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   CAPÍTULO 7:  FOMENTO DEL DESARROLLO SOSTENIBLE
   DE LOS ASENTAMIENTOS HUMANOS

TASA DE CRECIMIENTO DE LA POBLACIÓN URBANA
Social Capítulo 7 Impulso

1. Indicador

a) Nombre: Tasa de crecimiento de la población urbana.

b) Breve definición: Tasa media anual de variación de la población que vive en zonas urbanas definidas durante un período determinado.

c) Unidad de medida: Normalmente se expresa como porcentaje.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Impulso.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: Este indicador mide la velocidad a la que cambia el tamaño de la población urbana. Suma las consecuencias del crecimiento natural de la población urbana, de la migración neta de las zonas rurales a las zonas urbanas, y del aumento de la superficie de suelo con características urbanas.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: Las zonas urbanas albergan promesas de eficiencia y potencial económicos para el desarrollo como consecuencia de la concentración de habitantes, empresas e industrias. No obstante, cuando las necesidades que acarrea un crecimiento excesivamente rápido de la población de las zonas urbanas son superiores a la capacidad de los gobiernos para satisfacerlas, la sostenibilidad del desarrollo urbano puede verse amenazada. Las necesidades derivadas del crecimiento de la población abarcan desde una mayor demanda de alimentos, vivienda, suelo, empleo y educación hasta la necesidad de infraestructuras ambientales, entre las que figuran el suministro de agua, el saneamiento, y servicios de recogida de basuras. La demanda de más servicios urbanos y de mejor calidad constituye uno de los principales problemas con que se enfrentan los gobiernos locales y nacionales. La utilidad de este indicador aumenta si se dispone de las tasas de crecimiento correspondientes a distintas categorías de municipios, según el tamaño.

c) Relación con otros indicadores: Este indicador está estrechamente relacionado con otras variables socioeconómicas, como el porcentaje de población que reside en zonas urbanas, el crecimiento de la población en edad escolar, y el crecimiento demográfico general. También está relacionado con muchos indicadores ambientales, tales como el cambio en el uso de la tierra, el consumo de agua, y la producción de residuos urbanos.

d) Objetivos: Los acuerdos internacionales no han fijado objetivos específicos a nivel nacional o mundial para este indicador.

e) Convenios y acuerdos internacionales: No se aplica, véase el apartado d) de la sección 3 supra.

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

La tasa de crecimiento urbano de un país suele basarse en la tasa de crecimiento urbano registrada entre dos censos, calculada a partir de éstos, ajustándolos, en caso de necesidad, para completar los datos. Los países suelen decidir la demarcación de las zonas urbanas como parte de los procedimientos del censo, normalmente en función del tamaño de las localidades, la clasificación de las zonas como centros administrativos, o su clasificación según criterios especiales, tales como la densidad de población o el tipo de actividad económica de los residentes. Los datos sobre la población urbana adolecen de las mismas limitaciones que los relativos a la población total, por ejemplo, la subestimación del número de habitantes en los censos (que puede diferir entre las zonas urbanas y las zonas rurales).

No existe una definición aceptada a nivel internacional de zonas urbanas, y las definiciones nacionales varían según los países. Resulta problemático conseguir la uniformidad de los desgloses de lo que constituyen zonas urbanas y zonas rurales. Con el crecimiento, los límites de las zonas urbanas van cambiando.

La División de Población del Departamento de Información Económica y Social y Análisis de Políticas de las Naciones Unidas (DIESAP) evalúa, y ajusta cuando es necesario para tener en cuenta las lagunas y la falta de uniformidad, los datos sobre las zonas urbanas y las zonas rurales, en el marco de su revisión bienal de las estimaciones y proyecciones demográficas urbanas y rurales de las Naciones Unidas.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

Como se indicaba anteriormente, la tasa de crecimiento de la población urbana de un país suele calcularse a partir de los datos sobre población urbana obtenidos en dos censos. La División de Estadística del DIESAP recomienda que los países realicen censos cada diez años, y que se utilicen esos datos para calcular la tasa de crecimiento demográfico intercensual. En los últimos decenios la mayoría de los países han levantado censos: en el decenio censual de 1990 (1985 a 1994) han levantado censos 204 países o regiones. También se obtienen datos a través de los cuestionarios especiales sobre los países que la División de Estadística del DIESAP ha enviado a las oficinas nacionales de estadística. Esos datos censuales son también la base para examinar las tasas de crecimiento urbano a nivel subnacional. La División de Población del DIESAP examina los datos sobre la población urbana de todos los países y, en caso de necesidad, los ajusta para completarlos en el marco de la preparación de las estimaciones y proyecciones oficiales de las Naciones Unidas sobre población urbana y rural. La División de Población del DIESAP prepara las tasas de crecimiento urbano pasadas, actuales y previstas correspondientes a todos los países y las Naciones Unidas las publican en World Urbanization Prospects: The 1994 Revision (véase la sección 7 infra).

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

El organismo principal es el Departamento de Información Económica y Social y Análisis de Políticas de las Naciones Unidas (DIESAP). El punto de contacto es el Director de la División de Población del DIESAP; No de fax (1 212) 963 2147.

7. Información suplementaria

DIESAP. World Urbanization Prospects: The 1994 Revision. División de Población. Publicación de las Naciones Unidas, No de venta E.95.XIII.12. Nueva York, 1995.

DIESAP. 1993 Demographic Yearbook. División de Estadística. Publicación de las Naciones Unidas, No de venta E/F.95.XIII.1. 1995.

 
CONSUMO DE COMBUSTIBLES FÓSILES POR HABITANTE
EN VEHÍCULOS DE MOTOR
Social Capítulo 7 Impulso

1. Indicador

a) Nombre: Consumo de combustibles fósiles por habitante en vehículos de motor.

b) Breve definición: Número de litros de combustible fósil que se consume al año por persona para el transporte en vehículos de motor en las zonas urbanas.

c) Unidad de medida: Litros.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Impulso.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: Medir el consumo de combustibles fósiles en el transporte de superficie en las zonas urbanas.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: La reducción del consumo de combustibles fósiles no renovables, y, por lo tanto, la del uso de vehículos de motor, constituye un requisito fundamental del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos, ya que ese consumo tiene repercusiones considerables en todo el ecosistema. Este indicador es especialmente importante para el proceso de adopción de decisiones en las zonas urbanas.

Habida cuenta de que los vehículos de motor son los principales usuarios de combustibles de transporte, este indicador está estrechamente relacionado con el uso de vehículos de motor, que a su vez mide indirectamente la presión que para el medio ambiente suponen la utilización de los recursos, el consumo de energía, las emisiones contaminantes del aire (especialmente el ozono, las partículas sólidas, el monóxido de carbono y el óxido de nitrógeno) y la contaminación acústica. Este indicador facilita también información indirecta sobre la congestión urbana y la contaminación del suelo y del agua. El consumo de combustibles depende en gran medida de las pautas de utilización del suelo urbano, en particular de la densidad de utilización, y de la eficiencia del consumo de combustible del parque de vehículos. El mayor consumo de combustible puede deberse a la suburbanización de la mano de obra, al aumento de los ingresos y del número de propietarios de automóviles, y a la reducción del número de pasajeros por vehículo. El consumo de combustible es un buen indicador de la dependencia del automóvil y, en algunos países, de la dependencia del petróleo de importación.

c) Relación con otros indicadores: Este indicador está relacionado con otros indicadores socioeconómicos y ambientales, especialmente los referentes al consumo, los asentamientos humanos y la protección de la atmósfera. Por ejemplo, está vinculado directamente a la emisión de óxidos de azufre (SOx) y óxidos de nitrógeno (NOx), la reducción de las emisiones de gases con efecto invernadero, el consumo de energía y el cambio del uso del suelo. Por consiguiente, tiene repercusiones para la concentración de contaminantes en el medio ambiente de las zonas urbanas, la salud humana, el agotamiento de la capa de ozono y el gasto en medidas de mitigación de la contaminación del aire.

d) Objetivos: No se han fijado objetivos internacionales. Algunos países han fijado objetivos de consumo de combustible para el parque automovilístico.

e) Convenios y acuerdos internacionales: No se aplica, véase el apartado d) de la sección 3 supra.

