ONU Bienvenidos a las Naciones Unidas. Son su mundo.

Secretario General Ban Ki-Moon

Memoria del Secretario General sobre la labor de la Organización

Introducción

El edificio de la Secretaría de la ONU en Nueva York

Edificio de la Secretaría de la ONU en Nueva York

El mundo entero tiene la mirada puesta, con toda justicia, en 2015, año en que esperamos llevar a buen término compromisos crucial es que tendrán una enorme repercusión en la vida de todos y cada uno de los habitantes del planeta. El éxito en 2015 depende de que nos esforcemos al máximo ahora. En los últimos 12 meses se han hecho progresos tangibles en la materialización de esos compromisos en varios frentes, como el acto especial de la Asamblea Gener al para examinar las medidas adoptadas para lograr los Objetivos de Desarrollo d el Milenio celebrado en septiembre de 2013 o la conclusión de la labor del Grupo de Trabajo de Composición Abierta sobre los Objetivos de Desarrol lo Sostenible en julio. Los Estados Miembros han avanzado en lo referente a la nueva agenda mundial de desarrollo sostenible, aprovechando los aciertos y la experiencia de los Objetivos de Desarrollo del Milenio pero sin olvidar que el mundo ha cambiado en muchos aspectos en los 15 años transcurridos desde que se enunciaron los Objetivos. También han hecho un último esfuerzo concertado par a lograr los Objetivos, sabedores de que en menos de 500 días se agota el plazo fijado para cumplirlos. Aunque podemos congratularnos de que millones de personas han salido de la pobreza extrema, son demasiados quienes siguen pade ciendo privaciones y siendo víctimas de la inseguridad y las desigualdades, alg o inaceptable en un mundo en el que abundan las oportunidades y la riqueza y en el que la tecnología nos ha abierto nuevos horizontes y ha acortado las distancias que nos separan. El desarrollo no consiste únicamente en el crecimiento económico: implica también justicia. Considero alentador que en los debates en torno a la agenda para el desarrollo después de 2015 se haya tenido muy presente la noción de que compartimos un futuro común.

También se ha cobrado mayor conciencia de que se nos acaba el tiempo para tomar medidas eficaces con respecto al cambio climático. Los datos científicos que avalan que el calentamiento del planeta es consecuencia de la influencia humana son inequívocos. Entretanto, las emisiones han seguido aumentando y, con ellas, el riesgo de que el aumento de la temperatura media mundial sea superior a 2ºC, que se considera el umbral a partir del cual se producirá un peligroso cambio climático. No cabe duda de que ha llegado el momento de tomar medidas. Nuestra generación es la primera que siente los efectos del cambio climático y la última que puede hacer algo al respecto. Fui testigo directo de esos efectos cuando visité Groenlandia y seguiré apremiando a los dirigentes mundiales a que hagan cuanto esté en su mano en este sentido. La cumbre sobre el clima que estoy organizando para el 23 de septiembre tiene por objeto movilizar la voluntad política al más alto nivel y propiciar la adopción de medidas concretas sobre el terreno. Ali ento a todos los participantes a aprovechar al máximo esta oportunidad.

Además de tratar de sentar las bases para el bienes tar humano a largo plazo, también hemos tenido que hacer frente a graves problemas inmediatos que han hecho peligrar la paz, la seguridad y el estado de derecho. La crisis en la República Árabe Siria, que ha entrado en su cuarto año, ha provocado el peor éxodo de refugiados desde el genocidio de Rwanda y nos ha deparado el horrendo espectáculo de los ataques con armas químicas. Las gestiones políticas para poner fin a la crisis han sido infructuosas, aun cuando las consecuencias humanitarias y económicas que conlleva para la región son devastadoras. En Sudán del Sur, los frágiles logros conquistados por la nueva nación se desmoronaron al estallar en diciembre de 2013 un conflicto que se ha cobrado miles de vidas y ha hecho que millones de personas necesiten asistencia humanitaria. En Malí y en la República Centroafricana se ha producido un retroceso similar que ha afectado a la vida de millones de personas. Por otro lado, lo sucedido en Ucrania ha suscitado el debate en torno a la soberanía de los Estados y el derecho a la libre determinación. También ha sembrado dudas en cuanto a los acuerdos suscritos por los Estados Miembros en relación con las armas nucleares y, en general, ha exacerbado las diferencias de opinión entre los Estados Miembros con respecto a la promoción y el mantenimiento de la paz internacional. Esta última dinámica ha afectado, a su vez, a la capacidad de las Naciones Unidas para afrontar las crisis mundiales. Las tensiones geopolíticas han aflorado también en disputas marítimas y cibernéticas, lo que no es sino un recordatorio de que nuestra creciente interdependencia entraña una mayo r complejidad y de que resolver las controversias rápidamente y de manera pacífica es más importante que nunca. He puesto en marcha un examen con el fin de reflexionar sobre la evolución de las expectativas con respecto a las operaciones de paz de las Naciones Unidas y cómo concertar una postura común en cuanto a la forma de proceder de aquí en adelante.

