Mensaje del Secretario General con ocasión del Día Mundial de la Salud
 
(7 de abril de 2005)

Los niños son nuestro futuro, y sus madres son sus guardianes. Pese a ello, en el año en curso únicamente, más de medio millón de mujeres morirán durante el embarazo o en el parto. Casi 11 millones de niños morirán antes de que lleguen a la edad de cinco años -4 millones de ellos en los primeros meses de vida. Casi todas esas muertes, muchas de las cuales podrían evitarse, se producirán en los países en desarrollo.

Esta crisis de la salud, que se ha pasado por alto y sobre la cual no se ha informado suficientemente, constituye el centro de atención de The World Health Report 2005 - Make every mother and child count (Informe sobre la salud en el mundo 2005 - Que todas las madres y todos los niños cuenten). Y cuentan porque valoramos todas las vidas humanas. Y porque las madres y los niños saludables son los cimientos de comunidades y naciones saludables y prósperas.

Cuando se aprobaron los objetivos de desarrollo del Milenio hace cinco años, los gobiernos del mundo se comprometieron a reducir, para el año 2015, la mortalidad materna en tres cuartas partes y la mortalidad infantil en dos terceras partes. Si bien se ha alcanzado progreso en algunas regiones, se ha producido un estancamiento en otras. En algunos países, el progreso alcanzado se ha revertido.

El Día Mundial de la Salud brinda una oportunidad para poner de relieve el problema, pero, sobre todo, para estimular la acción. Es el momento de exhortar a todos los asociados -los gobiernos, los donantes internacionales, la sociedad civil, el sector privado, los medios de difusión, las familias y las personas por igual- a organizar actividades sostenibles en favor de la supervivencia, la salud y el bienestar de las madres y los niños. En este Día Mundial de la Salud, reafirmemos nuestra dedicación a esa misión.