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

a) Definiciones y conceptos básicos: El combustible para transporte incluye combustibles fósiles tales como la gasolina, el aceite para motores diesel, el gas natural, y la mezcla de gasolina y alcohol etílico, pero no el combustible de aviación.

b) Métodos de medición: Siempre se dispone de datos sobre el consumo de combustibles a nivel nacional, pero resulta más difícil calcular el consumo por ciudad, ya que el combustible adquirido en la ciudad puede utilizarse para el transporte interurbano. El combustible adquirido en la ciudad forma parte del producto de la ciudad, de manera que puede adoptarse el método de calcular la totalidad del combustible adquirido en la ciudad. Por otra parte, si prefiere hacerse hincapié en el consumo de recursos dentro de la ciudad, sólo deben contabilizarse los traslados dentro de la ciudad, para lo que puede ser más adecuado multiplicar el tamaño del parque de vehículos personales y comerciales por el consumo medio de combustible estimado.

c) El indicador dentro del marco de impulso-estado-reacción:

El consumo de combustible de transporte, como indicador de la dependencia del automóvil (y de la dependencia del petróleo en algunos países) mide el consumo de recursos no renovables y la presión y el impacto negativos del transporte en vehículos de motor sobre el medio ambiente de los asentamientos humanos. Se trata de un indicador de impulso dentro del marco impulso-estado-reacción. Está vinculado a muchos indicadores de estado y de reacción (véase el apartado c) de la sección 3 supra).

d) Limitaciones del indicador: Resulta difícil separar conceptualmente el consumo de combustible para vehículos de motor en las zonas urbanas y en las zonas no urbanas (véase el apartado b) de la sección 4 supra). Los datos necesarios para el indicador son menos fáciles de obtener que los referentes al conjunto de un país. Si bien el indicador comprende la mayor parte del consumo de combustibles fósiles en vehículos de motor, no tiene en cuenta el combustible que se utiliza para generar electricidad para el transporte, ni comprende el combustible que utilizan otros tipos de transporte de superficie, como el ferrocarril. El consumo de combustibles puede tener repercusiones diversas en el medio ambiente según el tipo de combustible de que se trate, las emisiones de los vehículos, la densidad urbana, el tráfico y la red de carreteras. Al interpretar el indicador han de tenerse en cuenta todos esos factores.

e) Otras posibles definiciones: Habida cuenta de las dificultades que entraña medir y definir las repercusiones de este indicador, puede utilizarse como indicador alternativo el consumo de combustibles fósiles por habitante a nivel nacional. Ese indicador es de mayor importancia para las pautas de consumo, pero no se centra en la sostenibilidad de los asentamientos humanos.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

a) Datos necesarios para determinar el indicador: Consumo de gasolina, aceite para motores diesel, gas natural y mezcla de gasolina y alcohol etílico en el transporte. Población urbana.

b) Disponibilidad de datos: Siempre se dispone de datos sobre el consumo de combustibles a nivel nacional, datos que normalmente proceden del ministerio de transporte, pero resulta más difícil calcular el consumo en las zonas urbanas (véase el apartado b) de la sección 4 supra). El Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat) recoge datos sobre este indicador a nivel municipal, como indicador extensivo. Las siguiente organizaciones internacionales recogen datos a nivel nacional: la División de Estadística del Departamento de Información Económica y Social y Análisis de Políticas de las Naciones Unidas (DIESAP) publica este indicador en su Anuario de Estadísticas sobre Energía. La Federación Internacional de Carreteras reúne y publica los datos pertinentes, salvo los correspondientes a combustibles alternativos tales como la mezcla de gasolina y alcohol etílico, en el Compendio de Estadísticas Mundiales sobre Carreteras que publica cada dos años. La Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) publica cada dos años un Compendio de Datos sobre el Medio Ambiente que incluye el consumo total de energía por sector y modo de transporte.

c) Fuentes de datos: Véase el apartado b) de la sección 5 supra.

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

a) Organismo principal: El organismo principal es el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat). El punto de contacto es el Director de Coordinación de Programas de Hábitat; No de fax (254 2) 624 266.

b) Otras organizaciones: La Federación Internacional de Carreteras y la División de Estadística del DIESAP han colaborado en el desarrollo de este indicador.

7. Información suplementaria

OCDE. Transport and the Environment. OCDE, París, 1988.

OCDE. OECD Environmental Data: Compendium 1995. OCDE, París, 1995.

Newman, Peter W.G. y Jeffrey R.K. Kenworthy. Cities and Automobile Dependence: a Sourcebook. Gower, Gran Bretaña, 1991.

Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat). Monitoring the City. Urban Indicators Review. Hábitat, Nairobi, 1995.

DIESAP. Energy Statistics Yearbooks.

Federación Internacional de Carreteras. Estadísticas Mundiales sobre Carreteras.

 
PÉRDIDAS HUMANAS Y ECONÓMICAS DEBIDAS A
DESASTRES NATURALES
Social Capítulo 7 Impulso

1. Indicador

a) Nombre: Pérdidas humanas y económicas debidas a desastres naturales.

b) Breve definición: Número de personas muertas y desaparecidas como consecuencia directa de un desastre natural; el volumen de pérdidas económicas y de infraestructuras ocurridas como consecuencia directa del desastre natural.

c) Unidad de medida: Número de cadáveres o personas; dólares EE.UU.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Impulso.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: La finalidad de este indicador es proporcionar estimaciones de las repercusiones humanas y económicas de los desastres y emergencias a lo largo del tiempo y en las distintas dependencias administrativas con el fin de medir la evolución del grado de vulnerabilidad de la población. Los indicadores resultan útiles a los encargados de la adopción de decisiones a todos los niveles para determinar si su país o distrito se está volviendo progresivamente más o menos propenso a sufrir los efectos de los desastres.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: Los desastres naturales ocasionan pérdidas de vidas, perturban las actividades económicas y la productividad urbana, en particular en los grupos de bajos ingresos más vulnerables; y ocasionan daños al medio ambiente, como la pérdida de tierras cultivables fértiles y la contaminación del agua. Pueden dar lugar al reasentamiento de grandes grupos de población.

Aunque puede que no esté aumentando el número de desastres, la creciente vulnerabilidad de la población (presiones demográficas sobre la tierra, aumento de la urbanización y del uso arriesgado de las tierras, marginación de grupos de población, disturbios civiles, etc.) hace que sus consecuencias sean cada vez más graves. Al propio tiempo, la reducción de los presupuestos nacionales de los países afectados y de los donantes hace necesario mejorar la planificación, preparación y coordinación.

