en el fomento de la comprensión mutua, la formación cívica y de los derechos humanos.

Asimismo, creemos que la democracia estable y permanente es una meta posible. Los desafíos en este contexto son claros: cada vez más democracia, más respeto a los derechos cívicos, a la libertad de prensa, al ejercicio de los partidos políticos y de la opinión pública, dignidad y transparencia de los mandatarios, y legitimidad moral de todos.

Ante la preocupación de la proliferación en nuestras naciones del VIH/SIDA, el Gobierno dominicano ha hecho ingentes esfuerzos en dar cumplimiento a los compromisos asumidos en la Declaración de la Lucha Contra esta terrible enfermedad. En este sentido, hacemos un llamado a la necesidad de incrementar la cooperación internacional y los esfuerzos para garantizar la disponibilidad de los medicamentos a precios accesibles de conformidad a la Declaración de Doha sobre Propiedad Intelectual y Derecho de Salud.

Señor Presidente,

La República Dominicana saluda con optimismo la función desempeñada por la ONU y la OEA en sus esfuerzos por desarrollar programas de asistencia humanitaria a favor del pueblo haitiano. Es imperativo reiterar aquí la necesidad de un mayor apoyo de la comunidad internacional para beneficio de la hermana República de Haití y su desamparada población.

Aunque conscientes de que este tema ha quedado fuera de la agenda de esta Asamblea General, no queremos dejar de ratificar el respaldo a las aspiraciones de la República de China, Taiwán, de reincorporarse a esta organización, de la cual fue miembro durante muchos años. Esta posición nuestra es coherente con los principios de universalidad contenidos en la Carta de las Naciones Unidas, las bases de las normas del Derecho Internacional y la tradición histórica de las relaciones amistosas con Taiwán.

Señor Presidente,

En nombre del Gobierno dominicano permítame felicitarle por su elección como Presidente de esta Asamblea General, dando por seguro que su gestión será muy fructífera y exitosa para la comunidad internacional y un motivo de orgullo para su país, Santa Lucía y por ende para nuestra comunidad caribeña.

Asimismo, deseamos expresar el repudio del Gobierno dominicano al acto de barbarie perpetrado el día 19 de agosto contra la misión de las Naciones Unidas en Bagdad y reiterar a los familiares del Señor Sergio Vieira de Mello y los demás colaboradores fallecidos, nuestras más sentidas condolencias.

Todos conocemos los grandes retos que tiene la humanidad. Nuestro futuro depende del accionar del presente. En nuestras manos tenemos la oportunidad de satisfacer las expectativas de los pueblos del mundo. Asumamos con la debida responsabilidad este desafío.

Muchas Gracias Señor Presidente.