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Secretario General Ban Ki-Moon

Mensaje del Secretario General con motivo del Día Mundial de la Alimentación

16 de octubre de 2012

La situación alimentaria mundial sigue siendo motivo de gran preocupación. Millones de pequeños productores de alimentos, muchos de ellos mujeres, están luchando por hacer frente a las perturbaciones económicas y climáticas y a los precios altos y volátiles de los alimentos. Las cifras recientemente publicadas por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola y el Programa Mundial de Alimentos sitúan a día de hoy el número de personas que sufren hambre en todo el mundo en cerca de 870 millones, algo inaceptable en un mundo de abundancia, un mundo en el que, si los alimentos se distribuyeran adecuadamente, todas las personas tendrían suficiente para comer.

El tema del Día Mundial de la Alimentación de este año, «Las cooperativas agrícolas alimentan al mundo», se inspira en la celebración del Año Internacional de las Cooperativas (2012). Las cooperativas agrícolas desempeñan una función crucial en la mejora de la seguridad de los alimentos y la nutrición. Son propiedad de sus miembros y pueden generar empleo, aliviar la pobreza y empoderar a los pobres y a los grupos marginados de las zonas rurales, especialmente a las mujeres, para que puedan tomar las riendas de sus propios destinos. Como empresas con una conciencia social, las cooperativas también han demostrado ser un vehículo eficaz para la inclusión social al promover la igualdad entre los géneros y alentar la participación de los jóvenes en la agricultura.

La orientación colectiva que inspira el movimiento cooperativista también será clave para cumplir el objetivo del Programa Hambre Cero, que puse en marcha en junio en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible Río+20. El Programa Hambre Cero encarna nuestra visión para un mundo libre del hambre, en que todos los sistemas alimentarios sean sostenibles y todas las personas gocen de su derecho a la alimentación. Los amplios conocimientos prácticos de las cooperativas agrícolas serán inestimables para lograr uno de los principales objetivos de la iniciativa: duplicar los ingresos y la productividad de los pequeños agricultores. También necesitaremos contar con una amplia participación para poner fin al retraso en el crecimiento de los niños y eliminar el desperdicio de alimentos, otros dos pilares del Programa Hambre Cero.

En el Día Mundial de la Alimentación, insto a todos los asociados a que se sumen al Programa Hambre Cero. Trabajando juntos, podemos acabar con el hambre en nuestro tiempo.