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Cumbre de Johannesburgo 2002
Bienvenido a la Cumbre de Johannesburgo 2002
 
Los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Doha podrían contribuir a luchar contra la pobreza y fomentar los esfuerzos de desarrollo sostenible

15 de noviembre - Con una economía mundial en crisis, la decisión adoptada por los 142 miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Doha (Qatar) de celebrar negociaciones sobre la eliminación de las barreras comerciales y el fomento del comercio y las inversiones en los países en desarrollo podría dar un impulso considerable a los esfuerzos encaminados a luchar contra la pobreza y proteger el medio ambiente.

Además de concertar un acuerdo en que se exhortaba a entablar negociaciones sobre una gama de cuestiones comerciales clave, los ministros que asistieron a las conversaciones de la OMC aprobaron una declaración en que indicaban que los gobiernos tenían el derecho de hacer frente a los problemas de salud, pese a cualesquiera disposiciones en sentido contrario que figuraran en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio, instrumento que rige la utilización de la propiedad intelectual. Este acuerdo podría allanar el camino para que los países en desarrollo obtuvieran a un precio más bajo versiones genéricas de fármacos patentados, para luchar contra enfermedades tales como el SIDA, la tuberculosis y el paludismo.

El Sr. Kofi Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, acogió con agrado el acuerdo y expresó su esperanza de que las nuevas negociaciones condujeran a una verdadera ronda de conversaciones sobre el desarrollo que eliminara las barreras comerciales a los productos de los países en desarrollo, abriera oportunidades de mercado y ayudara a los países en desarrollo a fomentar su capacidad para aprovechar esas oportunidades.

En el acuerdo de la OMC se establece un programa de trabajo hasta 2005, y se exhorta a entablar negociaciones encaminadas a reducir gradualmente los subsidios a los productos agrícolas, lo que resulta sintomático.

Los países en desarrollo han mantenido que los niveles elevados de subsidios a los agricultores de los países desarrollados de hecho han impedido que sus exportaciones compitan en los mercados de esos países. El Banco Mundial estima que, en la actualidad, los subsidios agrícolas en los países desarrollados ascienden a 1.000 millones de dólares por día, y que la eliminación de esos subsidios beneficiaría a los países en desarrollo en unos 1,5 billones de dólares al año.

También se celebrarán negociaciones para mejorar el acceso a los mercados de productos no agrícolas mediante la reducción o la eliminación de los aranceles. Los ministros convinieron en que la nueva ronda de conversaciones debería dar lugar a que los países en desarrollo recibieran un tratamiento preferencial. Además, los países examinarán otras cuestiones, como las leyes "anti-dumping" que los países desarrollados han utilizado para apoyar sus propias industrias.

El Sr. James Wolfensohn, Presidente del Banco Mundial, dijo a la OMC que las investigaciones realizadas a cabo por el Banco Mundial sugieren que la eliminación de los obstáculos restantes al comercio de mercancías podría reducir en 300 millones el número de personas pobres de los países en desarrollo para 2015.

Según las mismas estimaciones, los nuevos acuerdos podrían dar lugar a la desaparición de hasta 700.000 millones de dólares en aranceles y subsidios que distorsionan el comercio, lo que posiblemente generaría 2,8 billones de dólares en actividad económica a escala mundial para 2015.

No obstante, al inicio de las conversaciones los países en desarrollo se mostraban muy recelosos de iniciar una nueva ronda de negociaciones, y argüían que los países desarrollados no habían cumplido su parte del acuerdo concertado en las rondas de conversaciones previas, a saber, de abrir sus mercados a determinados productos de los países en desarrollo, como los productos textiles y las prendas de vestir.

El Ministro de Comercio e Industria de la India, Sr. Murasoli Maran, dijo: "No es posible que seamos rehenes de demandas infundadas de que hagamos concesiones para lograr que se lleven a cabo negociaciones que ya han sido objeto de mandato. Tampoco podemos aceptar el argumento de que existe el mandato de comenzar determinadas negociaciones y no de completarlas".

El Sr. Maran añadió que la India se oponía firmemente a cualquier esfuerzo por vincular el comercio a determinadas normas laborales o ambientales. "Consideramos que son caballos de Troya del proteccionismo".