El valor de este indicador depende de distintos factores que determinan el riesgo de muerte o de daño, a saber, la frecuencia de los desastres, el tamaño de la población y del capital en la zona afectada y la capacidad de la población y las autoridades locales para prevenir los desastres o hacerles frente. Este indicador puede utilizarse para llevar a cabo una evaluación en la que se tengan en cuenta las modificaciones que se produzcan en cada uno de esos componentes.

c) Relación con otros indicadores: Las consecuencias inmediatas y a largo plazo de este indicador están relacionadas con varias otras medidas socioeconómicas, ambientales e institucionales, tales como la densidad de población, el acceso al agua potable, la población de las zonas urbanas estructuradas y no estructuradas, la asistencia para el desarrollo, el uso de la tierra, y el acceso a la información.

d) Objetivos: No disponibles.

e) Convenios y acuerdos internacionales: La Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el decenio de 1990 Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales.

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

a) Definiciones y conceptos básicos: Las definiciones y conceptos en que se basa este indicador no están bien establecidos ni son de aceptación general. Sin embargo, a los fines del presente indicador, se propone la siguiente definición de desastre natural, que es la utilizada en la Base de Datos Mundial sobre Desastres: Un desastre es una situación o acontecimiento que supera la capacidad local y requiere un llamamiento a nivel nacional internacional para solicitar asistencia del exterior, o que los organismos multilaterales, o al menos dos fuentes, tales como los grupos de asistencia y los medios de comunicación nacionales, regionales e internacionales, reconocen como tal.

Todos los desastres se definen en función de varios elementos comunes, tales como el país afectado, las pérdidas humanas y económicas, etc. Los fenómenos catastróficos que afectan a más de un país se consideran como una conjunción de desastres diferentes acaecidos en los diversos países afectados, y, por consiguiente, se registran por separado para cada país afectado. Para efectuar una medición a largo plazo de los desastres durante un período, habrá que registrar algunos de los datos pertinentes por años (por ejemplo, las contribuciones, la población afectada), mientras que otras características corresponden exclusivamente a un desastre y pueden registrarse una sola vez (por ejemplo, el tipo de desastre, los daños). En el caso de desastres concurrentes en un mismo país o región, los acontecimientos o las situaciones pueden vincularse entre sí, si existe una relación causal, o presentarse como fenómenos separados si requieren asistencia exterior. Por ejemplo, las tormentas ciclónicas que ocasionan inundaciones pueden considerarse parte de una misma situación de emergencia, mientras que las epidemias que se producen varios meses después de una erupción volcánica se considerarán como un acontecimiento distinto.

b) Métodos de medición: Los métodos de medición propuestos se basan en los criterios que aplica el Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres. Los datos que aquí se incluyen han sido seleccionados en función de los requisitos de las hojas de metodología de los indicadores del desarrollo sostenible. En general, una entidad pública puede recoger y confirmar esos datos a nivel nacional aplicando estos criterios y métodos normalizados. Primero se describe brevemente cada uno de los elementos y después se formulan observaciones al respecto y se propone un procedimiento de recogida de datos.

i) Fecha de comienzo: Fecha en que se produjo la situación de desastre. Esa fecha está claramente definida en los desastres repentinos. En las situaciones de desastre que se desarrollan gradualmente (por ejemplo, la sequía), la fijan fuentes científicas (institutos meteorológicos y sismológicos) y gubernamentales (autoridades de defensa civil).

ii) Fecha de declaración: Fecha en que se hizo el primer llamamiento para solicitar asistencia exterior con motivo del desastre, con arreglo a la definición de situación de desastre que figura supra. Esta fecha se conoce en todos los casos de desastre y debe incluirse en el indicador. Sólo se registra la fecha del primer llamamiento solicitando asistencia externa.

iii) Tipo de desastre: Descripción del desastre según criterios de clasificación preestablecidos. Los tipos de desastre deben comprender todos los tipos de desastres naturales, como, por ejemplo, terremotos, ciclones, inundaciones, erupciones volcánicas, sequías y tormentas. Los desastres pueden calificarse como repentinos, como los terremotos y las inundaciones, o de largo plazo, como la sequía. Dos o más desastres pueden estar relacionados, y pueden producirse otros tipos de desastre a consecuencia de un desastre anterior. Por ejemplo, un ciclón puede generar inundaciones o corrimientos de tierras, y un terremoto puede ocasionar la rotura de una conducción de gas.

iv) País: País en el que se ha producido el desastre. Los desastres se registran por países. No se utilizan las regiones autónomas no reconocidas como países independientes. El mismo desastre puede afectar a más de un país, en cuyo caso se registra por separado.

v) Muertos: Personas cuya muerte se ha comprobado y personas desaparecidas o dadas por muertas. Se utilizan las cifras oficiales siempre que se dispone de ellas. La cifra se actualiza a medida que se confirma que las personas desaparecidas han muerto.

vi) Monto estimado de los daños: Valor de todos los daños y las pérdidas económicas relacionadas directamente con un desastre determinado. Las repercusiones económicas de un desastre en la economía local suelen comprender pérdidas directas (por ejemplo, daños en infraestructuras, cosechas, vivienda) e indirectas (por ejemplo, pérdidas de ingresos, desempleo, desestabilización del mercado). Aunque varias instituciones han desarrollado metodologías para cuantificar esas pérdidas en su esfera de acción específica, no existe ningún procedimiento normalizado para cuantificar globalmente las consecuencias económicas. Normalmente se cuenta con tres estimaciones de fuentes que disponen de una metodología bien definida para evaluar las consecuencias económicas: el Banco Mundial y otros organismos internacionales de crédito; el gobierno; y, especialmente en el caso de situaciones de emergencia complejas, el presupuesto total de los llamamientos consolidados hechos por los organismos de las Naciones Unidas y otras organizaciones no gubernamentales importantes.

c) El indicador dentro del marco de impulso-estado-reacción: Los desastres naturales pueden tener efectos devastadores a corto y a largo plazo en la vida local y nacional que repercuten negativamente en el progreso hacia un desarrollo sostenible. Las pérdidas que causan representan un indicador de impulso en el marco de impulso-estado-reacción.

d) Limitaciones del indicador: La validez de este indicador se ve limitada por la calidad y la uniformidad de los sistemas de recopilación de los datos que se utilizan para calcularlo. Por ejemplo, la utilización de datos procedentes de compañías de seguros puede introducir una desviación grave en los datos y, por consiguiente, en su interpretación. Un problema que afecta especialmente a este indicador es la comparabilidad a lo largo del tiempo.

e) Otras posibles definiciones: Para que el indicador refleje la evolución del riesgo, deben medirse las pérdidas por unidad de tiempo y por habitante. Ello no es posible sin perfeccionar antes la metodología del indicador.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

El Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres, con sede en Bruselas, mantiene un registro de los datos a nivel internacional. El Centro actúa como fuente de referencias en la mayoría de los casos. El Centro reúne y confirma datos procedentes de diversas fuentes, como la Oficina de Asistencia para Casos de Desastre en el Extranjero, el Departamento de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, Munich Re, Suisse Re, Lloyds of England, y Royale Belge, el Banco Mundial, la Organización Mundial de la Salud, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja,y el Comité Internacional de la Cruz Roja. Los organismos nacionales varían según los países, aunque en general incluyen a las organizaciones de defensa civil, los ministerios del interior y de agricultura, etc.

