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Mensaje del Secretario General con ocasión del día internacional de
conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto

27 de enero de 2009

Recordamos hoy a los millones de víctimas de los nazis -cerca de un tercio de la población judía y miembros de otras incontables minorías- que padecieron actos atroces de discriminación, privación, crueldad y muerte.

Las nuevas iniciativas relacionadas con la recordación del Holocausto y la educación al respecto nos aportan motivos fundados para la esperanza. Esa esperanza es el tema de la conmemoración de este año.

Pero podemos y debemos esforzarnos más si queremos que esa esperanza se haga realidad.

Debemos seguir analizando por qué el mundo no logró prevenir el Holocausto y otras atrocidades que se han cometido desde entonces. De ese modo, estaremos mejor preparados para derrotar al antisemitismo y otras formas de intolerancia.

Debemos seguir enseñando a nuestros hijos las lecciones de los capítulos más sombríos de la historia. Ello les ayudará a hacer las cosas mejor que sus mayores al construir un mundo donde podamos convivir en paz.

Debemos combatir la negación del Holocausto y denunciar abiertamente el fanatismo y el odio.

Y debemos respetar las normas y las leyes que han instituido las Naciones Unidas para proteger a las personas y luchar contra la impunidad del genocidio, los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad.

Nuestro mundo sigue asediado por la violencia implacable, el absoluto desprecio a los derechos humanos y la agresión a las personas por el mero hecho de ser quienes son.

En este cuarto Día Internacional de Conmemoración, recordemos a las víctimas del Holocausto reafirmando nuestra fe en la dignidad y la igualdad de derechos de todos los miembros de la familia humana. Y comprometámonos a trabajar unidos para que nuestra esperanza de hoy se convierta en un futuro mejor el día de mañana.

Muchas gracias.