logo

Mensaje del Secretario General en el Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información

17 de mayo de 2009

El Día Mundial de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información conmemora la fundación de la Unión Internacional de Telecomunicaciones el 17 de mayo de 1865, y su papel en conectar al mundo.

En las últimas dos décadas, Internet se ha transformado en un recurso mundial sin igual que abarca los ámbitos del conocimiento y el entretenimiento. Es un medio de comunicación que sigue expandiéndose y que cuenta hoy en día con más de 600 millones de usuarios en Asia, 130 millones en América Latina y el Caribe y 50 millones en África. Está en la base de nuestras sociedades cada vez más interconectadas, dirigiendo las economías del mundo, fomentando el comercio y promoviendo el mejoramiento del cuidado de la salud, la producción de alimentos y la educación. En vista de estos enormes avances, la protección de los sistemas y las infraestructuras vitales de Internet contra los delincuentes cibernéticos ha adquirido gran importancia.

El tema de la conmemoración de este año es "La protección de los niños en el ciberespacio". Los niños y los jóvenes están entre los usuarios más prolíficos de Internet y de los dispositivos móviles. Cuando navegan en el ciberespacio buscando información y entretenimiento y construyendo redes sociales, se convierten en uno de los grupos más vulnerables a la explotación. Sin salvaguardias, sus preciosas vidas están seriamente expuestas al peligro de los delincuentes cibernéticos y los pedófilos que se aprovechan de los blancos fáciles.

La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño reconoce su derecho a la educación y al acceso a la información, así como su derecho al juego y a las actividades recreativas. La Convención también otorga a los niños protección contra todas las formas de explotación o inducción a participar en actividades ilícitas. Es nuestro deber asegurar que las disposiciones de la Convención se apliquen rigurosamente, de modo que los niños puedan acceder a Internet y a otros recursos en línea sin temor a ser víctimas de depredadores inescrupulosos.

El mundo virtual ofrece posibilidades fascinantes para hacer crecer a los niños y ayudarlos a convertirse en adultos creativos y útiles. Pero debemos protegerlos de las trampas que puedan dejar una cicatriz permanente en sus vidas. Insto a los encargados de formular políticas y a los líderes de la industria a encontrar los caminos para convertir al mundo virtual, que evoluciona tan vertiginosamente, en un sitio seguro para todos.