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Mensaje del Secretario General en ocasión de celebrarse por primera vez el Día Internacional de la No Violencia

       2 de octubre de 2007

Las Naciones Unidas fueron creadas con la esperanza de que la humanidad no sólo pudiera poner fin a las guerras, sino que también finalmente las hiciera innecesarias. Nuestros fundadores esperaban que la Organización contribuiría a terminar con la violencia propagando una cultura de paz, fomentando la tolerancia y promoviendo la dignidad humana.

Estos mismos ideales resumen el legado de Mahatma Gandhi, el aniversario de cuyo nacimiento celebramos hoy. Su lucha pacífica contra los regímenes injustos de Sudáfrica y la India inspiró al mundo. Y su incorporación de la no violencia en la vida cotidiana impulsó a innumerables personas a llevar una vida mejor, con verdadero sentido.

"La no violencia es mi primer artículo de fe y es también el último artículo de mi credo", respondió Mahatma Gandhi cuando fue acusado de agitar contra el Estado en 1922.

La inspiración de Mahatma Gandhi es ahora más necesaria que nunca. A todo nuestro alrededor vemos comunidades cada vez más sumidas en una creciente intolerancia y tensiones interculturales. Vemos ganar terreno a los dogmas extremistas y las ideologías violentas, mientras retroceden las fuerzas de la moderación.

Acabamos de ser testigos del empleo de fuerza letal contra manifestantes desarmados y no violentos que ejemplificaban exactamente el espíritu de las enseñanzas de Mahatma Gandhi.

Hoy en día es especialmente necesario hacer frente a estos fenómenos y promover una auténtica tolerancia y la no violencia en todos los niveles, desde el individual hasta el del Estado.

El Día Internacional de la No Violencia puede contribuir a impulsar este esfuerzo. Confiemos en que ayude a difundir el mensaje de no violencia de Mahatma Gandhi a un público cada vez mayor y acelere el advenimiento de una época en que cada día sea un día de no violencia.