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Secretario General Ban Ki-Moon

Mensaje del Secretario General con motivo del Día Mundial de la Malaria

25 de abril de 2013

Desde que en el año 2000 los dirigentes mundiales aprobaron los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), se ha formado una gran alianza de gobiernos, entidades de las Naciones Unidas, organizaciones filantrópicas y empresas para proteger de la malaria a cientos de millones de personas. El incremento de la financiación internacional, combinado con el creciente compromiso político en los países donde la malaria es endémica, ha dado lugar a un enorme aumento de las intervenciones preventivas y ha ampliado el acceso a las pruebas de diagnóstico y a los medicamentos que pueden salvar la vida, con lo que se ha evitado más de un millón de muertes.

La meta de los ODM de detener y comenzar a reducir la incidencia de esta enfermedad se presenta ahora a nuestro alcance y 50 países están bien encaminados para reducir la carga que representa la malaria en al menos un 75% para 2015. Con todo, subsisten problemas graves. La malaria sigue afectando gravemente a los países menos adelantados, principalmente en África, y millones de personas siguen sin acceso a intervenciones médicas que podrían salvarles la vida.

Cada minuto la malaria mata a un niño en África. Las deficiencias de los sistemas de vigilancia implican que solo se registra una ínfima parte de los casos de malaria y que los gobiernos y la Organización Mundial de la Salud disponen de muy poca información sobre los lugares afectados por la enfermedad y la evolución de las tendencias, a pesar de que se están aplicando mejoras de la recopilación de datos. La aparición en el parásito de la malaria de resistencia a los medicamentos y en los mosquitos a los insecticidas están complicando aún más los esfuerzos para combatir esta persistente amenaza a la vida y a la productividad.

Recientemente, la financiación mundial para el control de la malaria se ha estancado. Aunque se ha comprometido la mitad de los recursos necesarios para lograr que el número de muertes de malaria se reduzca casi por completo antes del plazo de 2015 para alcanzar los ODM, existe aún un déficit anual de cerca de 3.000 millones de dólares. Este déficit está empezando a ralentizar el aumento de intervenciones fundamentales contra la malaria en África, especialmente la distribución de mosquiteros impregnados de insecticidas de larga duración.

Para impedir que vuelva la malaria, y seguir paliando el sufrimiento, especialmente en los diez países que soportan la mayor carga de la enfermedad, es necesario que la comunidad internacional facilite la financiación necesaria para proteger a todos los grupos en riesgo y apoye la investigación y la innovación que conduzcan al desarrollo de nuevas herramientas. Con este fin, debería ser prioritaria la reposición del Fondo Mundial de Lucha contra el SIDA, la Tuberculosis y la Malaria.

Este año el lema de la campaña del Día Mundial de la Malaria es «Invertir en el futuro. Vencer la malaria». Controlar la malaria no solo sirve para mejorar la salud humana: potencia también el bienestar social y el desarrollo económico. Insto a la comunidad mundial de la salud, incluidos los dirigentes políticos en países donde este mal es endémico, a mantener su compromiso con el acceso universal a las intervenciones contra la malaria y a poner fin al sufrimiento innecesario que causa esta enfermedad que se puede prevenir y tratar.