ESPECIES
AMENAZADAS COMO PORCENTAJE DEL TOTAL DE
ESPECIES AUTÓCTONAS |
Ambiental |
Capítulo 15 |
Estado |
1. Indicador
a) Nombre: Especies amenazadas como
porcentaje del total de especies autóctonas.
b) Breve definición: Número de especies
en peligro de extinción como porcentaje del número total de especies autóctonas.
c) Unidad de medida: %.
2. Ubicación dentro del marco
a) Programa 21: Capítulo 15: Conservación de
la diversidad biológica.
b) Tipo de indicador: Estado.
3. Significación (pertinencia para la adopción de
políticas)
a) Finalidad: Mostrar el mantenimiento o la pérdida
de diversidad de especies.
b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no
sostenible: El mantenimiento de la biodiversidad es esencial para el
bienestar de los ecosistemas. La diversidad de especies es uno de los tres
niveles principales de la biodiversidad; los otros son la diversidad de
ecosistemas y la diversidad genética.
c) Relación con otros indicadores: Este
indicador está relacionado con otros que son pertinentes para la
biodiversidad, como la superficie protegida como porcentaje de la superficie
total, los cambios en el uso de la tierra, la intensidad de la tala, el
crecimiento demográfico, etc.
d) Objetivos: No se han fijado objetivos
internacionales para este indicador. Pueden fijarse objetivos nacionales, por
ejemplo, para reducir el peligro que corren las especies, de manera que las
especies amenazadas representen menos de un 1% del total de especies de
cualquier tipo.
e) Convenios y acuerdos internacionales:
Convenio sobre la Diversidad Biológica.
4. Descripción de la metodología y definiciones en
que se basa
a) Definiciones y conceptos básicos: Los
conceptos básicos están bien formulados, aunque pueden existir diferencias
de terminología entre los distintos países. Por especies amenazadas se
entiende las que corren peligro de extinción, e incluyen las especies en
peligro, vulnerables, raras, e indeterminadas, con arreglo a las definiciones
de la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). Por extinción se entiende la
desaparición en todo el mundo, al menos en estado salvaje. Por extirpación
se entiende la desaparición en el país o la zona de que se esté tratando.
Las especies se definen como especies totalmente autóctonas (especies que no
han sido introducidas), y no subespecies u otros taxones infraespecíficos.
Las especies amenazadas se refieren a la clase, que es el tercer nivel de la
jerarquía taxonómica, después del reino y el tipo.
b) Métodos de medición: Es necesario
seleccionar todas las clases cuyo número de especies autóctonas se conoce (o
puede estimarse), y cuyo estado se vigila o evalúa periódicamente. Es
preciso calcular, para cada clase, el porcentaje de especies autóctonas
amenazadas y cotejarlo con el número total de especies autóctonas
correspondiente.
Se recomienda facilitar datos sobre cuatro
subindicadores:
i) porcentaje de especies amenazadas de plantas
vasculares, total de todas las clases;
ii) porcentaje de especies amenazadas de cada clase de
plantas vasculares;
iii) porcentaje de especies vertebradas amenazadas,
total de todas las clases; y
iv) porcentaje de especies amenazadas de cada clase
vertebrada.
Los subindicadores i) y iii) ofrecen un panorama
general de la situación de las plantas y animales, respectivamente. Los
subindicadores ii) y iv) muestran qué clases son las más amenazadas.
Los países pueden optar por compilar por separado los
datos sobre las especies en peligro de extinción y las especies en peligro de
extirpación correspondientes a cada uno de los cuatro subindicadores.
c) El indicador dentro del marco de
impulso-estado-reacción: Se trata de un indicador de estado de la
biodiversidad.
d) Limitaciones del indicador: Sólo es posible
vigilar las especies más conspicuas y bien conocidas, que representan una
pequeña proporción de la diversidad total de especies. Las variaciones genéticas
dentro de algunas especies pueden ser tan importantes como las diferencias
entre especies, pero pueden pasarse por alto cuando sólo se notifican datos a
nivel de las especies.
e) Otras posibles definiciones: Los indicadores
de ecosistemas y diversidad genética permiten vigilar algunas especies y
estirpes genéticas no reflejadas en este indicador.
