DISCURSO DE ACEPTACIÓN CON MOTIVO DE SU ELECCIÓN

– tal como se formuló –

Discurso del Excmo. Sr. Miroslav Lajčák, por su elección como Presidente del 72º período de sesiones de la Asamblea General

Su Excelencia, Peter Thomson, Presidente de la Asamblea General,
Su Excelencia, António Guterres, Secretario General,
Excelencias, Distinguidos Delegados,

Antes de iniciar mi intervención, quiero sumar mi apoyo a la declaración del Presidente Thomson para condenar — en los términos más enérgicos— el horrible atentado ocurrido en Kabul. No hay ninguna justificación para tan terrible violencia.

Ante todo, deseo dar las gracias a la Asamblea General. Me complace realmente haber sido elegido Presidente de la Asamblea General en su septuagésimo segundo período de sesiones. Mi más grande honor es haber ganado el apoyo de la Asamblea, y me siento de verdad privilegiado por tener la oportunidad de prestarle servicio a lo largo del próximo período de sesiones.

He sido diplomático profesional toda mi vida, trabajando tanto para Eslovaquia como para la comunidad internacional con pasión y sentido de compromiso. Siempre he creído en el respeto, la honestidad y la dignidad, las normas, el diálogo y la búsqueda de la avenencia. En el transcurso de mi carrera, he tenido la suerte de conocer a muchos de los representantes aquí reunidos. Por lo tanto, granjearme la confianza de la Asamblea hoy significa que no solo estoy asumiendo una responsabilidad profesional, sino también personal.

Es la primera vez que Eslovaquia me confía este papel. Estoy muy agradecido por el apoyo que me han brindado el Presidente, el Gobierno y el pueblo de mi país. Mi país siempre ha estado comprometido firmemente con el multilateralismo, en cuyo centro se sitúan las Naciones Unidas. Durante años, hemos colaborado en una amplia gama de actividades de las Naciones Unidas mediante nuestra labor en sus principales órganos y nuestra participación en las operaciones de mantenimiento de la paz o en la prestación de asistencia humanitaria y para el desarrollo.

En el curso de mi mandato quiero prestar una atención especial a los tres pilares de las Naciones Unidas y me propongo trabajar en las siguientes seis prioridades.

En primer lugar, pido a los Estados Miembros que se centren en los pueblos que están luchando por la paz y por una vida digna para todos en un planeta sostenible. Creo que podemos hacer más para acercar a las Naciones Unidas a los ciudadanos del mundo. Las naciones de todo el planeta continúan depositando grandes esperanzas en las Naciones Unidas. La tarea principal de la Asamblea General, como el órgano más representativo, es redoblar sus esfuerzos. Debe marcar una diferencia genuina en la vida de los ciudadanos corrientes.

En segundo lugar, quiero subrayar la importancia de la prevención y la mediación para el sostenimiento de la paz. Comparto esa prioridad con el Secretario General Guterres, ya que siempre he abogado firmemente a favor de la diplomacia preventiva. Los esfuerzos anteriores y las oportunidades presentes de las Naciones Unidas para el sostenimiento de la paz serán examinados en la reunión de alto nivel propuesta por mandato para abril de 2018.

En tercer lugar, deseo centrarme en la migración. El proceso consultivo para llegar a un pacto mundial en pro de una migración segura, ordenada y reglamentada pasará a formar parte de unas negociaciones intergubernamentales. La migración no es problema de una corta temporada ni es un problema regional. Es una cuestión global y de generaciones sumamente compleja que exige atención a nivel mundial.

En cuarto lugar, examinaré más de cerca los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el clima. Necesitamos seguir dando un impulso político. Haré seguimiento a la labor realizada por el presidente Thomson y apoyaré los esfuerzos de la Vicesecretaria General Amina Mohammed. Hay que hacer más para reducir las desigualdades y explorar las maneras de ayudar a los países menos adelantados y a los pequeños Estados insulares en desarrollo. Me siento alentado por los compromisos contraídos por los Estados Miembros y por el liderazgo actual de este estimado órgano en ese sentido. Actividades tales como la Conferencia sobre los océanos de la próxima semana son medidas en la dirección correcta, por ser tanto sustanciales como oportunas.

