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Declaración ante el Consejo de Seguridad Sobre Haiti

6 de abril de 2011

Excelentísimo Señor Presidente Santos de Colombia,
Excelentísimo Señor Presidente Préval, de Haití,
Excelentísimo Señor Presidente Clinton, Enviado Especial de las Naciones Unidas para Haití,
Distinguidos Ministros,
Excelencias,
Señoras y Señores,


Ante todo, deseo dar las gracias al Presidente de Colombia, Sr. Santos Calderón, por haber convocado este debate de alto nivel durante la Presidencia de su país del Consejo de Seguridad.

En momentos en que el mundo atraviesa numerosas crisis, es importante que reiteremos nuestro compromiso colectivo con Haití.

Agradezco sobre todo al Grupo de Amigos de Haití y a los países que aportan contingentes y fuerzas de policía su inquebrantable apoyo.

Deseo también expresar mi profundo agradecimiento a mi Representante Especial, Sr. Edmond Mulet, por su liderazgo y abnegación, así como al Enviado Especial de las Naciones Unidas, el Presidente Clinton, por sus contribuciones a la reconstrucción de Haití y su defensa inspiradora en interés del país.

Excelencias,

Nos reunimos en momentos en que los haitianos y sus asociados internacionales intentan consolidar los progresos alcanzados tras las elecciones presidenciales y legislativas celebradas el mes pasado.

Todos nos sentimos muy alentados porque la segunda ronda de votación fue pacífica.

Felicito al pueblo de Haití por ese importante paso hacia la consolidación de la democracia.

Ese logro se basa en los progresos que Haití ha alcanzado, con el apoyo de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, en materia de seguridad, respeto de las libertades fundamentales y fin de los actos de violencia patrocinados por el Estado que se perpetraron con impunidad durante tanto tiempo.

Hoy la prensa haitiana goza de mayor libertad que en cualquier otro momento en la historia del país. Los tugurios urbanos ya no están controlados por bandas delictivas. La Policía Nacional se ha convertido en una institución capaz y en la que se confía.

Elogio al Presidente Préval y a su Gobierno por el papel que han desempeñado en esos logros. Como el Presidente Préval dejará la Presidencia el mes próximo, aprovecho esta oportunidad para expresarle mi más profundo agradecimiento por su liderazgo y la valiosa contribución que ha hecho a la reconstrucción de su país después de tantos retos difíciles, incluido el terremoto ocurrido el año pasado. Insto al próximo Gobierno de Haití a que aproveche ese legado de tolerancia política y respeto de los derechos humanos.

Excelencias, distinguidos miembros del Consejo,

La recuperación y la reconstrucción van cobrando impulso poco a poco. Se ha eliminado más del 20% del total de aproximadamente 10 millones de metros cúbicos de escombros.

El número de personas afectadas por el terremoto que vive en campamentos ha disminuido, de más de 1,5 millones en julio del año pasado a 680.000 hoy. Lamentablemente, parte de esa disminución no ha sido del todo voluntaria, y muchas de las personas que viven en campamentos corren el riesgo de ser desalojadas por la fuerza.

La epidemia de cólera parece haberse estabilizado. Ha disminuido el número de nuevos casos, y la tasa de mortalidad a nivel nacional se mantiene en el 1,8%. Sin embargo, sólo inversiones a gran escala en el sistema de agua y saneamiento de Haití lo protegerán de otro brote y, con la partida de algunos organismos humanitarios de los centros de tratamiento del cólera y campamentos se corre el riesgo de que la prestación de servicios sea escasa.

El llamamiento relacionado con el cólera recibió una financiación del 45%, pero el llamamiento general para Haití ha recibido tan sólo el 10% de la financiación solicitada. Se necesita con carácter urgente más apoyo financiero. La estrecha coordinación entre los organismos de las Naciones Unidas, la Comisión Provisional para la Recuperación de Haití y el nuevo Gobierno también será fundamental.

Excelencias, Damas y caballeros,

Si bien efectivamente se han alcanzado importantes progresos, Haití sigue enfrentando retos difíciles.

La economía del país se halla en una situación de total deterioro. Las instituciones públicas apenas pueden brindar servicios fundamentales. Millones de haitianos siguen dependiendo de la asistencia de organizaciones no gubernamentales para satisfacer sus necesidades más básicas. Muchas mujeres y niñas viven con el miedo de la violencia sexual.

Sin el estado de derecho, la paz y la prosperidad duraderas serán difíciles de alcanzar.

El sistema judicial de Haití casi no funciona. En sus cárceles hay un peligroso hacinamiento. Los registros de propiedad no son fiables o no existen. Los gastos públicos a menudo carecen de transparencia.

Por lo tanto, los ciudadanos han perdido la confianza en el Estado y los inversores siguen reacios a hacer negocios en Haití.

La reforma del estado de derecho debe ser una de las mayores prioridades para el nuevo Presidente de Haití.

Sr. Presidente, Excelencias, Damas y caballeros,

El pueblo de Haití espera que el nuevo Gobierno y el Parlamento cumplan. Como prueba de su compromiso con el cambio, el Parlamento entrante debe completar el proceso de enmienda de la Constitución antes de que el próximo Presidente asuma el poder.

La comunidad internacional debe también aprovechar esa oportunidad para comenzar de nuevo. La asistencia debe potenciar a los agentes e instituciones haitianos, no prolongar su dependencia.

Las Naciones Unidas seguirán respaldando al Gobierno de Haití y su pueblo en la noble y necesaria labor de crear un futuro más justo y próspero.

Muchas gracias, Señor Presidente.