Este indicador representa mejor el estado de la
diversidad de especies y es más apto para la fijación de objetivos que
alternativas tales como el número de especies amenazadas. El número de
especies amenazadas no refleja por sí solo el mantenimiento o la pérdida de
diversidad de especies, ya que no hay forma de distinguir en qué medida
corresponden las cifras a consecuencias perjudiciales para las especies y en
qué medida se deben al elevado número total de especies (cuantas más
especies haya, mayor será la probabilidad de que existan especies amenazadas).
Los datos sobre las especies amenazadas como porcentaje del total de especies
evitan este problema y permiten efectuar comparaciones entre países y entre
distintos números de especies.
Sin embargo, no se conoce el número total de especies;
y sólo se vigila el estado de algunos grupos de especies. Por consiguiente,
el porcentaje ha de calcularse sobre la base de grupos cuyo número total de
especies se conoce y cuyo estado se vigila. Para los animales, el nivel taxonómico
más elevado que responde a esos criterios es la clase. Entre las plantas, son
las clases o las divisiones, según el sistema de clasificación.
El número de especies extintas es un indicador de la
eficacia real de la reacción al indicador de las especies amenazadas. Sin
embargo, el indicador de las especies amenazadas es un indicador más útil de
las consecuencias para la diversidad de especies porque está orientado al
futuro y resulta menos difícil de vigilar.
5. Evaluación de la disponibilidad de datos de
fuentes nacionales e internacionales
a) Datos necesarios para determinar el indicador:
Número total de especies y número de especies amenazadas, preferiblemente
para todas las clases de plantas vasculares y animales vertebrados.
b) Disponibilidad de datos: La mayoría de los
países disponen de datos a nivel nacional sobre las plantas superiores (hasta
11 clases, aunque no desglosadas por clases); y sobre cuatro clases de
animales (anfibios, reptiles, aves y mamíferos). Muchos países disponen
también de datos sobre peces amenazados, aunque no desglosados por clases, y
normalmente sólo para peces de agua dulce. No suele disponerse de datos a
nivel nacional sobre el número total de especies de peces. Son pocos los países
que disponen de datos a nivel subnacional. Aunque muchos países recogen datos,
para algunos resulta más fácil recurrir a fuentes internacionales.
c) Fuentes de datos: Las fuentes nacionales son
los organismos encargados de la ordenación de la flora y fauna silvestres y/o
de la aplicación del Convenio sobre la Diversidad Biológica. La fuente
internacional es el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación.
6. Organismos que intervienen en la determinación
del indicador
a) Organismo principal: El organismo principal
es la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). El punto de contacto es el
Equipo de Evaluación Internacional de la UICN; No de fax (1 604)
474 6976.
b) Otras organizaciones: Otras organizaciones
que han colaborado en el desarrollo de este indicador son el Centro Mundial de
Vigilancia de la Conservación, el Instituto Mundial de Recursos, y la
secretaría del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
7. Información suplementaria
a) Otras lecturas:
Mabberley, D.J. The Plant Book: A Portable Dictionary
of the Higher Plants. Cambridge University Press, Cambridge, Reino Unido.
1987.
Margulis, Lynn, y Karlene V. Schwartz. Five Kingdoms:
An Illustrated Guide to the Phyla of Life on Earth. Segunda edición. W.H.
Freeman, Nueva York. 1987.
McNeely, Jeffrey A., et al. Conserving the World's
Biological Diversity. UICN, Instituto Mundial de Recursos, CI, Fondo Mundial
para la Naturaleza, Banco Mundial, Gland, Suiza, y Washington, D.C. 1990.
Reid, Walter V., et al. Biodiversity Indicators for
Policy Makers. Instituto Mundial de Recursos, Washington, D.C.
Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación.
Global Biodiversity: Status of the Earth's Living Resources. Chapman and Hall,
Londres. 1992.
b) Otros contactos:
Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación; No
de fax (44 1223) 277 136.
Comisión de Supervivencia de las Especies, Unión
Mundial para la Naturaleza; No de fax (41 22) 999 0015.
Instituto Mundial de Recursos; No de fax (1
202) 638 0036.