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

a) Organismo principal: El organismo principal es el Departamento de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas. El punto de contacto es el Director de la Secretaría del Decenio Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales; No de fax (41 22) 733 8695.

b) Otras organizaciones: También colabora el Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres de la Facultad de Medicina de la Universidad de Lovaina, Bruselas. Al preparar la hoja de metodología de este indicador se ha consultado a las siguientes organizaciones: Programa Mundial de Alimentos, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, Organización Panamericana de la Salud, Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, y Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional.

7. Información suplementaria

Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres. Profiles in the World: Summary of Disaster Statistics by Continent. Boletín de estadística del Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres, mayo de 1994.

Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, Centro de investigación sobre epidemiología de los desastres. World Disasters Reports for 1993, 1994, and 1995. Martinus Neijhoof Editores, Dordrecht, Países Bajos. 1993, 1994, y 1995.

Sapir, D.G. Natural and Man-made Disasters: the Vulnerability of Women-headed Households and Children without Families. World Health Statistical Quarterly; 46: 227-233, 1993.

Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres. Proposed principles and Guidelines for the Collection and Dissemination of Disaster Related Data. Informe sobre el seminario del Sistema internacional de información sobre preparación y reacción en relación con situaciones de emergencia, 7 a 9 de septiembre de 1992.

Sapir, D.G. y Sato, T. The Human Impact of Floods: Common Issues for Preparedness and Prevention in Selected Asia-Pacific Countries. Ponencia presentada en la segunda Conferencia de Asia y el Pacífico sobre medicina en los desastres, Chiba, Japón, 1992.

Sapir, D.G. y Misson, C. The Development of a Database on Disasters. Disasters; 16(1): 80-86. 1992.

Centro de Investigación sobre Epidemiología de los Desastres. Statistical Update from CRED Disaster Events Database in: CRED Disasters in the World. Noviembre de 1991.



PORCENTAJE DE LA POBLACIÓN QUE VIVE EN ZONAS URBANAS
Social Capítulo 7 Estado

1. Indicador

a) Nombre: Porcentaje de la población que vive en zonas urbanas.

b) Breve definición: Porcentaje de la población total de un país o región que vive en zonas definidas como urbanas.

c) Unidad de medida: %.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Estado.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: Este indicador es el índice del grado de urbanización que con más frecuencia se utiliza. Aunque las definiciones nacionales de "urbano" varían (véase la sección 4 infra), existe suficiente uniformidad para hacer comparaciones significativas entre países a lo largo del tiempo. Suele resultar útil clasificar también las zonas urbanas según el tamaño, ya que de él dependen, en parte, los beneficios y los problemas de las ciudades.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: En el Programa 21 se preconiza el equilibrio entre las pautas de desarrollo urbano y las de desarrollo rural. Además, en el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo se reconoce que la urbanización es una dimensión intrínseca del desarrollo económico y social. Las zonas urbanas tienen características distintivas que reflejan la estructura social y la densidad de la población, así como el carácter y la escala de las actividades económicas. La urbanización tiene consecuencias sociales y económicas profundas que se extienden más allá de los límites urbanos. Pese a que muchas zonas urbanas experimentan problemas ambientales y de desarrollo, tales como la escasez de vivienda, la congestión del tráfico, la contaminación del aire y el agua, y los residuos, en el Programa 21 se destaca también el potencial de desarrollo sostenible que encierran las sociedades urbanas cuando están bien administradas.

c) Relación con otros indicadores: Este indicador está estrechamente relacionado con otros indicadores demográficos, en particular con la tasa de crecimiento de la población urbana. Habida cuenta de que no refleja las diferencias de tamaño entre las ciudades, puede complementarse con el indicador del número de megaciudades. La urbanización está también relacionada con indicadores económicos tales como la proporción de valor añadido del sector manufacturero en el PIB. Algunos de los indicadores ambientales, como el de residuos sólidos, el alcantarillado y la contaminación, revisten especial importancia para los asentamientos humanos.

d) Objetivos: En los acuerdos internacionales no se han fijado objetivos específicos a nivel nacional o mundial para este indicador.

e) Convenios y acuerdos internacionales: No se aplica (véase el apartado d) de la sección 3 supra).

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

Por definición, este indicador se calcula como la población de las zonas urbanas multiplicada por 100 y dividida por la población total del país o la región. La demarcación de las zonas urbanas suele ser definida por los países en el marco de los procedimientos del censo, y normalmente se basa en el tamaño de las localidades, la clasificación de las zonas como centros administrativos, o su clasificación según criterios especiales tales como la densidad de población o el tipo de actividad económica de los residentes. Los datos sobre la población urbana adolecen de las mismas limitaciones que los relativos a la población total, por ejemplo, las lagunas en los datos de los censos (que pueden diferir entre las zonas urbanas y las zonas rurales). La División de Población del Departamento de Información Económica y Social y Análisis de Políticas de las Naciones Unidas evalúa, y ajusta cuando lo considera necesario para llenar las lagunas y corregir la falta de uniformidad, los datos rurales y urbanos en el marco de la revisión bienal de las estimaciones y proyecciones oficiales de las Naciones Unidas sobre la población urbana y rural.

No existe una definición internacional de zonas urbanas, y las definiciones nacionales varían según los países. Resulta problemática la uniformidad del desglose de lo que constituye una zona urbana. Con el crecimiento, los límites de las zonas urbanas van cambiando.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

Como se indicaba anteriormente, el porcentaje de población urbana puede calcularse a partir de los censos, de los que se dispone para la práctica totalidad de los países. Normalmente pueden obtenerse de fuentes nacionales (publicaciones de los países), así como de los cuestionarios especiales enviados por la División de Estadística del DIESAP a las oficinas nacionales de estadística. Las Naciones Unidas recomiendan que los países levanten censos cada diez años, y esos datos pueden utilizarse para calcular el porcentaje de población urbana. La División de Población del DIESAP prepara las estimaciones y las proyecciones oficiales de las Naciones Unidas sobre el porcentaje de población urbana. La División de Población del DIESAP prepara estimaciones pasadas, actuales y previstas del porcentaje de población urbana en todos los países y las Naciones Unidas las publican en World Urbanization Prospects: The 1994 Revision (véase la sección 7 infra).

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

El organismo principal es el Departamento de Información Económica y Social y Análisis de Políticas de las Naciones Unidas (DIESAP). El punto de contacto es el Director de la División de Población del DIESAP; No de fax (1 212) 963 2147.

7. Información suplementaria

DIESAP. World Urbanization Prospects: The 1994 Revision. División de Población. Publicación de las Naciones Unidas, No de venta E.95.XIII.12. Nueva York, 1995.

DIESAP. 1993 Demographic Yearbook. División de Estadística. Publicación de las Naciones Unidas, No de venta E/F.95.XIII.1. 1995.


SUPERFICIE Y POBLACIÓN DE LOS ASENTAMIENTOS URBANOS
AUTORIZADOS Y NO AUTORIZADOS
Social Capítulo 7 Estado

1. Indicador

a) Nombre: Superficie y población de los asentamientos urbanos autorizados y no autorizados.

b) Breve definición: Superficie residencial urbana en kilómetros cuadrados ocupada por asentamientos autorizados y no autorizados, y número de habitantes de dichos asentamientos.

c) Unidad de medida: km2, número de habitantes.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Estado.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: Este indicador mide tanto el tamaño de los asentamientos urbanos no autorizados como la densidad residencial de los asentamientos autorizados y los no autorizados. Al centrarse en la legalidad de los asentamientos humanos, mide la marginalidad de las condiciones de vida.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: Los asentamientos que se caracterizan por la ilegalidad de la tenencia de tierras y por la construcción de viviendas no autorizadas suelen ser marginales y precarios, y no satisfacen las necesidades humanas básicas, como la necesidad de una vivienda asequible. Afectan al desarrollo sostenible de los asentamientos humanos, a la salud humana y al desarrollo socioeconómico.

