PARAGUAY

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Intervención del Excelentísimo

Señor Presidente de la República del Paraguay
Luis Angel González Macchi

Debate General del 56° Período Ordinario
de Sesiones de la Asamblea General
de las Naciones Unidas

Nueva York -11 de noviembre de 2001


 


Señor Presidente:

Al iniciar mi intervención en este Debate General, permítame Señor Han Seung-soo, Ministro de Relaciones Exteriores de Corea, manifestarle la satisfacción de mi delegación de verlo presidir los trabajos de esta Asamblea General, conociendo sus cualidades personales y profesionales que aseguran el éxito de nuestros trabajos.

 Su elección también es un reconocimiento a la hermana República de Corea, país con el cual mantenemos estrechos vínculos de cooperación y amistad. Puede tener la certeza de contar con el permanente y decidido apoyo de la Delegación del Paraguay en la consecución de sus labores.

Asimismo, aprovecho esta oportunidad para destacar el trabajo que viene desempeñando el Secretario General de nuestra organización, señor Kofi Annan, que fuera reconocido con la reciente distinción del Premio Nobel de la Paz, otorgado por su dedicación a la causa de las Naciones Unidas, que es precisamente la paz.

Estamos seguros que bajo su liderazgo, los esfuerzos de las Naciones Unidas llegarán a todos los pueblos, y la Organización se adecuará a la nueva realidad e importantes desafíos que el contexto de la política internacional nos impone.

Permítanme, habiendo hoy trascurrido dos meses de los trágicos y condenables sucesos del 11 de septiembre, reiterar la solidaridad de mi Gobierno y del Pueblo de la República del Paraguay para con el Gobierno y Pueblo de los Estados Unidos de América y ratificar el compromiso inclaudicable asumido en la lucha contra el terrorismo en todas sus manifestaciones. La República del Paraguay no es neutral ante tan cobarde crimen y seguirá apoyando todo esfuerzo de esta organización y de la comunidad internacional para desterrar definitivamente, estas practicas criminales de lesa humanidad. No debemos limitarnos exclusivamente a las manifestaciones de solidaridad y condena. Debemos asumir compromisos ciertos con el consenso internacional que se ha construido para hacer frente a esta grave amenaza contra la humanidad.
 

Señor Presidente:

Este Debate General se lleva a cabo en circunstancias que jamás hubiésemos podido imaginar, y que nos han recordado nuestra vulnerabilidad ante individuos y grupos de individuos que cometen actos de violencia indiscriminada que no pueden tener una razón de ser ni en la mente ni en el sentimiento de seres humanos civilizados. Asimismo, debemos recordar que el tema del terrorismo internacional ha figurado en la agenda de nuestra organización desde el vigésimo séptimo período ordinario de sesiones de la Asamblea General, y desde entonces, hasta la fecha, no hemos sido suficientemente diligentes en adoptar las medidas jurídicas y de seguridad colectiva necesarias para evitar hechos como los que hoy tardíamente lamentamos.

La urgente lucha contra el terrorismo en todas sus expresiones, que no debe interpretarse como una colisión entre civilizaciones ni creencias religiosas, constituye la prioridad de nuestra agenda internacional y no podemos afirmar que país alguno este libre del peligro que significa el terrorismo internacional. Pocas veces en la historia tuvimos desafíos tan graves contra la paz y seguridad internacionales, como el que hoy enfrentamos, hecho que nos impone asumir posiciones políticas claras y firmes, de conformidad con lo que disponen nuestra Carta y las normas vigentes del derecho internacional. Hoy, no tan solo está en juego la seguridad internacional, sino también el propio sistema democrático, que constituye una conquista y un bien universal en su constante aspiración y lucha por la libertad y la justicia.
 

Señor Presidente:

Mi Gobierno, apenas ocurridos los hechos mencionados, reforzó las medidas internas que las circunstancias exigían, de tal manera a poder ejercer un mayor control y seguridad sobre el movimiento de entrada y salida del país, respetando el principio de la libre circulación de las personas.

