El Secretario General
Mensaje con ocasión del Día Internacional de la Alfabetización
8 de septiembre de 2007
El tema del Día Internacional de la Alfabetización de este año -la salud y la alfabetización- subraya el papel fundamental de la alfabetización en la mejora de las condiciones de salud en todo el mundo.
Existen muchos vínculos muy importantes entre la alfabetización y la salud. Los conocimientos de lectura y escritura y el uso de esas habilidades son poderosos instrumentos que permiten a hombres y mujeres desarrollar las capacidades y la seguridad necesarias para mejorar su salud. Los niños criados por madres alfabetizadas tienen más posibilidades de crecer sanos y acceder a la educación. En consecuencia, la alfabetización beneficia la salud no sólo de los individuos, sino también la de las familias y de las comunidades en general.
Es posible fomentar la atención sanitaria y las oportunidades educativas al mismo tiempo. Por ejemplo, se ha demostrado que la atención pediátrica ha resultado útil para proporcionar orientación en materia de alfabetización y para ayudar a los padres a preparar a sus hijos para la escolarización. Los programas de alfabetización con una dimensión sanitaria pueden desempeñar una función esencial en la creación y el sostenimiento de un mundo más saludable, lo mismo que las iniciativas sanitarias con un componente de alfabetización.
Este año marca el punto intermedio del Decenio de las Naciones Unidas de la Alfabetización (2003-2012). Sin embargo, se calcula que actualmente hay 774 millones de adultos analfabetos y que las dos terceras partes de ellos son mujeres. Hay más de 72 millones de niños sin escolarizar. Estas cifras nos recuerdan cuánto queda por hacer para garantizar el cumplimiento de los derechos de las personas a la educación y la alfabetización.
Este año llegamos también a la mitad del camino en nuestro empeño por lograr los objetivos de desarrollo del Milenio para 2015. Uno de los objetivos es la educación primaria universal, el punto de partida de la alfabetización. El aumento de las tasas de alfabetización, por su parte, impulsaría nuestras iniciativas para mejorar la salud maternoinfantil, combatir el VIH/SIDA, la malaria y otras enfermedades y lograr el resto de los objetivos de desarrollo del Milenio. En general, la alfabetización sostiene el desarrollo. Contribuye a erradicar la pobreza extrema y trae consigo mayores oportunidades, al tiempo que favorece la igualdad entre los géneros y la sostenibilidad ambiental.
El desafío de lograr la alfabetización mundial sigue siendo extraordinario. Es un reto que nos atañe a todos: a los gobiernos, al sistema de las Naciones Unidas, a otras organizaciones internacionales, al sector privado, a la sociedad civil, a los grupos locales y a los particulares. Todos podemos contribuir. Todos podemos ser parte de la solución.
La alfabetización es un proceso de empoderamiento y es esencial para el desarrollo y la salud. En este Día Internacional de la Alfabetización, redoblemos nuestros esfuerzos para aumentar las tasas de alfabetización en el mundo, trabajando juntos para alcanzar nuestro objetivo final: la alfabetización para todos.