Por lo general, los habitantes de los asentamientos ilegales viven en un entorno inseguro y precario, carecen de servicios básicos, no tienen derechos sobre la tierra que ocupan y no pueden reclamar en caso de ser desalojados. Además, muchos asentamientos ilegales están ubicados en tierras especialmente expuestas a los desastres naturales. Los asentamientos no autorizados suelen tener una densidad de población mucho mayor que los asentamientos autorizados, y sus condiciones de vida suponen una amenaza para la salud humana.

c) Relación con otros indicadores: Este indicador está estrechamente vinculado con varios otros indicadores socioeconómicos y ambientales, tales como la tasa de crecimiento de la población urbana, las pérdidas humanas y económicas debidas a desastres naturales, el acceso a un sistema de saneamiento adecuado, la atención primaria a la salud, la tasa de mortalidad infantil, el gasto en infraestructura, y el uso de la tierra.

d) Objetivos: No se han fijado objetivos internacionales para este indicador.

e) Convenios y acuerdos internacionales: No se aplica (véase el apartado d) de la sección 3 supra).

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

a) Definiciones y conceptos básicos: Los asentamientos no autorizados son: i) zonas residenciales en las que se ha construido un grupo de viviendas en tierras sobre las que los habitantes no tienen derechos legales, o que ocupan ilegalmente; ii) asentamientos y zonas no planificados en los que las viviendas no cumplen las normas de planificación y construcción en vigor (viviendas no autorizadas). Los asentamientos autorizados son los ubicados en suelo clasificado como urbanizable en los planos maestros de la ciudad o integrados por viviendas autorizadas.

b) Métodos de medición: El número de familias y de habitantes que viven en asentamientos no autorizados suele medirse en los censos. La superficie de esos asentamientos puede evaluarse mediante fotografías aéreas o mapas del uso de la tierra. Este indicador no abarca las viviendas que se han legalizado ni las construidas en solares respecto de los cuales se han concedido títulos de propiedad o permisos de arrendamiento u ocupación. Sólo abarca las viviendas construidas en terrenos ocupados ilegalmente y/o las viviendas que no cumplen las normas en vigor. Siempre que sea viable, la interpretación y el significado de este indicador deben apoyarse en la comparación de la superficie y la población de los asentamientos no autorizados con el total de la superficie y la población urbanas.

c) El indicador dentro del marco de impulso-estado-reacción: Se trata de un indicador de estado que refleja la consecuencia más grave del crecimiento demográfico no planificado ni sostenible en los asentamientos humanos.

d) Limitaciones del indicador: El carácter efímero y la inexistencia de una definición operacional aceptable para este indicador limitan su utilidad, especialmente por lo que respecta al análisis de las tendencias. El marco jurídico de los asentamientos en el que se basa este indicador difiere de un país a otro. Las viviendas no autorizadas no quedan registradas en las estadísticas oficiales, por lo que la medición de los asentamientos no autorizados carece de precisión. Pueden obtenerse datos procedentes de estudios específicos, aunque ello resulta difícil y la calidad de la información es variable. El caso de las personas sin hogar, que es uno de los síntomas extremos de la falta de idoneidad de los asentamientos humanos, no se tiene en cuenta en este indicador y, de hecho, la existencia de asentamientos no autorizados puede reducir el número de personas sin hogar. Este indicador no abarca los asentamientos no autorizados en las zonas rurales.

e) Otras posibles definiciones: Se han formulado muchos conceptos cuya finalidad es medir la marginalidad de los asentamientos humanos: asentamientos no planificados, asentamientos de ocupantes ilegales, asentamientos marginales, asentamientos no convencionales, asentamientos de estructuras no permanentes, viviendas reglamentarias, viviendas inadecuadas, barrios de tugurios, etc. Las "residencias no convencionales" son uno de los conceptos más comunes, y se definen por el número de viviendas ocupadas por unidades familiares que se consideran inadecuadas para ser ocupadas por seres humanos. El tipo de construcción (permanente, semipermanente, no permanente) que describe las estructuras de construcción en las que viven familias es otro concepto común, aunque los criterios varían considerablemente según los países. A modo de alternativa, podría tratarse de incluir en este indicador los asentamientos no autorizados en zonas rurales. Ello daría al indicador un carácter más general, aunque le impediría centrarse en las zonas urbanas.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

a) Datos necesarios para determinar el indicador: Superficie y población de los asentamientos no autorizados.

b) Disponibilidad de datos: En general, las grandes ciudades afectadas por los asentamientos no autorizados recogen este tipo de datos, de los que suele disponerse a nivel municipal. Sólo se dispone esporádicamente de datos de ámbito nacional.

c) Fuentes de datos: Datos procedentes de estudios realizados en el marco de investigaciones, datos censuales, y fotografías aéreas.

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

El organismo principal es el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat). El punto de contacto es el Director de la Oficina de Coordinación de los Programas de Hábitat; No de fax (254 2) 624 266.

7. Información suplementaria

Banco Mundial. Housing: Enabling Markets to Work. A World Bank Policy Paper. Banco Mundial, Washington, D.C., 1993.

CNUAH (Hábitat) y Banco Mundial. El Programa de Indicadores de Vivienda. Informe del Director Ejecutivo (volumen I). CNUAH, Nairobi, 1993.

CNUAH (Hábitat). Monitoring the Shelter Sector. Examen de los indicadores de vivienda. CNUAH, Nairobi, 1995.

 

SUPERFICIE ÚTIL POR PERSONA
Social Capítulo 7 Estado

1. Indicador

a) Nombre: Superficie útil por persona.

b) Breve definición: Espacio habitable medio por persona.

c) Unidad de medida: m2.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Estado.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: Se trata de un indicador básico de la calidad de la vivienda, que mide la suficiencia del espacio habitable en las viviendas. Si el indicador presenta un valor bajo, es indicio de hacinamiento.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: Este indicador es fundamental para medir la idoneidad de la vivienda para satisfacer las necesidades humanas básicas. En muchas partes del mundo las condiciones de los asentamientos humanos se están deteriorando como resultado principalmente del bajo nivel de inversión, aunque se ha observado que la inversión en ese sector atrae otras inversiones públicas y privadas. La política de vivienda, especialmente en las zonas urbanas, afecta considerablemente a las condiciones de vida de la población. En los asentamientos de bajos ingresos, la escasez de espacio por persona puede propiciar determinadas categorías de enfermedades.

c) Relación con otros indicadores: Este indicador está estrechamente relacionado con varios otros indicadores socioeconómicos, como la densidad de población, la tasa de crecimiento de la población urbana, la superficie y la población de los asentamientos no autorizados, y el gasto en infraestructura por habitante, y se debería examinar conjuntamente con ellos.

d) Objetivos: No se han establecido objetivos para este indicador.

e) Convenios y acuerdos internacionales: Este indicador es uno de los diez indicadores básicos de vivienda aprobados por la Comisión de Asentamientos Humanos (resolución 14/13), que deben reunirse en todos los países y en varias ciudades de cada país, para evaluar los progresos en el logro de los objetivos de la Estrategia Mundial de la Vivienda. Los países deben utilizar los indicadores como base para preparar los informes que presentarán a la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos.