Consciente de su responsabilidad y fiel a los compromisos contraídos como miembro de esta Organización, la República del Paraguay, por decreto del Poder Ejecutivo dictado en fecha 24 de octubre del corriente año, constituyó una Comisión Interministerial para implementar la Resolución 1373 adoptada recientemente por el Consejo de Seguridad. Fueron invitados a designar representantes distintas reparticiones gubernamentales, los Poderes Judicial y Legislativo y la Fiscalía General de la República. La Comisión fue instalada el pasado 6 del corriente, bajo la coordinación del Ministerio de Relaciones Exteriores.

Asimismo, se encuentra actualmente en estudio en el ámbito del Poder Judicial un proyecto de Ley que tipifica y penaliza el delito de terrorismo, que cuenta con el firme apoyo del Poder Ejecutivo.

El 12 de octubre pasado, el Paraguay suscribió el Convenio Internacional para la Supresión de la Financiación del Terrorismo, el cual está siendo remitido al Congreso Nacional para su aprobación. El Gobierno Nacional se encuentra realizando los procedimientos constitucionales para que los demás convenios sobre la materia, de los que aún no es Parte, sean suscritos y ratificados o se proceda a su adhesión en el más breve plazo posible.

Igualmente, auguramos la pronta adopción por parte de la Asamblea General de las dos convenciones sobre terrorismo, que se encuentran en discusión en el Comité Especial creado para el efecto en la Sexta Comisión. No debemos esperar la reproducción de los acontecimientos del pasado 11 de septiembre para acelerar el fortalecimiento del marco jurídico internacional.

El tiempo que perdamos en fortalecer nuestro marco legal será oportunidad para que los terroristas incrementen su potencial y amplíen sus acciones delictivas a otros países.
 

Señor Presidente:

En el marco de la Organización de los Estados Americanos, hemos contribuido, con pleno convencimiento a determinar acciones y formular las decisiones que fueron adoptadas recientemente durante la Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones Exteriores.

En el marco de nuestra asociación regional, el MERCOSUR, se acordó el pasado 28 de septiembre, emprender la más amplia cooperación entre sus miembros, de modo de realizar el intercambio de informaciones, estudios, acciones conjuntas contra actividades terroristas y el establecimiento de un Grupo de Trabajo Permanente, para evaluar y diseñar políticas comunes de lucha contra el terrorismo.
 

Señor Presidente:

En las últimas semanas, hemos vuelto a experimentar una nueva amenaza terrorista, y me refiero especialmente, al uso de gérmenes biológicos, cuyos efectos pueden alcanzar una dimensión planetaria y amenazar a la misma humanidad en su conjunto. Esta nueva práctica criminal, nos obliga a reaccionar de la manera más rápida y enérgica posible y empeñar todos nuestros esfuerzos para descubrir a los perpetradores y sus patrocinadores, que actúan en el anonimato.
 

Señor Presidente:

La preocupación y acciones internacionales generadas por los sucesos de septiembre, deberían paralelamente llevarnos a reflexionar y evaluar otros temas de trascendental importancia en nuestra Agenda, tales como la lucha contra la pobreza, la necesidad de fortalecer la cooperación económica internacional para el desarrollo, el acceso a los mercados y a las tecnologías de información y comunicaciones, por parte de los paises en desarrollo, para que las asimetrías, que aún caracterizan las relaciones internacionales, sean menos profundas.

El cumplimiento de las metas establecidas en la Declaración del Milenio, así como otros compromisos que en el marco del desarrollo fueron asumidos en diversos foros de nuestra organización, debe seguir siendo uno de nuestros más grandes y urgentes desafíos para los años venideros. Por ello, concordamos plenamente con lo señalado por el Secretario General en su Memoria sobre la Labor de la Organización, de que la batalla más difícil que enfrenta la comunidad internacional es la erradicación de la pobreza, para lo cual es preciso acelerar el crecimiento económico de los países en desarrollo.

