Mensaje del Secretario General en ocasión del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer


25 de noviembre de 2005

La violencia contra la mujer sigue siendo un problema generalizado en todo el mundo. Es la manifestación más cruel de la discriminación y la desigualdad que, tanto en el derecho como en la vida diaria, sigue padeciendo sistemáticamente la mujer a escala mundial. Ocurre en todas las regiones, los países y las culturas, y es independiente del ingreso, la clase, la raza o la etnia.

La violencia por motivos de género también perjudica a la sociedad en su conjunto. Por su causa, algunas mujeres no pueden participar en el empleo productivo y algunas niñas no pueden asistir a la escuela. Hace que las mujeres sean más propensas a mantener relaciones sexuales por la fuerza y sin protección, lo que desempeña un papel fundamental en la propagación del VIH/SIDA. Ocasiona un sufrimiento profundo y duradero a toda la familia, en particular a la próxima generación. Por todas estas razones, la campaña de este año "16 días de activismo contra la violencia basada en el género", que comienza hoy, será un instrumento para que los gobiernos, las entidades de las Naciones Unidas y los activistas de la sociedad civil pongan de relieve las consecuencias nocivas de la violencia contra la mujer en el bienestar mundial.

En la Cumbre Mundial celebrada en septiembre, los líderes se comprometieron a redoblar sus esfuerzos para eliminar todas las formas de violencia contra la mujer y la niña. Somos conscientes de que para ello debemos cambiar la idea, todavía demasiado generalizada y arraigada, de que la violencia contra la mujer es aceptable. Esto entraña tomar la iniciativa de demostrar, por ejemplo, que no puede haber tolerancia ni admitirse excusas en relación con la violencia contra la mujer y la niña. En este Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, reafirmemos nuestro compromiso con esta misión.