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

a) Definiciones y conceptos básicos: La superficie útil debe incluir todo el espacio habitable, así como los cuartos de baño, los pasillos y los armarios. Los espacios cubiertos semiprivados, tales como corredores, patios o terrazas deben incluirse en el cálculo si son utilizados por la familia para cocinar, comer, dormir u otras actividades domésticas. La superficie útil se refiere a cada vivienda, definida como lugar separado e independiente de residencia destinado a ser ocupado por una familia en el momento del censo o de otro tipo de encuesta.

b) Métodos de medición: La superficie media útil de cada unidad debe dividirse por el tamaño medio de las unidades familiares. Pueden utilizarse los datos procedentes de las encuestas a domicilio o de un censo reciente. Si no se dispone de datos mejores, puede utilizarse, a modo de aproximación, la superficie útil de las viviendas de precio medio, aunque la estimación puede no ser exacta. Si no se puede establecer el punto medio, debe hacerse constar el promedio.

c) El indicador dentro del marco de impulso-estado-reacción: Este indicador mide la calidad de la vivienda, como resultado de la oferta y la demanda, determinada por el marco general de la política en vigor en esa esfera. Se trata de un indicador de estado dentro del marco de impulso-estado-reacción.

d) Limitaciones del indicador: Los resultados de este indicador pueden variar considerablemente según se recojan a nivel de los municipios, a nivel nacional, o a nivel urbano/rural, dadas las diferencias en la disponibilidad del suelo y los tipos de asentamientos humanos y de actividades. En particular, es probable que en los asentamientos no autorizados se disponga de mucho menos espacio por persona, ya que se trata de grupos desfavorecidos. Es preciso recoger datos a diversos niveles para disponer de una visión general de este resultado específico del sector de la vivienda. Aunque la calidad y el tamaño de la vivienda suelen estar relacionados, no es éste siempre el caso, y la superficie útil por persona puede no ofrecer una visión completa de las condiciones de vida. Existen valores culturales que influyen en la sensibilidad al hacinamiento. Por esos motivos, la interpretación de este indicador resulta difícil y debe completarse con otros indicadores conexos (véase al apartado c) de la sección 3 supra).

e) Otras posibles definiciones: Se han reunido datos sobre otras medidas del hacinamiento, que se han recogido en los compendios estadísticos internacionales. Las dos medidas más comunes son el número de personas por habitación y el número de unidades familiares por vivienda, incluidas ambas en los datos recogidos durante la primera fase del Programa de Indicadores de Vivienda (CNUAH, Banco Mundial, 1992). Los estudios han demostrado que la superficie útil por persona es un indicador más preciso y sensible a la influencia de las políticas en esa esfera que los otros dos. Hábitat, el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (CNUAH) ha desarrollado y puesto a prueba una serie de indicadores del hacinamiento en los asentamientos de bajos ingresos. Entre ellos figuran el porcentaje de viviendas en más de una unidad familiar, el espacio por persona dentro de la vivienda, el porcentaje de viviendas con más de tres personas por habitación, el número de unidades familiares por edificio y por vivienda, y el número de personas por edificio.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

a) Datos necesarios para determinar el indicador: Superficie útil media de las viviendas; promedio de personas por unidad familiar.

b) Disponibilidad de datos: Normalmente se dispone de datos a nivel de los países. En 1992 se recogieron datos sobre 52 países (una ciudad por país) en el marco del Programa de Indicadores de los Resultados Obtenidos en el Sector de la Vivienda (CNUAH, Banco Mundial). El Programa de Indicadores del CNUAH está recogiendo estos datos a nivel mundial en el marco de los preparativos para la Conferencia Hábitat II. Se ha preparado una serie detallada de indicadores del hacinamiento y se han recogido datos sobre Yakarta (Indonesia), Bissau (Guinea Bissau), y Accra (Ghana).

c) Fuentes de datos: Entre las principales fuentes de datos figuran los censos y las encuestas por muestreo a domicilio. El indicador se publica en el informe del Programa de Indicadores de Vivienda mencionado en la sección 7 infra.

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

a) Organismo principal: El organismo principal es el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat). El punto de contacto es el Director de la Oficina de Coordinación de los Programas del CNUAH; No de fax (254 2) 624 266.

b) Otras organizaciones: Banco Mundial.

7. Información suplementaria

Banco Mundial. Housing: Enabling Markets to Work. Banco Mundial, Washington, D.C., 1993 (A World Bank Policy Paper).

CNUAH (Hábitat), Banco Mundial. El Programa de Indicadores de Vivienda. Informe del Director Ejecutivo (volumen I). CNUAH, Nairobi, 1993.

CNUAH (Hábitat). Monitoring the Shelter Sector. Examen de los indicadores de vivienda. CNUAH, Nairobi, 1995.

CNUAH (Hábitat). Human Settlement, Interventions Addressing Crowding and Health Issues. CNUAH, Nairobi, 1995.

 
RELACIÓN ENTRE EL PRECIO DE LA VIVIENDA Y EL INGRESO
Social Capítulo 7 Estado

1. Indicador

a) Nombre: Relación entre el precio de la vivienda y el ingreso.

b) Breve definición: Relación entre el precio medio de una vivienda en el mercado libre y el ingreso medio anual por unidad familiar.

c) Unidad de medida: Relación.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Estado.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: Este indicador constituye una medida clave de la asequibilidad de la vivienda, y proporciona información sobre la situación general de los mercados de la vivienda, así como datos importantes sobre varias disfunciones de dicho mercado, que indican diversas deficiencias en la política.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: Este indicador es fundamental para medir la sostenibilidad de los asentamientos humanos determinando la asequibilidad de la vivienda, y, por consiguiente, la repercusión de las fuerzas del mercado y de las políticas de vivienda en las condiciones de vida de la población. La política gubernamental relativa al uso de la tierra influye considerablemente en este indicador, que es especialmente pertinente para las zonas urbanas.

c) Relación con otros indicadores: Este indicador está estrechamente relacionado con varios otros indicadores socioeconómicos de impulso y reacción. Entre ellos figuran el gasto en infraestructura por habitante, el porcentaje de la población que vive en zonas urbanas, el crecimiento de la población urbana, la densidad de población, y la superficie y la población de los asentamientos no autorizados.

d) Objetivos: En los acuerdos internacionales no se han fijado objetivos específicos para este indicador a nivel nacional y mundial.

e) Convenios y acuerdos internacionales: Este indicador es uno de los diez indicadores básicos de vivienda aprobados por la Comisión de Asentamientos Humanos (resolución 14/13), que deben reunirse en todos los países y en varias ciudades de cada país para evaluar los progresos en el logro de los objetivos de la Estrategia Mundial de la Vivienda. Los países deben utilizar estos indicadores como base para los informes que han de presentar a la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II).

