COLOMBIA: UNA NUEVA LEY HISTÓRICA OFRECE ESPERANZAS DE JUSTICIA Y REPARACIÓN A LAS VÍCTIMAS DE VIOLENCIA SEXUAL
(24 de junio de 2014)

Acojo con satisfacción la adopción de una nueva ley en Colombia en materia de acceso a la justicia para las víctimas de violencia sexual, en especial la violencia sexual con ocasión del conflicto armado, sancionada por el Presidente Santos el pasado 18 de junio.
La adopción de la ley 1719 marca un hito importante en la mejora del reconocimiento de las víctimas de violencia sexual en Colombia y en la obtención de la reparación y la justicia que merecen. Al establecer explícitamente que la violencia sexual puede constituir un crimen de lesa humanidad, y que los delitos de genocidio, lesa humanidad y crímenes de guerra son imprescriptibles, esta ley tiene el potencial de impulsar los esfuerzos de Colombia para hacer frente a la impunidad ante la violencia sexual. Me complace constatar que la ley incluye delitos que no figuraban previamente en el Código Penal, como la esterilización forzada, el embarazo forzado y la desnudez forzada, y añade una referencia específica a las circunstancias agravantes cuando la violencia sexual se comete como una forma de retaliación o intimidación de personas defensoras de derechos humanos. Celebro igualmente las disposiciones relativas a la protección, a la reparación integral, al apoyo psicosocial y a la atención médica gratuita para las víctimas, así como la precisión en el sentido de que los delitos de violencia sexual no podrán serán investigados por tribunales militares.
La Ley 1719 es el resultado de más de dos años de consultas con una amplia gama de interlocutores, incluyendo expertos de la sociedad civil y entidades de las Naciones Unidas, como mi Oficina, a través del Equipo de Expertos de las Naciones Unidas sobre el Estado de Derecho y la Violencia Sexual en los Conflictos.
La adopción de esta ley llega en un momento crucial en la historia de Colombia y demuestra el compromiso de las autoridades con el estado de derecho y un futuro de paz, al seguir afrontando los crímenes del conflicto.
Insto a las autoridades a garantizar su aplicación y a adoptar las medidas necesarias para investigar y enjuiciar todos los casos de violencia sexual perpetrados durante el conflicto armado, así como asegurar que las víctimas reciban justicia, de conformidad con el espíritu de esta ley histórica. De tener éxito en este propósito, Colombia puede convertirse en un modelo de inspiración para la región y el resto del mundo. Mi Oficina, a través del Equipo de Expertos, permanece a disposición de las autoridades nacionales para apoyar sus esfuerzos en la aplicación de las disposiciones de esta ley.
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