Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Mundial de la Alimentación
16 de octubre de 2013
Todos los días, más de 840 millones de personas pasan hambre en un mundo de abundancia. Este hecho en sí mismo debería generar indignación moral y la adopción de medidas concertadas.
Sin embargo, el desafío es mucho mayor. Dos mil millones de personas padecen el «hambre oculta» de la malnutrición. La nutrición deficiente también significa que alrededor de 1.400 millones de personas tienen sobrepeso, y que alrededor de un tercio son obesas y corren el riesgo de sufrir enfermedades coronarias, diabetes u otros problemas de salud.
La clave para lograr una mejor nutrición, y, en definitiva, para asegurar el derecho de cada persona a la alimentación, radica en mejores sistemas alimentarios —enfoques, políticas e inversiones más inteligentes, que tengan en cuenta el medio ambiente, las personas, las instituciones y los procesos mediante los cuales se producen, procesan y acercan a los consumidores los productos agrícolas de un modo sostenible.
Me complace que muchos países del mundo se hayan sumado a nuestro desafío Hambre Cero y hayan prometido trabajar juntos para lograr sistemas alimentarios sostenibles.
Juntos, podemos ayudar a asegurar que todos tengan, todos los días, la cantidad necesaria de alimentos nutritivos. En este Día Mundial de la Alimentación, propongámonos erradicar el hambre en nuestras vidas, para todos.
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