logo

Mensaje del Secretario General

en el Día Internacional de Solidaridad con el Pueblo Palestino

29 de noviembre de 2008

Durante más de 60 años, los palestinos se han visto privados de sus derechos inalienables, incluido el derecho a la libre determinación y a establecer un Estado. Los israelíes viven con una constante sensación de inseguridad. Sólo existe una forma de reconocer esos derechos legítimos y esos temores fundados: un acuerdo de paz que ponga fin a la ocupación, acabe con el conflicto y facilite la creación de un Estado de Palestina que conviva en paz con el Estado de Israel.

Hace un año, los líderes israelíes y palestinos reiniciaron las negociaciones bilaterales en Annapolis y acordaron intentar convenir un tratado de paz antes de finales de 2008. Lamentablemente, no parece probable que vaya a alcanzarse ese objetivo. Sin embargo, las partes han logrado establecer la confianza y un marco inexistentes hace tan sólo dos años, logro que no se debe menospreciar. Encomio el compromiso asumido este mes en Sharm el-Sheikh de continuar las negociaciones entrado el próximo año y buscar una solución plena y definitiva al conflicto por el Presidente Abbas y la Ministra de Relaciones Exteriores Livni. En ese proceso se deben resolver las cuestiones relativas al estatuto permanente, a saber, Jerusalén, los asentamientos, las fronteras, los refugiados, la seguridad y los recursos hídricos.

Mi principal preocupación en el futuro inmediato es la situación sobre el terreno. Exhorto encarecidamente a Israel a que cese las actividades relativas a los asentamientos, retire los puestos avanzados, abra las instituciones palestinas en Jerusalén Oriental y se abstenga de adoptar medidas unilaterales en Jerusalén, como derribos y desalojos, que alteran el statu quo. Reconozco los problemas a que se enfrenta Israel en materia de seguridad; no obstante, una mayor cooperación en ese ámbito debe propiciar una flexibilización del régimen de cierres en la Ribera Occidental a fin de aumentar la estabilidad y dar un impulso muy necesario a la economía palestina.

La situación en la Franja de Gaza sigue siendo un importante motivo de preocupación. Insto a que se adopten medidas inmediatas encaminadas a flexibilizar el cierre casi hermético de Gaza, que ocasiona una preocupante escasez de suministros básicos y menoscaba la dignidad humana. Asimismo, condeno sin reservas el lanzamiento de cohetes. A fin de avanzar en este proceso, las partes deben respetar la calma alcanzada gracias a la mediación de Egipto. Exhorto a Israel a que permita un abastecimiento previsible de suministros suficientes entre la población, garantice el acceso a los trabajadores de asistencia humanitaria y facilite la reanudación de proyectos de las Naciones Unidas. También exhorto a Hamas y a todas las facciones palestinas a que trabajen con urgencia para reunificar la Franja de Gaza y la Ribera Occidental en el marco de la legítima Autoridad Palestina.

En este último año, hemos sido testigos de muchas dificultades. No obstante, ha sido un período decisivo en que se han sentado las bases para la paz, y en el año 2009 esos preparativos han de dar fruto. Trabajemos todos de forma constructiva, incansable y coherente para lograr una solución justa, duradera, amplia y urgente a la cuestión de Palestina.