Plan
de Aplicación
I. Introducción
1. Los principios fundamentales
y el programa de acción para lograr el desarrollo
sostenible surgieron de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo, celebrada en Río de Janeiro en 1992 1. Reafirmamos
resueltamente nuestra adhesión a los principios
de Río , a la plena aplicación del Programa 212 y
al Plan para la ulterior ejecución del Programa
213. También
nos comprometemos a cumplir las metas convenidas
internacionalmente en relación con el desarrollo,
incluidas las que figuran en la Declaración del
Milenio4 ,
los documentos finales de las principales conferencias
de las Naciones Unidas y los acuerdos internacionales
que se han celebrado y convenido desde 1992.
2. El presente plan de aplicación complementará los
logros conseguidos desde la Conferencia y acelerará el
cumplimiento de las metas restantes. Con tal
fin, nos comprometemos a llevar a cabo actividades
concretas y a adoptar medidas en todos los niveles
para intensificar la cooperación internacional
teniendo en cuenta los principios de Río, que
incluyeron, entre otros, el de las responsabilidades
comunes pero diferenciadas que se enuncia en
el principio 7 de la Declaración de Río sobre
el Medio Ambiente y el Desarrollo5 .
Esa labor promoverá asimismo la integración de
los tres componentes del desarrollo sostenible
el crecimiento económico, el desarrollo social
y la protección del medio ambiente, pilares interdependientes
que se refuerzan mutuamente. La erradicación
de la pobreza y la modificación de las modalidades
insostenibles de producción y consumo, así como
la protección y ordenación de la base de recursos
naturales del desarrollo económico y social,
son objetivos generales y requisitos esenciales
del desarrollo sostenible.
3. Reconocemos que la aplicación de las decisiones
de la Cumbre debe beneficiar a toda la población,
en especial a las mujeres, los jóvenes y los
grupos vulnerables. Además, en esta empresa deben
participar todas las partes interesadas mediante
asociaciones de colaboración, en especial entre
los gobiernos del norte y del sur, por una parte,
y entre los gobiernos y los principales grupos
de la sociedad civil, por otra, para conseguir
las metas ampliamente aceptadas del desarrollo
sostenible. Como se hace patente en el Consenso
de Monterrey 6,
esas asociaciones son fundamentales para lograr
el desarrollo sostenible en un mundo en vías
de globalización.
4. La buena gestión de los asuntos públicos
en los países y en el plano internacional es
esencial para el desarrollo sostenible. En el
plano nacional, las políticas ambientales, económicas
y sociales bien fundadas, las instituciones democráticas
que tengan en cuenta las necesidades de la población,
el imperio de la ley, las medidas de lucha contra
la corrupción, la igualdad entre los géneros
y un entorno propicio a las inversiones constituyen
la base del desarrollo sostenible. Como consecuencia
de la globalización, los factores externos son
ahora factores críticos que determinan el éxito
o el fracaso de los esfuerzos de los países en
desarrollo en el ámbito nacional. La brecha entre
los países desarrollados y en desarrollo indica
que para mantener y acelerar el progreso hacia
un desarrollo sostenible en todo el mundo, sigue
siendo necesario un entorno económico internacional
dinámico que favorezca la cooperación internacional,
en particular en las esferas de las finanzas,
la transferencia de tecnología, la deuda y el
comercio, y la participación plena y efectiva
de los países en desarrollo en el proceso de
adopción de decisiones a nivel mundial.
5. La paz, la seguridad, la estabilidad y el
respeto de los derechos humanos y las libertades
fundamentales, incluido el derecho al desarrollo,
así como el respeto de la diversidad cultural,
son esenciales para lograr el desarrollo sostenible
y asegurar que beneficie a todos.
6. Reconocemos la importancia
de la ética para el desarrollo sostenible y,
por consiguiente, subrayamos la necesidad de
tenerla en cuenta en la aplicación del Programa
21.
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1 Informe
de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre
el Medio Ambiente y el Desarrollo, Río de Janeiro,
3 a 14 de junio de 1992 (publicación de las Naciones
Unidas, número de venta: S.93.I.8 y correcciones).
2 Ibíd.,
vol. I: Resoluciones aprobadas por la Conferencia,
resolución 1, anexos I y II.
3 Resolución S-19/2
de la Asamblea General, anexo.
4 Resolución 55/2
de la Asamblea General.
5 Informe de la Conferencia
de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente
y el Desarrollo, Río de Janeiro, 3 a 14 de junio
de 1992 (publicación de las Naciones Unidas,
número de venta: S.93.I.8 y correcciones), vol.
I: Resoluciones aprobadas por la Conferencia,
resolución 1, anexo I).
6 Informe de la Conferencia
Internacional sobre la Financiación para el Desarrollo,
Monterrey (México), 18 a 22 de marzo de 2002
(publicación de las Naciones Unidas, número de
venta: S.02.II.A.7), cap. I, resolución 1, anexo.
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