SUPERFICIE
PROTEGIDA COMO PORCENTAJE DE LA
SUPERFICIE TOTAL |
Ambiental |
Capítulo 15 |
Reacción |
1. Indicador
a) Nombre: Superficie de tierras
protegidas como porcentaje de la superficie total de tierras; y superficie
marina protegida como porcentaje de la superficie marina total.
b) Breve definición: Este indicador
comprende la superficie de tierras protegidas (incluidas las superficies de
agua dulce), expresada como porcentaje de la superficie total de tierras (y de
agua dulce); y la superficie marina protegida como porcentaje de la superficie
marina total.
c) Unidad de medida: %.
2. Ubicación dentro del marco
a) Programa 21: Capítulo 15: Conservación de
la diversidad biológica.
b) Tipo de indicador: Reacción.
3. Significación (pertinencia para la adopción de
políticas)
a) Finalidad: Este indicador representa la
medida en que se protegen contra usos incompatibles las zonas que son
importantes para la biodiversidad, el acervo cultural, la investigación científica
(incluida la vigilancia básica), las actividades recreativas, el
mantenimiento de los recursos naturales, y otros fines.
b) Pertinencia para el desarrollo sostenible/no
sostenible: La creación de zonas protegidas es un instrumento esencial
para la conservación de ecosistemas, cuyas funciones superan con creces la
mera conservación de la diversidad biológica. Se trata de una de las piedras
angulares del desarrollo sostenible.
c) Relación con otros indicadores: Este
indicador está relacionado con otros indicadores que pueden ser pertinentes
para la utilización de las tierras y los recursos. Entre ellos figuran los
cambios en el uso de las tierras, la intensidad de la tala, la superficie de
bosques, la ratificación de acuerdos mundiales, etc.
d) Objetivos: En Caring for the Earth: A
Strategy for Sustainable Living, de 1991, se fija como objetivo la protección
del 10% de cada una de las principales regiones ecológicas de los países
antes del año 2000 (véase el apartado a) de la sección 7 infra). En el IV
Congreso Mundial sobre Parques Nacionales y Zonas Protegidas, celebrado en
1992, se fijó un objetivo similar (véase la referencia a McNeely en el
apartado a) de la sección 7 infra). Ambos objetivos reflejan el conocimiento
de que es más importante que esté representada toda la diversidad de
ecosistemas de un país que el porcentaje neto de superficie protegida.
e) Convenios y acuerdos internacionales: No
disponibles.
4. Descripción de la metodología y definiciones en
que se basa
a) Definiciones y conceptos básicos: La Unión
Mundial para la Naturaleza (UICN) ha establecido seis categorías de ordenación
de las zonas protegidas divididas en dos grupos. Las zonas totalmente
protegidas se mantienen en su estado natural y están vedadas a usos
extractivos. Comprenden la categoría I, reservas naturales integrales/zonas
en estado natural; la categoría II, parques nacionales; y la categoría III,
monumentos nacionales. Las zonas parcialmente protegidas se destinan a usos
concretos tales como actividades recreativas, o a brindar unas condiciones óptimas
para determinadas especies o comunidades ecológicas. Comprenden la categoría
IV, hábitat/zona de ordenación de especies; categoría V, paisaje terrestre/marino
protegido; y categoría VI, zona protegida de recursos ordenados (las
definiciones completas figuran en UICN, Comisión de Parques Nacionales y
Zonas Protegidas, 1994; véase el apartado a) de la sección 7 infra).
Las zonas totalmente protegidas son necesarias para
proteger una gama lo más amplia posible de comunidades ecológicas naturales
y de especies que dependen de ellas. Para que esas comunidades puedan perdurar
y evolucionar "naturalmente" protegidas en la medida de lo posible
de las actividades humanas, las zonas protegidas tienen que ser vastas. Las
zonas parcialmente protegidas resultan útiles cuando se requieren
determinadas actividades humanas para proteger a especies o comunidades ecológicas
concretas. También son necesarias para proteger valiosas expresiones de la
relación del ser humano con la naturaleza en lo que respecta al paisaje.