Pero los países en desarrollo sí obtuvieron algunas concesiones importantes. Además de la cuestión relativa a la patente de fármacos, la Unión Europea recibió permiso para otorgar concesiones en materia de aranceles preferenciales a 77 países en desarrollo de África, el Caribe y el Pacífico. Tradicionalmente, la Unión Europea importaba productos de esos países a tasas preferenciales, pero con arreglo a las normas de la OMC, se puso fin a la práctica, lo que provocó fuertes controversias. Los países del Caribe, por ejemplo, se vieron en la incapacidad de competir en el mercado bananero con las plantaciones más grandes de América Latina, si no les otorgaba ese tratamiento preferencial.

La OMC también amplió el número de sus miembros en la reunión de Doha, al aprobar las solicitudes de ingreso de China y el Taipei chino. Actualmente hay 28 países que desean ingresar en la OMC.

El Sr. Nitin Desai, Secretario General Adjunto de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, refiriéndose a la depresión actual de la economía mundial, dijo que era "más profunda, más generalizada y más fuerte de lo que se había anticipado" y añadió que la adhesión clara y universal a una nueva ronda de negociaciones comerciales en Doha debería reafirmar inmediatamente la confianza en el comercio internacional y en el sistema comercial internacional.

Los ministros convinieron en reafirmar decididamente su compromiso con el objetivo del desarrollo sostenible y señalaron que seguían convencidos de que un sistema comercial multilateral abierto y no discriminatorio, la protección del medio ambiente y la promoción del desarrollo sostenible podían reforzarse mutuamente. También destacaron que no se debería impedir que un país adoptara medidas para proteger el medio ambiente o salvar vidas, en la medida en que no se tratara de medidas proteccionistas disfrazadas.

Los ministros también exhortaron a establecer una mayor cooperación entre la OMC y las organizaciones internacionales de desarrollo y medio ambiente en el proceso conducente a la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible que se celebrará en Johannesburgo el próximo mes de septiembre.

El Sr. Alexander Erwin, Ministro de Transporte e Industria de Sudáfrica, dijo que, si bien se aceptaba que había una vinculación entre el comercio, el desarrollo y el medio ambiente, los vínculos eran complejos y las cuestiones que se planteaban iban más allá del ámbito de la competencia de la OMC. Dijo que sería más conveniente remitir esas cuestiones a la Cumbre de Johannesburgo.

"Tendremos la oportunidad de situar ese diálogo en el marco conceptual más amplio del 'desarrollo sostenible' con ocasión de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, que se celebrará en Sudáfrica el año próximo. La conferencia brindará a Sudáfrica la oportunidad de ir más allá del examen de la ejecución del Programa 21 y abordar las cuestiones relativas a la desigualdad y los elevados niveles de pobreza a escala mundial."

El Sr. Pascal Lamy, Comisario responsable del Comercio de la Unión Europea, dijo que Doha representaba únicamente la primera parada de "una secuencia virtuosa que he denominado D-M-J". Añadió: "La primera parada: Doha, para la ronda. La segunda parada: Monterrey, para la mejora de la financiación para el desarrollo. La tercera parada: Johannesburgo, para la sostenibilidad. En vista de la situación que se ha creado después de los acontecimientos del 11 de septiembre, tenemos que utilizar todos los instrumentos multilaterales a nuestra disposición si deseamos lograr progreso real en el camino hacia el desarrollo sostenible".

Hubo algunas críticas del nuevo acuerdo. Los Amigos de la Tierra Internacional señalaron que el nuevo programa de la OMC era un "desastre para el desarrollo sostenible", aunque los gobiernos convinieran en hacer avanzar los debates sobre comercio y medio ambiente. Aduciendo que la anterior liberalización del comercio había dado lugar a una degradación ambiental considerable, indicaron que el acuerdo último era ambiguo, estrecho y podría constituir una amenaza para las reglamentaciones en materia de medio ambiente.

La Sra. Alexandra Wandel, de Los Amigos de la Tierra Internacional, dijo: "Los gobiernos han venido a esta reunión con un programa a favor de la liberalización que ya no es popular. Una vez más han fracasado en forjar un pensamiento conjunto a escala mundial que tan necesario resulta para el mundo. Tiene que producirse una transformación completa del sistema comercial para que el programa sea sostenible, justo y democrático".

(* inglés)



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06 de marzo de 2002