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El Secretario General

Declaración formulada por el Secretario General Ban Ki-moon en la Reunión de Alto Nivel del Consejo de Seguridad sobre la Paz y la Seguridad en África

       16 de abril de 2008



Es un gran honor para mí participar en esta importante reunión de alto nivel del Consejo de Seguridad.

Ante todo, pido disculpas por mi retraso debido a una reunión impostergable con el Jefe de Estado de la República de Corea, mi país de origen. Espero que el Consejo entienda la situación.

Es un honor sumarme a este Consejo y dar la bienvenida a las Naciones Unidas a los participantes en la sesión. Quiero rendir homenaje a Sudáfrica por haber convocado este debate sobre la paz y la seguridad en África, y por habernos brindado la oportunidad de debatir sobre la importante relación entre las Naciones Unidas y la Unión Africana.

Presidente Mbeki: Me complace en especial darle la bienvenida a las Naciones Unidas. Deseo felicitarlo por su compromiso personal de fortalecer nuestra alianza. También quisiera felicitar al Presidente de Tanzanía, Sr. Kikwete, por haber asumido la Presidencia de la Unión Africana. Espero con gran interés trabajar con él en los próximos meses.

En los 15 meses que llevo ejerciendo el cargo de Secretario General he dedicado más tiempo a cuestiones africanas que a las cuestiones relativas a cualquier otro continente, desde la paz y la seguridad hasta los objetivos de desarrollo del Milenio. Hasta ahora he visitado 11 países africanos y el viernes de esta semana emprenderé un viaje a otros cuatro.

Prevenir y resolver los conflictos por la vía pacífica debe ser uno de los principales aspectos del programa de trabajo que la Unión Africana y las Naciones Unidas compartimos. En este contexto, acojo con beneplácito el anuncio de un nuevo Gobierno en Kenya. Ahora que ya se han abordado las cuestiones inmediatas de distribución del poder, insto a todas las partes a que sigan comprometidas a resolver las causas a más largo plazo de los disturbios recientes.

Me preocupa profundamente la incertidumbre generada por el hecho de que se esté tardando tanto tiempo en divulgar los resultados de las elecciones en Zimbabwe. Si no se encuentra una solución transparente a este punto muerto, la situación podría seguir deteriorándose, con graves repercusiones para el pueblo de Zimbabwe. Las autoridades de Zimbabwe y los países de la región han insistido en que la región debe resolver estas cuestiones, y la comunidad internacional sigue observando y esperando medidas decididas. Podría ponerse en peligro la credibilidad del proceso democrático en África. Si se celebra una segunda ronda de elecciones, debe llevarse a cabo de manera justa y transparente, con observadores internacionales. Insto a los dirigentes de la Comunidad del África Meridional para el Desarrollo (SADC) a que prosigan con sus esfuerzos. Las Naciones Unidas están dispuestas a prestar asistencia en ese sentido.

Mientras tanto, debemos intensificar la labor para conseguir un progreso sumamente necesario para instaurar la paz y la estabilidad en Darfur y Somalia. La colaboración entre la Unión Africana y las Naciones Unidas será crucial en esos esfuerzos.

El Consejo ha escuchado al Secretario General Adjunto de Asuntos Políticos, Sr. Lynn Pascoe, presentar mis dos informes. Tal como se muestra en ellos, la relación entre las Naciones Unidas y la Unión Africana es sólida y amplia.

La Declaración sobre el mejoramiento de la cooperación entre las Naciones Unidas y la Unión Africana, que firmaron en 2006 el Presidente Konaré y mi predecesor, el Secretario General, Sr. Kofi Annan, proporciona a las Naciones Unidas un instrumento para ayudar a fomentar la capacidad de la Unión Africana. Ya hemos avanzado considerablemente para hacer realidad la visión en la que se basa dicha Declaración.

Tal como se prevé en el programa decenal de fomento de la capacidad, estamos adoptando medidas concretas para ayudar a desarrollar las estructuras africanas para la paz y la seguridad. Esta labor abarca una gran diversidad de actividades, desde los buenos oficios y la mediación sobre cuestiones fronterizas hasta la alerta temprana, la prevención de los conflictos y el fomento de la capacidad operacional.

Hemos creado un equipo especial encargado de ayudar a poner en marcha el concepto de una Fuerza Africana de Reserva, que se crearía partiendo de la labor valiente y precursora de las misiones de la Unión Africana en Burundi, Somalia y el Sudán. Actualmente el equipo del Departamento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz se ocupa de desarrollar la capacitación, la capacidad operacional y el asesoramiento técnico, en colaboración con la Comisión de la Unión Africana, las organizaciones subregionales y los donantes.

Ahora nuestras dos Organizaciones están mucho mejor preparadas para la tarea fundamental de la mediación, gracias a la creación de la secretaría del Grupo de Sabios de la Unión Africana y a la puesta en funcionamiento del equipo de reserva de expertos de las Naciones Unidas para la mediación. La cooperación que mantuvimos durante la crisis en Kenya es un ejemplo de que, si trabajamos conjuntamente, podemos conseguir más éxito.

En términos generales, deberíamos estar orgullosos del progreso que hemos logrado. No obstante, ante todo, debemos hacer acopio de energía para conseguir aún mucho más a medida que avancemos.

Me alegro de que se profundice la cooperación entre este Consejo y el Consejo de Paz y Seguridad de la Unión Africana. Acojo con agrado la reunión conjunta que celebrarán mañana los dos Consejos, la segunda de ese tipo y la primera que se celebra en la Sede de las Naciones Unidas.

Este debate también me da la oportunidad de rendir tributo al Presidente saliente de la Comisión de la Unión Africana, Excmo. Sr. Alpha Oumar Konaré: Presidente Konaré: Bajo su liderazgo, la Unión Africana ha transformado su relación con el resto del mundo. Espero con interés la oportunidad de trabajar en estrecha colaboración con su sucesor, el Sr. Jean Ping.

A medida que consolidamos la alianza entre nuestras instituciones, no escatimaré esfuerzos para que sea complementaria y eficaz e inclusiva. En los dos informes (S/2008/18, S/2008/186) que el Consejo examinará hoy he planteado varias propuestas concretas para que sean examinadas. Estoy decidido a intensificar la cooperación con todas las organizaciones regionales para crear en el futuro mecanismos efectivos para la prevención y la resolución de conflictos, así como un sistema predecible, interrelacionado y fiable para el mantenimiento de la paz mundial al amparo de la Carta de las Naciones Unidas. Estoy seguro de que la sesión del Consejo de hoy contribuirá a ese objetivo.