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Mensaje del Secretario General sobre el Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur

19 de diciembre de 2010

En el Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, resaltamos la valiosa contribución de los países en desarrollo a nuestros avances colectivos, y alentamos la colaboración entre ellos para lograr nuevos avances en la lucha contra el hambre, la pobreza y otros problemas mundiales.

En el decenio trascurrido desde que se enunciaron por primera vez los Objetivos de Desarrollo del Milenio, muchos países han hecho progresos apreciables en el aumento de la matriculación escolar, la reducción de la mortalidad infantil, el mejoramiento del acceso al agua apta para el consumo y el fortalecimiento de su respuesta ante el paludismo, el SIDA y otras enfermedades.

Sin embargo, todavía 1.750 millones de personas en 104 países siguen sin poder satisfacer algunas de sus necesidades básicas, de conformidad con el índice multidimensional de pobreza, presentado a comienzos de este año por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. El número de personas desnutridas en el mundo sigue siendo inaceptablemente elevado y asciende a casi 1.000 millones inclusive a más de uno de cada cuatro niños menores de cinco años en los países en desarrollo. Los efectos del cambio climático, las crisis humanitarias y los conflictos armados sólo empeoran la difícil situación de las personas más pobres y más vulnerables del mundo.

La cooperación Sur-Sur es un componente vital de la respuesta del mundo. Los países en desarrollo que mancomunan sus conocimientos, intercambian ideas y coordinan planes pueden obtener mayores beneficios que los que jamás podrán por separado. La Exposición Mundial sobre el Desarrollo Sur-Sur, celebrada recientemente en Ginebra, mostró el dinamismo y las sinergias que tal cooperación puede generar, en particular en lo que respecta al trabajo decente, la seguridad alimentaria, el cambio climático, la salud y la educación.

En este Día de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, propongámonos ampliar nuestras redes de solidaridad, a medida que nos acercamos a la fecha fijada para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de 2015 y trabajamos con una perspectiva a más largo plazo para construir un mundo más pacífico, próspero y equitativo para todos.