En quinto lugar, el principio primordial del respeto de los derechos humanos guiará mi labor. No puede haber paz ni desarrollo sin respeto a la dignidad y a los derechos fundamentales. Por lo tanto, seguiré promoviendo la igualdad e incluyendo la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres como mi mayor prioridad. El principio de la representación en pie de igualdad también estará reflejado en la composición de mi grupo de colaboradores. En ese sentido, estaré participando activamente en ese diálogo. Mi más ferviente deseo es lograr un equilibrio geográfico y de género en la Oficina del Presidente de la Asamblea General.

La sexta prioridad es la calidad, en especial en las actividades requeridas por el mandato. No emprenderé nuevas iniciativas que puedan suponer un peso adicional, especialmente para los Estados más pequeños. Preferiría que el programa se divida en grupos temáticos y se racionalice con resultados concretos.

La Presidencia de la Asamblea General es un cargo cada vez más exigente. Al prepararme para asumir este puesto, realicé amplias consultas con los Estados Miembros y otras partes interesadas. Nuestro objetivo conjunto es crear unas Naciones Unidas más fuertes, capaces de responder mejor a todas las expectativas. Voy a facilitar una interacción constructiva, bien informada y abierta entre los Estados Miembros y con el Secretario General. Estoy listo para consultar sobre sus iniciativas de reforma en los ámbitos de la paz y la seguridad, el desarrollo y la gestión.

En la búsqueda de un cambio más profundo de nuestra Organización, debemos fortalecer la confianza entre las Naciones Unidas y sus miembros, al igual que entre los principales grupos. Muchos de los Estados Miembros consideran que necesitamos lograr un avance tangible en el programa de reforma de las Naciones Unidas y en la revitalización de la labor de la Asamblea General. Haré todo lo que esté a mi alcance para apoyar ese esfuerzo.

Es fundamental seguir avanzando en el mejoramiento de la eficiencia y del papel de la Asamblea General. Coincido con la opinión de que esta es una cuestión tanto técnica como política. Sobre todo, el tema sobre la reforma de las Naciones Unidas que más se menciona es la reforma del Consejo de Seguridad. Casi todos están de acuerdo en que ya es hora de transformar el Consejo de Seguridad en un órgano para el siglo XXI. Tengo la intención de trabajar en estrecha colaboración y amplia consulta con los Estados Miembros acerca de la manera de impulsar el acuerdo alcanzado por los líderes durante la Cumbre Mundial 2005.

Permítaseme dar las gracias al Secretario General por estar aquí hoy con nosotros. No es un momento fácil para estar a la cabeza de la principal Organización internacional del mundo. Su compromiso inquebrantable de llevar adelante el mandato de las Naciones Unidas es sumamente valorado y necesario.

Quiero expresarle a usted, Sr. Presidente, mi especial gratitud por su extraordinaria cooperación, asesoría y orientación. Es usted un líder comprometido con muchos temas, pero especialmente con la promoción de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Su dedicación al fortalecimiento de la continuidad y la memoria institucional de la Oficina del Presidente de la Asamblea General ha sido excepcional. Usted y todos sus colaboradores me han ayudado mucho a prepararme para la Presidencia. Sin su generosidad y buena voluntad la transición sería mucho más compleja. Hasta septiembre, permítame asegurarle a usted, Sr. Presidente, mi firme apoyo a sus constantes esfuerzos.

Deseo agradecer una vez más a los Estados Miembros la oportunidad de servirles. Haré todo posible por representarlos en la mejor de mis capacidades. Espero tener el agrado de colaborar estrechamente con todos ellos, centrando nuestra atención en cuestiones pragmáticas y prácticas. Prometo representar a cada país actuando como intermediario imparcial de manera equitativa y abierta, y quiero que todos los Estados Miembros por igual tengan un sentido de pertenencia y de relevancia.

Creo que podemos hacer más para acercar a las Naciones Unidas a los ciudadanos del mundo.

MIROSLAV LAJČÁK

Presidente de la Asamblea General

Examinaré más de cerca los Objetivos de Desarrollo Sostenible y el clima. Necesitamos seguir dando un impulso político. Haré seguimiento a la labor realizada por el presidente Thomson y apoyaré los esfuerzos de la Vicesecretaria General Amina Mohammed. Hay que hacer más para reducir las desigualdades y explorar las maneras de ayudar a los países menos adelantados y a los pequeños Estados insulares en desarrollo.

