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Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Internacional de la Paz

       Nueva York, 21 de septiembre de 2007



Estimados amigos:

La paz es una de las necesidades de mayor precio para la humanidad y la vocación primordial de las Naciones Unidas.

Es lo que define nuestra misión e inspira nuestro lenguaje. Es el elemento que aúna nuestras actividades en todo el mundo, desde las operaciones de mantenimiento de la paz a las tareas de diplomacia preventiva para promover los derechos humanos y el desarrollo.

Esa labor en pro de la paz es esencial, pero no es fácil. De hecho, en innumerables comunidades de todo el mundo la paz sigue siendo un objetivo difícil de alcanzar. Desde los campamentos de desplazados del Chad y Darfur a las calles de Bagdad, la búsqueda de la paz está plagada de reveses y sufrimientos.

El 21 de septiembre, Día Internacional de la Paz, es una ocasión para hacer balance de nuestras actividades encaminadas a promover la paz y el bienestar para todas las personas en el mundo entero.

Es una oportunidad para valorar nuestros logros y para reafirmar nuestra dedicación a todo el trabajo que queda por hacer.

Esta fecha también se ha designado como un día de cesación del fuego en todo el mundo: un respiro de veinticuatro horas del miedo y la inseguridad que atenazan a tantos lugares.

En este día, insto a todos los países y a todos los combatientes a que respeten esa cesación de las hostilidades, y pido a las personas de todo el mundo que guarden un minuto de silencio a las 12 del mediodía, hora local.

Una vez silenciadas las armas, deberíamos aprovechar esa oportunidad para reflexionar sobre el precio que pagamos todos a causa de los conflictos y comprometernos firmemente a trabajar con ahínco para que la pausa de hoy se convierta en permanente.

En este Día Internacional, les invito a que asumamos de la paz no sólo como una prioridad, sino como una pasión, a que nos comprometamos a hacer más, dondequiera que estemos y con los medios a nuestro alcance, para que todos los días sean días de paz.

Muchas gracias.