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Secretario General

Mensaje con motivo del Día Internacional de solidaridad con los miembros del personal detenidos o desaparecidos

Nueva York, 25 de marzo de 2008

Cada día, en todo el mundo, multitud de mujeres y hombres valerosos arriesgan sus vidas en aras del bien público internacional. Entre ellos se cuentan los funcionarios y el personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, así como nuestros colegas en la comunidad de las organizaciones no gubernamentales y nuestros amigos de la prensa. El Día Internacional de solidaridad con los miembros del personal detenidos o desaparecidos es una ocasión para rendirles homenaje, crear mayor conciencia en la opinión pública y redoblar nuestros esfuerzos a fin de reducir los importantes riesgos y amenazas a que se enfrentan.

También hoy se cumplen 23 años desde que Alec Collet fue sacado por la fuerza de su automóvil y secuestrado por terroristas en Beirut. Alec Collet trabajaba para el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina. Su caso aún no se ha resuelto.

Desde entonces, muchos otros de nuestros colegas han sufrido detenciones injustas, cuando no han sido víctimas de secuestros. A día de hoy, más de 40 funcionarios de las Naciones Unidas permanecen arrestados, detenidos o en paradero desconocido. La mayoría de ellos son funcionarios nacionales cuya tragedia no debemos olvidar.

Aunque es cierto que siempre nos ha acompañado el riesgo de violencia, hostilidad y actos delictivos, a ello hay que añadir la amenaza cada vez mayor del terrorismo internacional. Los peligros son aún mayores en un momento en que las Naciones Unidas están llamadas a hacer cada vez más en un creciente número de entornos de alto riesgo. Debemos hacer frente a este reto y redoblar los esfuerzos para proteger a nuestro personal.

El atentado del 11 de diciembre de 2007 contra las oficinas de las Naciones Unidas en Argel, en el que murieron 17 funcionarios de las Naciones Unidas y resultaron heridos otros 40, trajo a nuestra propia casa esa sombría realidad.

Estoy firmemente decidido a dar la máxima prioridad a la seguridad de nuestro personal. Por ello, he creado el Grupo Independiente sobre la seguridad del personal y los locales de las Naciones Unidas en todo el mundo, dirigido por Lakhdar Brahimi, para realizar un examen en profundidad de nuestras medidas de seguridad a escala mundial. Nuestras gestiones, más que concluir, se intensificarán una vez que el Grupo termine su informe.

No escatimaré esfuerzos para asegurar una eficaz cooperación al más alto nivel. Aprovecharé cualquier ocasión para instar a los Estados Miembros a que cumplan su responsabilidad de garantizar la seguridad de nuestro personal destacado en sus países. Por encima de todo, me afanaré para que no falten la voluntad y la determinación que todo ello requiere.

Y trabajaré para garantizar que los países anfitriones de nuestras operaciones de mantenimiento de la paz cumplan sus obligaciones. Cada vez más, hay países que entorpecen la aplicación de los mandatos de las Naciones Unidas, entre otras cosas oponiéndose a medidas necesarias de seguridad y de otro tipo -todo ello so capa del "consentimiento del país anfitrión"-, aunque eso suponga infringir abiertamente los acuerdos sobre el estatuto de las fuerzas. Algunos elevan el riesgo de seguridad para nuestro personal mediante polémicas que perjudican a las Naciones Unidas, o incluso cometen abusos contra el personal de las Naciones Unidas.

Confío en que el Consejo de Seguridad y cada uno de sus miembros pongan de su parte para que los países anfitriones se sigan identificando con esta empresa, convenciéndolos de que cooperen y asuman la parte de la carga que les corresponde.

Y confío en que los Estados Miembros garanticen que quienes cometan delitos contra las Naciones Unidas sean entregados a la justicia. Hoy, 82 países son parte en la Convención sobre la Seguridad del Personal de las Naciones Unidas y el Personal Asociado, y otros 43 la han firmado. Insto a los demás Estados Miembros a que hagan suyo este componente esencial de la estructura de protección, que también incluye el Protocolo Facultativo de la Convención que figura como anexo de la resolución 60/42 de 5 de diciembre de 2005, así como los Convenios de Ginebra, el Estatuto de la Corte Penal Internacional y otros instrumentos.

En este día de conmemoración, agradezco al Comité sobre la seguridad y la independencia de la administración pública internacional del Sindicato del Personal de las Naciones Unidas su permanente contribución al empeño de concienciar a la opinión pública. Trabajemos juntos para brindar a nuestro personal la protección que necesita mientras desempeña su labor vital en todo el mundo.