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Mensaje del Secretario General

con motivo del Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía


17 de junio de 2006

La desertificación -pérdida de la productividad biológica de las tierras de zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas- es una de las amenazas más graves contra la humanidad. Se trata de un problema mundial que afecta a la quinta parte de la población de más de 100 países y que tiene consecuencias transcendentales. En un terrible círculo vicioso, la desertificación es en parte consecuencia de la pobreza y la exacerba. Junto a otros problemas, la desertificación es causa de la migración forzosa desde zonas rurales empobrecidas a ciudades que no suelen estar en condiciones de acoger y emplear adecuadamente a los recién llegados. Si no se adoptan medidas y continúan las tendencias actuales, en 2020 unos 60 millones de personas podrían haber sido desplazadas de zonas desertificadas del África subsahariana al África septentrional y Europa y 135 millones de personas podrían correr el riesgo de desarraigo en todo el mundo.

Al mismo tiempo, es necesario proteger urgentemente los propios desiertos. Los desiertos son ecosistemas vitales donde han florecido algunas de las civilizaciones más antiguas y culturalmente ricas del mundo, a lo largo de miles de millas, desde la legendaria Media Luna Fértil de Mesopotamia hasta las regiones de la Ruta de la Seda y los ecosistemas áridos de América Latina. El tema de este año, "La belleza de los desiertos - el reto de la desertificación", celebra este patrimonio único pero frágil y señala a la atención la necesidad de protegerlo.

Esta celebración coincide con el Año Internacional de los Desiertos y la Desertificación y con el décimo aniversario de la entrada en vigor de la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, que desempeña una importante función en las iniciativas para erradicar la pobreza y lograr el desarrollo sostenible y los objetivos de desarrollo del Milenio. En este Día Mundial, comprometámonos a intensificar la aplicación de la Convención y a trabajar en favor de esfuerzos más concertados contra la degradación de tierras y la desertificación.