Confiamos que la Conferencia Internacional sobre el Financiamiento para el Desarrollo, a celebrarse el año próximo en Monterrey, México, alcanzará los resultados que esperamos. Para ello creemos necesario que se consideren las claras diferencias entre los niveles de desarrollo existentes, la diversidad en la capacidad de insertarse en los procesos internacionales y, en este contexto, la especial situación de los países sin litoral marítimo que, por imperio de la naturaleza, deben enfrentar dificultades mayores para su comercio exterior, con la consecuente desaceleración de su desarrollo económico.

Abrigamos la esperanza de que el resultado final de esta Conferencia no se limite única y exclusivamente a una mera declaración política o de expresión de deseos, sino que incorpore objetivos y metas claras para que la dinámica de la globalización, antes que acrecentar la brecha existente entre ricos y pobres, permita el desarrollo de todas las naciones dentro de un marco incluyente y equitativo.
 

Señor Presidente:

Ante los nuevos desafíos y cambios que se han producido a partir del nuevo milenio, ratificamos nuestro compromiso con la urgente necesidad de fortalecer nuestra organización, reafirmando en primer lugar el rol central que le compete a la Asamblea General, por ser el órgano deliberativo más representativo, universal y equitativo. No debemos permitir que la Asamblea General, se constituya en un mero auditorio en la que participamos para cumplir con una rutina en función de un cronograma de trabajo preestablecido.

La aceleración de la reforma del Consejo de Seguridad es otro de los pilares en los que se sustenta el fortalecimiento de las Naciones Unidas. El Consejo debe convertirse en un órgano más democrático, representativo y transparente, de manera que alcance un mejor equilibrio político. Este proceso debe contemplar tanto el aumento de los miembros permanentes y no permanentes, para asegurar una mayor participación de los países en vías de desarrollo, que se encuentran actualmente sub-representados.

Asimismo, creemos que en el campo de la transparencia de las actividades del Consejo, es conveniente que se establezcan mecanismos interactivos con los demás miembros de la organización para un mayor acceso a las gestiones del Consejo. Por ello, recibimos con satisfacción las reuniones informativas que el Presidente del Comité Especial sobre la Resolución 1373 lleva adelante con los demás miembros de nuestra organización.

Otro tema pendiente que debe ser resuelto por nuestra organización y uno de los que más nos preocupa, dado el reciente incremento de la violencia y la perdida de vidas, es el relativo a la situación en el Medio Oriente.

Creemos que tanto la Asamblea General como el Consejo de Seguridad, deben redoblar sus esfuerzos para arribar a una solución que satisfaga las justas aspiraciones de las partes involucradas, que debe contemplar el reconocimiento de la existencia de Israel dentro de fronteras seguras y bien determinadas, y el pleno goce del pueblo palestino de su derecho de contar con una patria propia. Para ello, debemos abordar el tema con firmeza y decisión a fin de que coincidamos con una voluntad política necesaria para contribuir a la paz y a la seguridad internacionales.

Asimismo, mi país espera que otros focos de tensión en el mundo queden resueltos. En este sentido, atendiendo al principio de universalidad consagrado en nuestra Carta, abogamos para que la cuestión de la República de China pueda resolverse en el marco de las normas del derecho internacional.
 

Señor Presidente:

La realidad económica y social y sus consecuencias, nos obligan a movilizar eficientemente, con la más absoluta responsabilidad y solidaridad, la cooperación necesaria por parte de los países desarrollados y de las instituciones financieras internacionales, en los desafíos que enfrentamos los gobernantes cuando buscamos generar las condiciones de igualdad de oportunidades para el empleo remunerado, la eliminación de las desigualdades de ingresos que amenazan la estabilidad social, la necesidad de proveer la atención y servicios básicos mínimos de la población, así como el desarrollo sostenible de nuestros países.

Para concluir, sentimos hoy más que nunca la necesidad de que se inicie un proceso que nos permita concertar racionalmente un nuevo orden económico mundial más solidario y participativo, que tenga como fin, promover definitivamente el desarrollo y bienestar de nuestros pueblos. En este sentido, quiero expresar el pleno convencimiento de mi Gobierno, de que la actual coyuntura internacional resalta la importancia de que este proceso comience y concluya en el ámbito de las Naciones Unidas, asegurándose de este modo la plena participación de todos sus miembros.
 

Muchas gracias