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Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Internacional de las Cooperativas

4 de julio de 2009

Las primeras cooperativas fueron constituidas hace más de doscientos años, cuando los agricultores y comerciantes de las zonas rurales decidieron unir sus recursos y ayudarse mutuamente para superar las dificultades de acceso a los mercados. Más adelante surgieron las cooperativas minoristas para ayudar a las familias pobres a evitar la trampa del endeudamiento y facilitarles el acceso a bienes y servicios de mejor calidad. Las cooperativas han evolucionado desde entonces en muchos sectores, desde las manufacturas hasta los servicios financieros, impulsadas por el deseo de hallar formas más equitativas de trabajo e intercambio.

En un difícil momento de la economía mundial, estos hechos deben darse a conocer más ampliamente. El tema elegido este año para la observancia del Día Internacional de las Cooperativas -"Impulsar la recuperación mundial por medio de las cooperativas"- pone de relieve la importancia de la actividad cooperativa. Las cooperativas pueden fortalecer la resistencia de los grupos vulnerables, ayudar a crear mercados más justos para los pequeños agricultores y facilitar a los pequeños empresarios el acceso a los servicios financieros. También pueden generar posibilidades de empleo y contribuir a mejorar las condiciones laborales.

El modelo económico de las cooperativas no se funda en la caridad sino en la autoayuda y la reciprocidad. En los países golpeados por la crisis financiera, los bancos cooperativos y las cajas de crédito ampliaron los préstamos cuando otras instituciones financieras tuvieron que recortarlos, y con ello aliviaron el impacto de la congelación del crédito en los más vulnerables. Esto demuestra la importancia de los modelos comerciales alternativos viables y de la diversidad institucional para la resistencia del sistema financiero.

Las cooperativas merecen un mayor respaldo. Insto a los gobiernos a que adopten políticas que propicien el establecimiento y desarrollo de las cooperativas. Los consumidores también pueden contribuir a ello, comprando alimentos producidos por cooperativas de pequeños productores y vendidos en mercados justos.

Ante la crisis económica actual, las comunidades de todas las regiones están descubriendo nuevamente la necesidad crítica de trabajar por el bien común. En este Día Internacional, aliento a los gobiernos y a la sociedad civil en todo el mundo a reconocer la eficacia de las cooperativas y a colaborar con ellas como asociadas de importancia vital para impulsar la recuperación mundial y alcanzar los objetivos de desarrollo internacionalmente convenidos.