Me siento alentado por los compromisos contraídos por los Estados Miembros y por el liderazgo actual de este estimado órgano en ese sentido. Actividades tales como la Conferencia sobre los océanos de la próxima semana son medidas en la dirección correcta, por ser tanto sustanciales como oportunas.

En quinto lugar, el principio primordial del respeto de los derechos humanos guiará mi labor. No puede haber paz ni desarrollo sin respeto a la dignidad y a los derechos fundamentales. Por lo tanto, seguiré promoviendo la igualdad e incluyendo la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres como mi mayor prioridad.

El principio de la representación en pie de igualdad también estará reflejado en la composición de mi grupo de colaboradores. En ese sentido, estaré participando activamente en ese diálogo. Mi más ferviente deseo es lograr un equilibrio geográfico y de género en la Oficina del Presidente de la Asamblea General.

La sexta prioridad es la calidad, en especial en las actividades requeridas por el mandato. No emprenderé nuevas iniciativas que puedan suponer un peso adicional, especialmente para los Estados más pequeños. Preferiría que el programa se divida en grupos temáticos y se racionalice con resultados concretos.

Sr. Presidente, Secretario General, Excelencias,

La Presidencia de la Asamblea General es un cargo cada vez más exigente. Al prepararme para asumir este puesto, realicé amplias consultas con los Estados Miembros y otras partes interesadas.

Nuestro objetivo conjunto es crear unas Naciones Unidas más fuertes, capaces de responder mejor a todas las expectativas. Voy a facilitar una interacción constructiva, bien informada y abierta entre los Estados Miembros y con el Secretario General. Estoy listo para consultar sobre sus iniciativas de reforma en los ámbitos de la paz y la seguridad, el desarrollo y la gestión.

En la búsqueda de un cambio más profundo de nuestra Organización, debemos fortalecer la confianza entre las Naciones Unidas y sus miembros, al igual que entre los principales grupos. Muchos de los Estados Miembros consideran que necesitamos lograr un avance tangible en el programa de reforma de las Naciones Unidas y en la revitalización de la labor de la Asamblea General. Haré todo lo que esté a mi alcance para apoyar ese esfuerzo.

Excelencias, Damas y caballeros,

Es fundamental seguir avanzando en el mejoramiento de la eficiencia y del papel de la Asamblea General. Coincido con la opinión de que esta es una cuestión tanto técnica como política. Sobre todo, el tema sobre la reforma de las Naciones Unidas que más se menciona es la reforma del Consejo de Seguridad. Casi todos están de acuerdo en que ya es hora de transformar el Consejo de Seguridad en un órgano para el siglo XXI. Tengo la intención de trabajar en estrecha colaboración y amplia consulta con los Estados Miembros acerca de la manera de impulsar el acuerdo alcanzado por los líderes durante la Cumbre Mundial 2005.

Sr. Secretario General, Estimado Antonio,

Permítaseme darle las gracias por estar aquí hoy con nosotros. No es un momento fácil para estar a la cabeza de la principal Organización internacional del mundo. Su compromiso inquebrantable de llevar adelante el mandato de las Naciones Unidas es sumamente valorado y necesario.

Sr. President, Estimado Peter,

Quiero expresarle a usted, Sr. Presidente, mi especial gratitud por su extraordinaria cooperación, asesoría y orientación. Es usted un líder comprometido con muchos temas, pero especialmente con la promoción de la aplicación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Su dedicación al fortalecimiento de la continuidad y la memoria institucional de la Oficina del Presidente de la Asamblea General ha sido excepcional. Usted y todos sus colaboradores me han ayudado mucho a prepararme para la Presidencia. Sin su generosidad y buena voluntad la transición sería mucho más compleja. Hasta septiembre, permítame asegurarle a usted, Sr. Presidente, mi firme apoyo a sus constantes esfuerzos.

Sr. Presidente, Secretario General, Excelencias,

Deseo agradecer una vez más a los Estados Miembros la oportunidad de servirles. Haré todo posible por representarlos en la mejor de mis capacidades. Espero tener el agrado de colaborar estrechamente con todos ellos, centrando nuestra atención en cuestiones pragmáticas y prácticas. Prometo representar a cada país actuando como intermediario imparcial de manera equitativa y abierta, y quiero que todos los Estados Miembros por igual tengan un sentido de pertenencia y de relevancia.
Thank you for your attention.

Discurso de aceptación