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El Secretario General

Mensaje al Consejo de Derechos Humanos en su período extraordinario de sesiones sobre la situación de los derechos Humanos en Darfur

       12 de diciembre de 2006



Me complace que el Consejo celebre este período extraordinario de sesiones para ocuparse de una crisis que reclama toda la atención de la comunidad internacional. Sólo lamento no poder acompañarlos personalmente.

Desde hace más de tres años, la población de Darfur ha soportado una verdadera pesadilla. En las últimas semanas se han intensificado los combates y la situación de la población civil se ha hecho aún más grave. Las milicias armadas continúan atacando impunemente a los civiles indefensos, arrasando incontables aldeas y provocando el desplazamiento de miles de personas más, sólo en las últimas semanas. Un gran número de mujeres siguen siendo violadas y sometidas a otras formas de violencia. Cerca de 4 millones de personas necesitan asistencia humanitaria, incluidos 2 millones de desplazados internos, y las condiciones son tan graves que los encargados del socorro humanitario ya no pueden llegar a muchos de los grupos más vulnerables. Ahora la violencia se ha propagado a dos países vecinos.

Como ustedes saben, el Consejo de Seguridad y la Secretaría están haciendo todo lo posible por llegar a un acuerdo con el Gobierno del Sudán sobre el despliegue de una fuerza africana e internacional más numerosa, más efectiva y más robusta para proteger a la población civil. Al mismo tiempo se están realizando gestiones intensas, dirigidas por la Unión Africana y las Naciones Unidas, para hallar una solución política a la crisis. Sin embargo, las deliberaciones que tendrán ustedes hoy también revisten una importancia vital. Es esencial que este Consejo emita una declaración clara y solidaria para advertir a todos los interesados, en nombre de los pueblos de todo el mundo, que la situación actual es sencillamente inaceptable y que no se permitirá que continúe. La población de Darfur no puede esperar un sólo día más. Hay que poner fin a la violencia. Las matanzas y otras violaciones flagrantes de los derechos humanos deben cesar.

Hace ya más de dos años que el Alto Comisionado y mi Asesor Especial sobre la prevención del genocidio viajaron por primera vez a Darfur, y casi dos años desde que la Comisión Internacional de Investigación presentó su informe. Las conclusiones de la Comisión eran aterradoras. Lo que es aún más trágico y deplorable es que los crímenes que denunció entonces se siguen cometiendo hoy.

Les recomiendo que no pierdan tiempo enviando a un equipo de expertos independientes de prestigio mundial a investigar la última escalada de atropellos. Tenemos que adoptar medidas urgentes para impedir que continúen los actos de violencia, entre otras cosas, enjuiciando a los responsables de los numerosos crímenes ya cometidos.

Esto es lo mínimo que pueden hacer ustedes para mostrar al pueblo de Darfur que sus llamadas de socorro han sido oídas.