El Secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, participó hoy en un encuentro sobre los vínculos entre la gestión del agua y la reducción de los riesgos de desastres.

Durante la reunión temática inaugurada en la Sala de la Asamblea General, Ban recordó que las inundaciones, las sequías y los ciclones han causado de 1990 a la fecha más de un billón de dólares en daños y han afectado a más de 4.000 millones de personas.

«Los más pobres y vulnerables son los primeros y los que más sufren», afirmó el titular de la ONU, al subrayar el carácter inseparable del manejo del agua y la preparación para los siniestros.

«Sin embargo, con frecuencia se piensa en silos y se responde a las amenazas de manera fragmentada. Es hora de superar esas brechas conceptuales y operacionales», agregó.

Ban resaltó que el encuentro se realiza a 12 días de la Conferencia sobre el Cambio Climático de París, donde los líderes trabajarán en el diseño de un plan para mitigar los efectos del calentamiento global, que según los científicos, incluirán sequías devastadoras, inundaciones catastróficas y ciclones destructivos.

El responsable de la ONU subrayó el papel crucial que la gestión del agua y la reducción de los riesgos de desastres juegan en el aseguramiento de la seguridad alimentaria, en el incremento del acceso a la energía, y en el enfrentamiento de los riesgos derivados de la rápida urbanización.

«Las inversiones en la adaptación al cambio climático y la reducción de riesgos de desastres también pueden ayudar a combatir el cambio climático, salvar vidas y evitar la destrucción de infraestructura vital», añadió.

Ban pidió a los Estados comprometerse con la Agenda para el Desarrollo Sostenible y el acuerdo marco adoptado en marzo en la Tercera Conferencia Mundial de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres, en Sendai, Japón, en las que la gestión del agua y la reducción del riesgo de desastres están totalmente integradas.

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