Mexico City

15 April 2014

Secretary-General's remarks at the opening ceremony of the first High-level meeting of the Global Partnership for effective development cooperation - in English and Spanish

Ban Ki-Moon, Former Secretary-General

(Scroll down  for Spanish)

As delivered

REMARKS AT OPENING CEREMONY OF THE FIRST HIGH-LEVEL MEETING OF THE GLOBAL PARTNERSHIP FOR EFFECTIVE DEVELOPMENT CO-OPERATION

It is a great honour to be here.

I thank President Peña Nieto and the Government and people of Mexico for hosting this important meeting.

Two years ago, many of us met in Busan and expressed a strong collective commitment to work better together to reduce poverty and meet the Millennium Development Goals.

Since then, we have made important progress.  But we have not done enough.

As the 2015 deadline draws near, all of us must do more to deliver on our commitments. And as we shape an inspiring post-2015 development agenda, the international community must be committed to supporting the future goals and targets through a renewed global partnership.

Critically, we must ensure the financing to match our ambitions.

We will soon return to the efforts that began here in Mexico – at Monterrey – with a new conference on financing for sustainable development. The Monterrey Consensus and Doha Declaration provide the basis for the financing framework beyond 2015.

This framework must be broad – encompassing aid, trade, debt sustainability and macroeconomic stability.  Resources must be mobilized from all sources -- national, international, private and public.
For the least developed countries, countries in conflict and others that are largely bypassed by international financing flows, official development assistance will remain vital. ODA can also serve as a catalyst, enabling countries to leverage other sources of finance.

I congratulate those donors who are meeting their aid commitments in the face of budgetary pressures.  I call on others to show resolve and meet your commitments to the world’s poorest.  We know that the effectiveness of development aid is just as important as the levels.

The results from the monitoring of the Busan commitments underscore the challenges we face.  Much greater progress is needed to increase country ownership, accountability, predictability and flexibility in how aid is provided.  We need to redouble our efforts and make inclusive partnerships -- a core aspect of the Busan Partnership agenda – a reality.

I am encouraged by the steps that recipient developing countries are taking to set clearer development strategies and ensure national ownership through effective coordination systems and greater parliamentary oversight. This contributes to greater transparency and accountability for all development partners.  But more needs to be done to tackle corruption, improve regulation and engage with civil society.

We will need to mobilize domestic resources by broadening tax bases; strengthening tax administration; improving governance of extractive industries; and cracking down on illicit financial flows at both the point of origin and the point of destination. I commend the leadership that Africa has shown on this agenda and urge us all to strengthen these efforts.

The world has moved on from the traditional donor- recipient relations. South-South Cooperation has registered impressive growth that is bringing new knowledge and new perspectives.  We have many successful examples of truly global partnerships that are delivering specific results, from GAVI Alliance and Every Woman Every Child initiative in the health sector, to the Sustainable Energy for All initiative.

The private sector has become eager to increase its engagement, not just because there are business opportunities but because they see the value in ethical business and in helping to improve people’s lives.

Civil society is also an increasingly essential partner in delivering services, monitoring progress and strengthening accountability.

The stage is set for wider, deeper progress.

The world is at a turning point in its pursuit of sustainable development.

We have the lessons of the MDGs in our hands.

We are in the midst of a rich global discussion on our shared future, with a new set of goals taking shape.

There is growing awareness that climate change is not just a threat but also an opportunity to re-orient our economies for the better.

The Global Partnership for Effective Development Cooperation has a crucial contribution to make.

I hope to see concrete messages and initiatives coming out of this meeting that will strengthen country-level ownership, uphold development cooperation commitments and inform our discussions at the United Nations.

I count on your leadership as we work together to achieve sustainable development and a life of dignity for all. Let us work together.

Thank you.

OBSERVACIONES DEL SECRETARIO GENERAL EN OCASIÓN DE LA CEREMONIA DE APERTURA DE LA PRIMERA REUNIÓN DE ALTO NIVEL DE LA ALIANZA MUNDIAL DE COOPERACIÓN EFICAZ PARA EL DESARROLLO

Es un gran honor para mí estar aquí.

Agradezco al Presidente Peña Nieto y al Gobierno y pueblo de México por acoger esta reunión tan importante.

Hace dos años, muchos de nosotros nos reunimos en Busan y expresamos el firme compromiso colectivo de trabajar juntos, de una manera más efectiva, para reducir la pobreza y alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Desde entonces, hemos realizado importantes avances. Sin embargo, no hemos hecho lo suficiente.