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

a) Definiciones y conceptos básicos: Se requieren dos medidas intermedias: el precio medio de la vivienda y el ingreso anual medio por unidad familiar.

i) Ingreso medio por unidad familiar: El ingreso por unidad familiar se define como el ingreso bruto procedente de todas las fuentes, incluidos salarios, sueldos, ingresos derivados de actividades comerciales o de actividades del sector no estructurado, ingresos de la inversión y, cuando se dispone de información, ingresos en especie, tales como el consumo de productos agropecuarios que podrían haberse vendido.

ii) Precio medio de la vivienda: Se entiende por vivienda de precio medio aquella cuyo precio es superior al del 50% de las viviendas e inferior al del otro 50%. El valor de la vivienda se define como el precio al que la vendería una persona a la que no urgiera su venta, si la tuviera en el mercado durante un plazo de tiempo razonable.

b) Métodos de medición: Se han propuesto los siguientes métodos para calcular el ingreso de las unidades familiares y el precio medio de la vivienda.

Muchos países disponen de encuestas a domicilio recientes que contienen información sobre el ingreso medio de las unidades familiares o sus gastos, que pueden utilizarse directamente. Si resultan más fáciles de obtener, pueden utilizarse los datos sobre gastos en lugar de los datos sobre ingresos para calcular estos últimos. De hecho, en el caso de las unidades familiares de ingresos más bajos o en los casos en los que se oculta sistemáticamente el nivel de ingresos, los gastos pueden permitir determinar el ingreso real mejor que los ingresos declarados. A menudo resultan más fáciles de obtener estimaciones recientes sobre el promedio de ingresos por unidad familiar, aunque resulta menos idóneo (por ejemplo, dividiendo los ingresos de las unidades familiares o los gastos de las unidades familiares recogidos en las cuentas nacionales por el número de unidades familiares).

Si se dispone de una encuesta en la que figure el ingreso medio y el promedio de los ingresos, pero que esté demasiado anticuada para permitir un cálculo fiable del ingreso de las unidades familiares, puede utilizarse la relación entre el ingreso medio y el promedio de los ingresos para obtener un nuevo ingreso medio, porque la distribución del ingreso no cambia tan deprisa como el propio ingreso.

Al calcular el precio de la vivienda de precio medio deben incluirse todas las viviendas, nuevas y usadas, autorizadas y no autorizadas. Si, por ejemplo, la mayoría de las viviendas son viviendas no autorizadas, y esas viviendas suelen ser más baratas que las viviendas autorizadas, cabe suponer que la vivienda de precio medio se encuentre dentro del grupo de viviendas no autorizadas. En el caso de los bloques de apartamentos o de las viviendas para varias familias que suelen venderse como un solo edificio, el valor de una vivienda debería calcularse prorrateando el precio total de venta. Este es especialmente el caso en los países de África, en los que la mayoría de las viviendas corresponden a este tipo.

El precio medio puede calcularse aplicando los siguientes métodos.

i) Método 1: Cuando el sector no autorizado es pequeño y los datos son fiables, el precio medio de la vivienda puede determinarse directamente a partir de las cifras de ventas (autorizadas) publicadas o a partir de las encuestas más recientes.

ii) Método 2: Si se dispone de un promedio reciente de los precios, éste puede convertirse en el precio medio aplicando la relación precio medio/promedio de precios de una encuesta anterior. En muchos de los estudios realizados sobre el mercado de la vivienda en países en desarrollo, se ha llegado a la conclusión de que el precio medio suele situarse alrededor del 70% del promedio. Esta cifra es superior cuando la distribución de la vivienda es más igualitaria e inferior cuando es más desigual.

iii) Método 3: Si no se dispone de datos directos, es necesario calcular los precios de cada submercado. Se calcula el porcentaje de todas las viviendas y la gama de precios por unidad. A continuación hay que calcular el promedio utilizando un gráfico que represente los diferentes submercados. En algunos casos, las gamas de precios de varios tipos distintos de vivienda pueden superponerse alrededor del precio medio, de manera que la vivienda de precio medio puede pertenecer a cualquiera de esos tipos.

c) El indicador dentro del marco de impulso-estado-reacción: Este indicador mide la asequibilidad de la vivienda, resultante de la oferta y la demanda y determinada por el marco general de política en esa esfera. Se trata de un indicador de estado dentro del marco de impulso-estado-reacción.

d) Limitaciones del indicador: Los resultados de este indicador pueden variar considerablemente según se recojan a nivel municipal, nacional, o urbano/rural, dadas las diferencias en la disponibilidad del suelo y en los tipos de asentamientos humanos y actividades. Aunque el precio medio de la vivienda es más indicativo de la asequibilidad general de la vivienda que el promedio de los precios, algunos subgrupos de población pueden encontrar la vivienda mucho menos asequible que la media. Además, aunque los alquileres suelen reflejar el precio de la vivienda, pueden ser más o menos asequibles de lo que muestra este indicador, pues dependen de la reglamentación del mercado de alquiler y de la disponibilidad de viviendas en ese régimen. Es preciso recoger datos a varios niveles a fin de disponer de una visión general de la asequibilidad de la vivienda. En algunos países, como China, no existe un mercado oficial de la vivienda, por lo que es difícil calcular un valor significativo para este indicador.

Este indicador no refleja la influencia de los mercados financieros. Es una medida de lo que se pagará en el mercado, más que de lo que cuesta construir una vivienda.

e) Otras posibles definiciones: Otra medida clave y complementaria de la asequibilidad de la vivienda es la relación entre los alquileres y los ingresos, definida como relación entre el alquiler medio anual de una vivienda y el ingreso medio anual de sus inquilinos. Este dato puede ser importante en algunos países y ciudades en los que es común residir en una vivienda de alquiler.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

a) Datos necesarios para determinar el indicador: Ingreso medio por unidad familiar; precio medio de la vivienda.

b) Disponibilidad de datos: En general se dispone de datos fiables sobre muchos países. El ingreso medio por unidad familiar puede obtenerse de las encuestas a domicilio, y el precio medio de la vivienda puede calcularse sobre la base de estudios de mercado. Las estimaciones efectuadas a partir de respuestas a encuestas suelen corresponder a los valores reales del mercado. En 1992 se reunieron datos relativos a este indicador en 53 países (una ciudad por país) en el marco del Programa de Indicadores de los Resultados Obtenidos en el Sector de la Vivienda (CNUAH, Banco Mundial). El Programa de Indicadores de Vivienda del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (CNUAH) está recogiendo estos datos a nivel mundial en el marco de los preparativos de la Conferencia Hábitat II.

c) Fuentes de datos: Existen fuentes de datos básicos en las distintas zonas urbanas. Este indicador se publica en el informe del Programa de Indicadores de Vivienda que figura en la sección 7 infra.

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

a) Organismo principal: El organismo principal es el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat). El punto de contacto es el Director de la Oficina de Coordinación de los Programas del CNUAH; No de fax (254 2) 624 266.

b) Otras organizaciones: Banco Mundial.

7. Información suplementaria

Banco Mundial. Housing: Enabling Markets to Work. A World Bank Policy Paper. Washington, D.C., 1993

CNUAH (Hábitat), Banco Mundial. El Programa de Indicadores de Vivienda. Informe del Director Ejecutivo (volumen I). CNUAH, Nairobi, 1993.

CNUAH (Hábitat). Monitoring the Shelter Sector. Examen de los indicadores de vivienda. CNUAH, Nairobi, 1995.

 
GASTO EN INFRAESTRUCTURA POR HABITANTE
Social Capítulo 7 Reacción

1. Indicador

a) Nombre: Gasto en infraestructura por habitante.

b) Breve definición: Gasto por habitante en dólares EE.UU. de todos los niveles de la administración pública, incluidos servicios y empresas de propiedad pública, en servicios de infraestructura urbana en el año en curso.

c) Unidad de medida: Dólares EE.UU.