Como nota positiva, hemos puesto en práctica nuevos enfoques y medios ante la situación en el este de la República Democrática del Congo, donde gracias a una combinación de medidas políticas y militares se ha logrado desarticular la principal milicia que tenía aterrorizada a la población local desde hacía mucho tiempo. El cierre de la Oficina Integrada de las Naciones Unid as para la Consolidación de la Paz en Sierra Leona constituyó la feliz culminación de años de incesante labor de las Naciones Unidas en apoyo a la recuperación del país tras decenios de conflicto.

En 2014 se cumple el vigésimo aniversario del genocidio en Rwanda. Tuve el privilegio de visitar Kigali para constatar lo mucho que ha progresado el país desde esa tragedia. También visité el campo de concentración y exterminio nazi alemán de Auschwitz-Birkenau. Reflexionar sobre la capacidad del ser humano de obrar con una brutalidad inconcebible nos sirve de recordator io de que hemos de mantenernos siempre alerta. Al día de hoy, la agonía de la población en la República Árabe Siria, la República Centroafricana y Sudán del Sur y la violencia y la discriminación basadas en la identidad que existen en otros lugares ponen a prueba la capacidad de la Organización para hacer uso de toda la gama de mandatos de que dispone para proteger a las personas a las que debe servir y la disposición de los Estados Miembros a cumplir con sus responsabilidades. Este es uno de los pilares de la iniciativa «Los derechos primero», que puse en marc ha en noviembre de 2013 y que llevará a la Organización a examinar desde una nueva perspectiva las amenazas de violaciones graves del derecho internacional humanitario y de los derechos humanos y a responder a ellas rápidamente con medidas civil es para así evitar catástrofes inminentes. Nos mantendremos alerta para detectar nuevos riesgos, nos pronunciaremos públicamente, informaremos de las vi olaciones a las autoridades nacionales o a los órganos competentes de las Naciones Unidas y las organizaciones regionales y mantendremos un diálogo con los Estados Miembros sobre las mejoras que pueden poner en práctica.

Los desastres naturales y causados por el hombre hicieron que el año pasado fuera uno de los más difíciles de la historia reciente de la asistencia humanitaria. Los desastres naturales, como el tifón Haiyan y las inundaciones en los Balcanes, tuvieron consecuencias devastadoras y los pobres y los más vulnerables pagaron un precio desproporcionado. En muchas situaciones de c onflicto, la evolución de las condiciones de seguridad ha minado sobremanera la capacidad de la Organización para desarrollar su labor. En la República Árabe Siria, hemos asistido a la politización sin escrúpulos de la asistencia humani taria: sigue bloqueado el acceso a cientos de miles de personas desesperadas, se está utilizando la inanición como arma de guerra y los medicamentos son retirados del iberadamente de los convoyes de ayuda.

Hemos seguido dando prioridad al empoderamiento eco nómico de la mujer, al liderazgo y la participación de la mujer en la adopción de decisiones y a las iniciativas para combatir la violencia contra la mujer y la niña. El admirable ejemplo de Malala Yousafzai y el espantoso secuestro de niñas en una escuela del norte de Nigeria por el grupo terrorista Boko Haram han puesto de relieve la importancia de la educación de las niñas y el largo camino que nos queda por recorrer en muchas partes del mundo para asegurarno s de que las mujeres y las niñas participan en la sociedad en pie de igualdad. La humanidad no gozará de la paz y la prosperidad que ansía mientras la mitad de la población sea víctima de la violencia y la discriminación y de actitudes que consideran a las mujeres y las niñas ciudadanas de segunda clase.

Por último, en lo que atañe más directamente a la Organización, he seguido tratando de adaptarla a las necesidades y realidades de nuestros tiempos. La Asamblea General aprobó el marco de movilidad planificada que propuse, que facilitará el cumplimiento de los mandatos de las Naciones Unidas al crear una fuerza de trabajo dinámica, adaptable y móvil. Las Normas Internacionales de Contabilidad del Sector Público se aplicarán plenamente en el ejercicio económico 2014, mientras que Umoja, el nuevo sistema de planificación de los recursos institucionales y otro de los grandes pilares del proceso de fortalecimiento de la Organización, ya está siendo utilizado por todas las operaciones de mantenimiento de la paz y en un plazo de 12 meses se habrá implantado por completo.