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Mensaje del Secretario General en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres

25 de noviembre de 2007

La violencia contra las mujeres sigue siendo una de las formas más odiosas, sistemáticas y frecuentes de violación de los derechos humanos en el mundo. Es una amenaza para todas las mujeres y un obstáculo para todos nuestros esfuerzos de desarrollo, paz e igualdad entre hombres y mujeres en todas las sociedades.

Muchos países han hecho importantes progresos y han modificado leyes, políticas, prácticas y actitudes que en el pasado ayudaron a proteger con una trama de impunidad este despreciable delito. Sin embargo, queda mucho por hacer para eliminar el velo de tolerancia que aún muchas veces lo encubre.

Durante el año transcurrido nuestros esfuerzos han cobrado nueva urgencia. A raíz del estudio a fondo realizado por mi predecesor en 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó una histórica resolución encaminada a promover la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres. La familia de las Naciones Unidas está incrementando sus actividades a todos los niveles: desde nuevas iniciativas por las Comisiones Regionales hasta una mayor coordinación y programación en los distintos países. Se están tomando medidas para sensibilizar a la opinión pública y crear la voluntad política necesaria para aportar respuestas efectivas. Además, estamos trabajando en propuestas para ayudar a los Estados a evaluar el alcance, la prevalencia y la incidencia de la violencia contra las mujeres y responder en forma más efectiva.

A fin de aunar estos esfuerzos, he decidido lanzar una campaña de todo el sistema hasta 2015 para la eliminación de la violencia contra las mujeres. La campaña se centrará en tres objetivos: promover la causa en el plano mundial; conseguir que las Naciones Unidas asuman un papel rector dando el ejemplo; y establecer asociaciones más fuertes en los países y en las regiones para apoyar la labor de los gobiernos, la sociedad civil y otros actores. He propuesto a la Asamblea General que incluya todos los años en su programa un tema en cuyo contexto se examine la cuestión de la violencia contra las mujeres. Además, he pedido al Consejo de Seguridad que establezca un mecanismo dedicado a la vigilancia de la violencia contra las mujeres y las niñas, en el marco de la resolución 1535, relativa a las mujeres, la paz y la seguridad.

Tengo la convicción de que para alcanzar nuestro propósito podemos contar con el apoyo de las propuestas para fortalecer los mecanismos de las Naciones Unidas dedicados a la igualdad entre los géneros presentadas por el Grupo de Alto Nivel sobre la coherencia en todo el sistema de las Naciones Unidas. Considero que podríamos promover significativamente nuestra causa reemplazando varias estructuras actuales con una entidad dinámica de las Naciones Unidas. Ese nuevo órgano debe estar facultado para usar todos los recursos del sistema de las Naciones Unidas para empoderar a las mujeres y lograr la igualdad de género a nivel global. De este modo se movilizarían las fuerzas del cambio en todo el mundo y se obtendrían mejores resultados en los distintos países.

La violencia contra las mujeres es siempre una violación de los derechos humanos. Es siempre un delito. Es siempre inaceptable. Ocupémonos de esta cuestión con toda la seriedad que merece, no sólo en este Día Internacional, sino cada día.