Normalmente, el tamaño de la zona es menos importante.
b) Métodos de medición: La utilidad del
indicador depende de que se establezca una distinción clara entre las zonas
totalmente protegidas y las zonas parcialmente protegidas, ya que tienen
funciones distintas, aunque complementarias. Cada una de ellas tiene que
figurar por separado en el indicador, como sigue: es preciso calcular la
superficie total de las zonas protegidas de 1.000 hectáreas o más. A
continuación se calcula la superficie total de las zonas parcialmente
protegidas, cualquiera que sea su tamaño. Por último se calcula el
porcentaje de la superficie total de tierra/mar que ocupa cada grupo.
c) El indicador dentro del marco de
impulso-estado-reacción: Este indicador representa una reacción ante los
peligros que amenazan a los ecosistemas, las especies y la diversidad genética.
También refleja en parte el estado de la biodiversidad de los ecosistemas.
d) Limitaciones del indicador: La eficacia de
este indicador se ve limitada por dos problemas. En primer lugar, representa
una protección de jure y no de facto. No indica la calidad de la ordenación
ni si las zonas están de hecho protegidas contra usos incompatibles. En
segundo lugar, el indicador no muestra cuán representativas de la diversidad
ecológica del país son las zonas protegidas. Se trata de una deficiencia
importante, ya que puede estar protegida una parte considerable de algunos
ecosistemas mientras otros están abandonados.
e) Otras posibles definiciones: Una definición
alternativa podría ser el alcance de la diversidad de ecosistemas por zonas
protegidas. Esa definición utiliza los mismos conceptos y métodos de medición,
pero establece una distinción para los porcentajes de cada uno de los
principales tipos de ecosistemas que se encuentran en zonas protegidas de
distintos tamaños.
5. Evaluación de la disponibilidad de datos de
fuentes nacionales e internacionales
a) Datos necesarios para determinar el indicador:
Clasificación de las zonas protegidas, que puede adaptarse a las categorías
de la UICN. Superficie de cada una de las zonas total o parcialmente
protegidas, preferiblemente por tamaños. Superficie total del territorio y
las aguas territoriales del país. Conviene disponer de una clasificación de
los tipos de regiones ecológicas y ecosistemas, junto con las zonas y la
ubicación registradas en un sistema de información geográfica.
b) Disponibilidad de datos: Se dispone de datos
nacionales sobre las zonas protegidas en la práctica totalidad de los países.
También se dispone de datos a nivel subnacional sobre muchos países. Menos fáciles
de obtener son, en cambio, los datos sobre tipos de regiones ecológicas y de
ecosistemas.
c) Fuentes de datos: Las fuentes nacionales son
los organismos encargados de los parques y las zonas protegidas. La principal
fuente internacional es el Centro Mundial de Vigilancia de la Conservación.
6. Organismos que intervienen en la determinación
del indicador
a) Organismo principal: El organismo principal
es la Unión Mundial para la Naturaleza (UICN). El punto de contacto es el
Equipo de Evaluación Internacional de la UICN; No de fax (1 604)
474 6976.
b) Otras organizaciones: El Centro Mundial de
Vigilancia de la Conservación también ha colaborado en la preparación de
este indicador.
7. Información suplementaria
a) Otras lecturas:
UICN, Comisión de Parques Nacionales y Zonas
Protegidas. Guidelines for Protected Area Management Categories, Comisión de
Parques Nacionales y Zonas Protegidas con asistencia del Centro Mundial de
Vigilancia de la Conservación y de la Unión Mundial para la Naturaleza.
Gland (Suiza) y Cambridge (Reino Unido). 1994.
UICN, Programa de las Naciones Unidas para el Medio
Ambiente, Fondo Mundial para la Naturaleza. Caring for the Earth: A Strategy
for Sustainable Living. Gland (Suiza) y Nairobi. 1991.
McNeely, Jeffrey (ed.). Parks for Life: Report of the
IVth World Congress on National Parks and Protected Areas. UICN, Gland (Suiza).
1993.
b) Otros contactos:
Departamento de datos sobre zonas protegidas, Centro
Mundial de Vigilancia de la Conservación; No de fax (44 1223) 277
136.
Comisión de Parques Nacionales y Zonas Protegidas, Unión
Mundial para la Naturaleza; No de fax (41 22) 999 0015.
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