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Secretario General

Mensaje en ocasión del Día Internacional de la Diversidad Biológica

22 de mayo de 2008

Este día nos recuerda la importancia de la biodiversidad de la tierra y es un llamado de atención ante las pérdidas devastadoras que experimentamos a medida que se extinguen especies irreemplazables a un ritmo sin precedentes.

La agricultura debe considerarse el punto de partida de todo intento de hacer frente a este problema. La situación actual de los cultivos y el ganado domesticado refleja la acción del ser humano. Las noticias no son buenas. Alrededor de la quinta parte de las razas de animales domésticos corren el riesgo de extinguirse y, en promedio, van desapareciendo a razón de una por mes. La mayor parte de los alimentos que consumimos a diario procede de apenas el 30% de las 7.000 especies de plantas domesticadas en los más de 10.000 años de historia de la agricultura. Hacer depender la subsistencia de tan pocas especies es una estrategia condenada al fracaso.

El cambio climático complica el panorama. Las fluctuaciones en la temperatura y las precipitaciones están haciendo estragos en los cultivos. Los expertos sostienen que estos factores podrían costar al África meridional hasta el 30% de su producción de maíz para el año 2030. La mejor protección contra estos cambios es una diversidad de cultivos y ganado.

La ganadería, que produce más emisiones de gases de invernadero que el transporte, es de por sí uno de los principales culpables del cambio climático. Esta industria amenaza directamente la biodiversidad. La ganadería consume cerca de una quinta parte de la biomasa terrestre, y se le dedican tierras que en su momento fueron el hábitat de la fauna y flora silvestres y que podrían ofrecer una importante protección contra los efectos del cambio climático.

En un mundo en que se proyecta que la población aumentará en un 50% para el año 2050, estas tendencias pueden llevar a una situación de hambre y malnutrición generalizadas, creando condiciones para la multiplicación de la pobreza, las enfermedades e incluso los conflictos.

La preservación de la preciosa biodiversidad del mundo en que vivimos es esencial para el desarrollo y la seguridad. Para mantener el equilibrio ecológico básico del planeta no sólo hay que proteger el ganado y los cultivos producidos en tierras agrícolas, sino también los muchos miles de plantas y animales de los bosques, océanos y otros ecosistemas.

Debemos unirnos en apoyo de los intentos de solución, como el Plan de acción mundial sobre los recursos zoogenéticos aprobado en septiembre último en una reunión que contó con el apoyo de las Naciones Unidas. Las partes en el Convenio sobre la Biodiversidad Biológica se reunirán en mayo y, con todos los demás asociados, procurarán redoblar los esfuerzos por reducir la pérdida de biodiversidad y lograr el objetivo mundial establecido para 2010.

Nos interesa a todos mantener ecosistemas funcionales, con diversidad de especies y recursos genéticos, que sustenten la vida en todas partes. Es demasiado tarde para revertir el daño que ha sufrido el planeta, pero nunca es demasiado pronto para empezar a preservar lo que nos queda. Que el Día Internacional de la Biodiversidad Biológica que hoy celebramos nos una en esa misión.