El Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF) reveló este martes que los niños representan un tercio de los casos de cólera registrados en Yemen.

Hasta el momento un total de 250 pacientes han sido diagnosticados con la enfermedad, y hay 11.000 casos sospechosos. Al menos 130 personas fallecieron en las últimas tres semanas a causa del padecimiento, según datos de las autoridades locales.

El representante de UNICEF, Christophe Bouleric, dijo a la prensa en Ginebra que el cólera se propaga rápidamente debido a la falta de servicios públicos básicos, como resultado de más de dos años de conflicto entre las fuerzas gubernamentales y la oposición.

Estos incluyen el sistema sanitario, el abastecimiento de agua y la gestión de basura. La crisis económica y el deterioro de las condiciones de la vida de las familias, también contribuyen a contraer la enfermedad, dijo Bouleric.

Añadió que alrededor de 2,2 millones de niños sufren de desnutrición, 462.000 de ellos de manera grave, y que uno de cada dos yemenitas menores de 5 años no se desarrolla física y mentalmente en correspondencia con su edad.

“Los yemenitas están frente a una nueva crisis de salud pública. El 25% de los casos son de la provincia de Sanaá y un tercio del total de los afectados son niños. Yemen es un país muy peligroso para los pequeños, que viven en un contexto de extrema vulnerabilidad”, advirtió.

El representante agregó que los hospitales y centros médicos están teniendo dificultades para atender al gran número de pacientes que acuden con síntomas de cólera debido a la escasez crónica de doctores y personal de enfermería.

Naciones Unidas y sus socios humanitarios están haciendo todo lo posible para responder a esta crisis, que se perfila como más grave que la ocurrida en octubre de 2016.

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