2. Ubicación dentro del marco

a) Programa 21: Capítulo 7: Fomento del desarrollo sostenible de los asentamientos humanos.

b) Tipo de indicador: Reacción.

3. Significación (pertinencia para la adopción de políticas)

a) Finalidad: Este indicador mide la participación de los distintos niveles de la administración pública y del sector privado en la creación, la mejora y el mantenimiento de infraestructuras. Se trata de una medida clave del suministro de servicios básicos, incluida la vivienda, a la población.

b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no sostenible: La infraestructura es uno de los principales indicadores para vigilar los progresos en el ámbito de la Estrategia Mundial de la Vivienda hasta el Año 2000, que promueve un cambio fundamental en la función del gobierno en el ámbito de la vivienda, de tratar de proporcionar vivienda directamente a ejercer una función de habilitación que facilite, fomente y apoye las actividades del sector privado, tanto estructurado como no estructurado. La estrategia de habilitación es la base del enfoque sostenible a largo plazo de la gestión de los asentamientos humanos.

El gasto total en infraestructura está estrechamente vinculado al desarrollo de nuevas tierras y a la construcción, así como a la mejora del acceso de las unidades familiares a los servicios. Un bajo nivel de gasto en infraestructura da lugar a estrangulamientos en la oferta de suelo y, por consiguiente, a la subida de los precios del suelo y la vivienda. Asimismo, es causa de deficiencias en el suministro de servicios municipales, como el suministro de agua, el alcantarillado, el avenamiento, la electricidad, y los servicios de transporte, todos los cuales pueden afectar a la calidad de la vivienda y al acceso a ella.

c) Relación con otros indicadores: El desarrollo de las infraestructuras impulsa el sector de la vivienda y la hace más asequible. Está estrechamente relacionado con otros indicadores socioeconómicos y ambientales, especialmente los relacionados con los asentamientos humanos, como la relación entre el precio de la vivienda y el ingreso, los cambios en el uso de la tierra, el consumo de combustible para transporte, la superficie de los asentamientos no autorizados, el acceso a un saneamiento adecuado, y la tasa de mortalidad infantil.

d) Objetivos: Los acuerdos internacionales no han fijado objetivos específicos para este indicador a nivel nacional y mundial.

e) Convenios y acuerdos internacionales: Este indicador es uno de los diez indicadores básicos de vivienda aprobados por la Comisión de Asentamientos Humanos (resolución 14/13), que deben reunirse en todos los países y en varias ciudades de cada país, a fin de evaluar los progresos en el logro de los objetivos de la Estrategia Mundial de la Vivienda. Los países deben utilizar los indicadores como base de los informes que habrán de presentar a la Segunda Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Asentamientos Humanos (Hábitat II).

4. Descripción de la metodología y definiciones en que se basa

a) Definiciones y conceptos básicos: Los gastos en infraestructura comprenden los gastos de funcionamiento, mantenimiento y capital en infraestructuras físicas tales como calzadas urbanas, ferrocarriles, alcantarillado, sistema de avenamiento, suministro de agua, electricidad y recogida de basuras, pero no los gastos en infraestructuras sociales, como los gastos en las esferas de la salud y la educación.

b) Métodos de medición: Los gastos en infraestructura comprenden tres elementos principales, los gastos de capital (costos de construcción), los gastos ordinarios (funcionamiento, mantenimiento, salarios, etc.), y los gastos por servicio del capital (servicio de la deuda y depreciación). Si en el año anterior se han producido unos gastos de capital extraordinariamente elevados sobre los que se dispone de cifras, no deben incluirse en el indicador. Sólo debe considerarse gasto del año en curso la depreciación del primer año. Sólo se deben contabilizar como gastos los desembolsos o las transferencias reales. Si las deudas (por ejemplo, al gobierno central) no se pagan efectivamente, o si los pagos por depreciación no se transfieren efectivamente a un fondo de amortización, no deben contabilizarse como gastos.

c) El indicador dentro del marco de impulso-estado-reacción: El gasto en infraestructura es una medida fundamental de la gestión de los asentamientos humanos, dado que la infraestructura constituye el principal insumo para el desarrollo y la mejora del suelo y de la vivienda. Se trata de un indicador de reacción a las deficiencias del desarrollo del suelo y, por consiguiente, de la construcción de vivienda, cuya finalidad es atender a la creciente demanda de la población.

d) Limitaciones del indicador: La metodología de este indicador requiere que se siga trabajando, por ejemplo, en la definición del alcance de las infraestructuras que se han de incluir, y en el tratamiento de los pagos de intereses y la depreciación. La interpretación y el significado de este indicador varían considerablemente en función de los países y las regiones geográficas.

En muchos países, el gasto en infraestructura está destinado a determinadas zonas de la ciudad y a grupos específicos de población. Los datos agregados correspondientes a toda la ciudad no indican cuáles son los beneficiarios reales del gasto en infraestructura. Por otra parte, los gastos sectoriales en distintas categorías de infraestructuras pueden tener repercusiones muy distintas en la sostenibilidad.

e) Otras posibles definiciones: Habida cuenta de las limitaciones examinadas anteriormente, puede resultar aconsejable estudiar la posibilidad de adoptar una definición más básica de infraestructura que incluya, por ejemplo, el suministro de agua, la recogida y el tratamiento de aguas residuales, la red de carreteras, las comunicaciones, y las escuelas. No obstante, ello puede incrementar la superposición con otros indicadores ya existentes, más desagregados, tales como el suministro de agua y los servicios de saneamiento.

5. Evaluación de la disponibilidad de datos de fuentes nacionales e internacionales

a) Datos necesarios para determinar el indicador: Gastos de capital (costos de construcción), gastos ordinarios (funcionamiento, mantenimiento, sueldos, etc.), y pagos por servicio del capital (servicio de la deuda y depreciación).

b) Disponibilidad de datos: En el marco del Programa de Indicadores de los Resultados Obtenidos en el Sector de la Vivienda realizado en 1992 (CNUAH, Banco Mundial), se ha recogido este indicador en 44 países (una ciudad por país). El Programa de Indicadores de Vivienda del Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (CNUAH) está recogiendo estos datos a nivel mundial en el marco de los preparativos de la Conferencia Hábitat II.

c) Fuentes de datos: Este indicador se obtiene a partir de las cuentas de gastos de las administraciones locales y del gobierno central, y de los principales organismos públicos. El informe del Programa de Indicadores de Vivienda, que figura en la sección 7 infra, contiene datos internacionales.

6. Organismos que intervienen en la determinación del indicador

a) Organismo principal: El organismo principal es el Centro de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (Hábitat). El punto de contacto es el Director de la Oficina de Coordinación de los Programas, CNUAH; No de fax (254 2) 624 266.

b) Otras organizaciones: Banco Mundial.

7. Información suplementaria

Banco Mundial. Housing: Enabling Markets to Work. A World Bank Policy Paper. Washington, D.C., 1993.

CNUAH (Hábitat), Banco Mundial. El Programa de Indicadores de Vivienda. Informe del Director Ejecutivo (volumen I). CNUAH, Nairobi, 1993.

CNUAH (Hábitat). Monitoring the Shelter Sector. Examen de los indicadores de vivienda. CNUAH, Nairobi, 1995. 

 

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15 December 2004