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Mensaje del Secretario General sobre el Día Mundial del Agua

       22 de marzo de 2007



Este año, la celebración del Día Mundial del Agua se centrará en la lucha contra su escasez.

La escasez de agua puede ser física, económica o institucional, y puede fluctuar en el tiempo y el espacio. Unos 700 millones de personas en 43 países sufren hoy escasez de agua, cifra que podría aumentar a más de 3.000 millones para 2025.

La situación del agua en el mundo sigue siendo precaria y la necesidad de adoptar un enfoque integrado y sostenible para la ordenación de los recursos hídricos es tan apremiante como siempre. Las reservas actuales de agua no pueden satisfacer la demanda como consecuencia del alto crecimiento de la población, pautas de consumo insostenibles, prácticas de ordenamiento deficientes, contaminación, inversión insuficiente en infraestructuras y utilización poco eficiente del agua.

Sin embargo, en el futuro se necesitará aún más agua para la agricultura, el suministro de agua potable y los servicios de saneamiento, el funcionamiento de las industrias, y el apoyo a las ciudades en expansión. Es probable que la brecha entre la oferta y la demanda aumente más todavía, lo que pondrá en peligro el desarrollo económico y social y la sostenibilidad ambiental. La ordenación integrada de los recursos hídricos será de importancia crucial para superar la escasez de agua, como también lo será la cooperación internacional, dado que muchos de los ríos y acuíferos del mundo son compartidos por varios países. Esa cooperación también puede promover la armonía en las relaciones transfronterizas en general.

Los objetivos de desarrollo del Milenio han contribuido a destacar la importancia del acceso al suministro de agua potable y unos servicios de saneamiento adecuados, lo que incuestionablemente separa a las personas que tienen vidas saludables y productivas de las que viven en la pobreza, que son las más vulnerables a las distintas enfermedades mortales. Aplicar el programa internacional del agua y del saneamiento es crucial para erradicar la pobreza y alcanzar los demás objetivos de desarrollo.

El camino que debemos seguir es claro: fortalecer la capacidad institucional y la gobernanza en todos los niveles, promover la transferencia de tecnología, movilizar más recursos financieros y mejorar la aplicación de las buenas prácticas y las enseñanzas adquiridas. En este Día Mundial del Agua, pido al sistema de las Naciones Unidas y a todos los interesados que forjen asociaciones más sólidas y adopten medidas más concertadas, no sólo este año, sino durante todo el Decenio Internacional para la Acción, "El agua, fuente de vida", 2005-2015.