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Mensaje del Secretario General a la Conferencia Internacional de la Sociedad Civil patrocinada
por las Naciones Unidas en apoyo de la paz entre Israel y Palestina

Bruselas, 30 de agosto de 2007

Desearía ofrecer un cordial saludo a todos los participantes en la Conferencia Internacional de la Sociedad Civil patrocinada por las Naciones Unidas en apoyo de la paz entre Israel y Palestina. Esta reunión, organizada por el Comité para el ejercicio de los derechos inalienables del pueblo palestino, es reflejo del deseo profundo e imperecedero de los pueblos de todo el mundo de hallar una solución amplia, justa y duradera al conflicto israelo-palestino.

Hallar esa solución es también una de las prioridades más importantes de las Naciones Unidas. La ocupación continua del territorio palestino prolonga las penurias y la injusticia para millones de palestinos, sin lograr garantizar la seguridad de los civiles israelíes.

Me alienta observar los esfuerzos desplegados recientemente en los planos nacional e internacional para lograr que palestinos e israelíes reanuden las negociaciones. La Iniciativa Árabe de Paz, el nombramiento del Sr. Tony Blair representante del Cuarteto, la decisión del Presidente Bush de convocar una reunión sobre la paz en el Oriente Medio, tienen la posibilidad de resultar en un importante adelanto.

En medio de esa actividad, acojo con especial satisfacción la decisión del Primer Ministro Olmert y del Presidente Abbas de reunirse periódicamente para tratar una variedad de problemas. Espero que las dificultades internas a que se enfrenta cada uno de ellos no les hagan desistir de llevar adelante las discusiones sobre el horizonte político.

Por cierto, la actividad en el frente político no puede ocultar la desesperada situación sobre el terreno. La división insostenible de la Ribera Occidental y la Franja de Gaza tiene graves consecuencias humanitarias y políticas. Las condiciones en la Franja de Gaza se han vuelto especialmente graves; exigen la reapertura urgente de los cruces fronterizos para la entrega de bienes comerciales y humanitarios. Para aliviar esta crisis, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Cercano Oriente (UNRWA) y otros organismos de las Naciones Unidas están haciendo todo lo posible por prestar apoyo a las poblaciones afectadas. Sin embargo, sus esfuerzos no pueden compensar el efecto del cierre de los cruces.

Hoy día, aliento una vez más a las dos partes a demostrar una auténtica voluntad de alcanzar la paz mediante una solución negociada fundada en la existencia de dos Estados. Israel debería cesar las actividades de asentamiento, facilitar la circulación de los palestinos y aplicar el Acuerdo sobre desplazamiento y acceso. Los palestinos, por su parte, deben hacer todo lo posible por poner fin a la violencia de los grupos militantes y realizar avances en la creación de instituciones sólidas.

Las Naciones Unidas continuarán prestando apoyo a los esfuerzos internacionales que tienen por objeto poner fin a la ocupación, y lograr una solución fundada en la existencia de dos Estados. No es una empresa fácil, pero sería punto menos que imposible sin la participación activa y el apoyo de innumerables grupos de la sociedad civil y particulares en Israel, en el territorio palestino ocupado y en todo el mundo. Los actores de la sociedad civil están ayudando a tender puentes entre los pueblos israelí y palestino. Están fortaleciendo las instituciones y proporcionando asistencia humanitaria y de otra índole de suma importancia. En todos los aspectos de su labor, contribuyen al logro de una solución justa a este conflicto que dura ya decenas de años.

Si trabajamos juntos, podemos lograr nuestro objetivo: una solución amplia, justa y duradera basada en las resoluciones 242, 338, 1397 y 1515 del Consejo de Seguridad, y en el principio de territorio por paz.

Con ese espíritu, les ruego acepten mis mejores deseos de que la reunión sea fructífera.