Según se aproxima la fecha límite de 2015, todos nosotros debemos realizar mayores esfuerzos para cumplir nuestros compromisos. Y mientras definimos una inspiradora agenda para el desarrollo para después de 2015, la comunidad internacional debe comprometerse a apoyar los objetivos y metas futuros mediante una alianza mundial renovada.

Y algo que es fundamental: debemos asegurar la financiación necesaria para alcanzar nuestras ambiciones.

Pronto retomaremos los esfuerzos que comenzamos a realizar aquí, en México (en Monterrey), con una nueva conferencia sobre la financiación para el desarrollo sostenible. El Consenso de Monterrey y la Declaración de Doha constituyen la base del marco para la financiación después de 2015.

Este marco debe ser amplio, e incluir la asistencia, el comercio, la sostenibilidad de la deuda y la estabilidad macroeconómica. Es necesario movilizar recursos de todas las fuentes: nacionales, internacionales, privadas y públicas.

Para los países menos desarrollados, los países en conflicto y otros que quedan en gran medida fuera de los flujos de financiación internacionales, la asistencia oficial para el desarrollo seguirá siendo fundamental. Dicha asistencia también puede servir como catalizador, permitiendo a los países obtener otras fuentes de financiación.

Felicito a los donantes que están cumpliendo sus compromisos de asistencia, a pesar de experimentar dificultades presupuestarias. Exhorto a los demás a mostrar su determinación y cumplir los compromisos que han asumido con los más pobres del mundo. Sabemos que la eficacia de la ayuda para el desarrollo es tan importante como los niveles de esa ayuda.

Los resultados que arroja el examen de los compromisos de Busan ponen de manifiesto los problemas que afrontamos. Es necesario avanzar mucho más para aumentar la titularidad nacional, la rendición de cuentas, la predictibilidad y la flexibilidad en la forma en que se proporciona la ayuda. Es necesario que redoblemos nuestros esfuerzos y convirtamos las alianzas inclusivas en una realidad, un aspecto fundamental de la agenda de la Alianza de Busan.

Me siento alentado por las medidas que están adoptando los países en desarrollo que reciben ayuda para establecer estrategias de desarrollo más claras y asegurar la titularidad nacional mediante sistemas de coordinación eficaces y una mayor fiscalización parlamentaria, lo que contribuye a una mayor transparencia y rendición de cuentas para todos los asociados para el desarrollo. Sin embargo, debemos hacer más para combatir la corrupción, mejorar la regulación y trabajar con la sociedad civil.

Necesitaremos movilizar los recursos domésticos ampliando la base impositiva; fortaleciendo la administración tributaria; mejorando la gobernanza de las industrias de la extraccion; y combatiendo con firmeza los flujos financieros ilegales, tanto en su lugar de origen como en su lugar de destino. Encomio el liderazgo que ha mostrado África en relación con esta agenda e insto a que todos nosotros fortalezcamos estos esfuerzos.

El mundo ha dejado atrás las relaciones tradicionales entre donantes y receptores. La Cooperación Sur-Sur ha registrado un crecimiento impresionante que está aportando nuevos conocimientos y nuevas perspectivas. Tenemos numerosos buenos ejemplos de alianzas verdaderamente mundiales que están dando resultados concretos, desde la Alianza GAVI y la iniciativa Todas las Mujeres, Todos los Niños, en el sector de la salud, hasta la alianza Energía Sostenible para Todos.

El sector privado tiene gran interés en aumentar su colaboración, no solo porque ve oportunidades para hacer negocios, sino porque valora participar en negocios éticos y ayudar a mejorar la vida de las personas.

La sociedad civil también es un asociado cada vez más esencial en la prestación de servicios, la fiscalización de los avances logrados y el fortalecimiento de la rendición de cuentas.

Las condiciones están dadas para obtener progresos más profundos, de alcance más amplio.

El mundo se encuentra en un punto de inflexión en su intento de lograr el desarrollo sostenible.

Las enseñanzas que nos han dejado los Objetivos de Desarrollo del Milenio están en nuestras manos.

Estamos en el medio de un debate mundial fructifero sobre nuestro futuro común, y se está configurando un nuevo conjunto de objetivos.

Existe una concienciación cada vez mayor de que el cambio climático no es solo una amenaza sino también una oportunidad para reorientar nuestras economías en un sentido más positivo.

La Alianza Mundial de Cooperación Eficaz para el Desarrollo tiene una contribución fundamental que hacer.

Espero que de esta reunión surjan iniciativas y mensajes concretos que fortalezcan la titularidad al nivel de los países, sostengan los compromisos de cooperación para el desarrollo y constituyan la base de nuestras deliberaciones en las Naciones Unidas.

Cuento con su liderazgo, al trabajar juntos para alcanzar un desarrollo sostenible y una vida digna para todos.

Gracias.