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Mensaje del Secretario General en el Día de África

25 de mayo de 2010

El Día de África, en que se conmemora la fundación en 1963 de la Organización de la Unidad Africana, en la actualidad conocida como Unión Africana, nos ofrece una oportunidad cada año para reflexionar sobre los logros alcanzados por los gobiernos y los pueblos de África y sobre los retos que aún deben superar. Este año la celebración tiene un significado especial porque coincide con el 50º aniversario de la independencia de varios Estados francófonos de África y de Nigeria, el país más poblado de todo el continente.

A raíz del movimiento independentista que se propagó rápidamente por toda África hace cincuenta años se incorporaron muchos nuevos miembros a las Naciones Unidas, lo que a su vez hizo que se prestara una mayor atención a las necesidades de ese continente en materia de desarrollo y se pusiera más énfasis en la democratización de las relaciones internacionales. África ha contribuido a reconfigurar la agenda mundial recordando constantemente a la comunidad internacional su responsabilidad hacia los más vulnerables y afirmando que todos somos miembros de una gran familia mundial de naciones.

Por su parte, las entidades de las Naciones Unidas han desempeñado un papel esencial al promulgar entre las diversas naciones de África los valores fundamentales consagrados en la Carta de las Naciones Unidas y la Declaración Universal de Derechos Humanos. Las Naciones Unidas se han convertido en el socio indispensable en esferas como la paz y la seguridad, el desarrollo social y económico y la integración regional.

Nuestra amplia presencia sobre el terreno en África incluye actividades de mantenimiento de la paz, consolidación de la paz y prevención de conflictos, y la cooperación entre las Naciones Unidas y la Comisión de la Unión Africana es cada vez mayor, como queda de manifiesto en el diálogo frecuente que mantienen el Consejo de Seguridad y el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana. Prácticamente todas las entidades de las Naciones Unidas colaboran estrechamente con sus asociados africanos para hacer frente a los conflictos internos, los intentos de usurpación del poder al margen del orden constitucional, la violencia contra los civiles, en particular contra las mujeres, los problemas derivados del desempleo juvenil, y las dificultades creadas por las enfermedades, el cambio climático y la inseguridad alimentaria. La cumbre sobre los Objetivos de Desarrollo del Milenio, que se celebrará en septiembre, será una ocasión más para cumplir nuestros compromisos con África y ofrecer nuestro apoyo a los esfuerzos desplegados por el continente para aplicar la Nueva Alianza para el Desarrollo de África (NEPAD).

África está decidida a aprovechar todo su potencial. En este Día de África, les invito a que renovemos nuestro compromiso de forjar alianzas fructíferas en pro de la paz y el progreso sostenible para todos los habitantes del continente.