Mensaje del Secretario General con ocasión del
Día Internacional para la Reducción de los Desastres NaturalesNueva York, 12 de octubre de 2005
Este último año, todos han tenido ocasión de recordar que ningún lugar del mundo está a salvo de los desastres naturales. Desde el terrible terremoto y el tsunami en el Océano Índico hasta la sequía y las plagas de langosta que arrasaron países de África, desde la devastación causada por los huracanes y ciclones en los Estados Unidos, el Caribe y el Pacífico hasta las grandes inundaciones en Europa y en Asia, los desastres naturales han causado la muerte de centenares de miles de personas y han dejado a millones sin medios de vida.
La lección que hemos de aprender se resume en el tema de este año del Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales: "Invertir en la prevención de los desastres". No podemos impedir las catástrofes naturales, pero sí podemos y debemos preparar mejor a las personas y las comunidades para hacerles frente. Los sectores de la población más vulnerables a la cólera de la naturaleza suelen ser los más pobres, lo que quiere decir que cuando reducimos la pobreza también reducimos la vulnerabilidad.
En este Año Internacional del Microcrédito hemos de reconocer que la microfinanciación puede contribuir mucho al empoderamiento de quienes gozan de un acceso nulo o limitado a las instituciones financieras tradicionales, lo que reduce los riesgos de desastre y mejora en la gestión de los desastres. Al diversificar los ingresos de las poblaciones expuestas a un alto riesgo y promover los seguros contra desastres, la microfinanciación puede fortalecer los mecanismos para hacer frente a los desastres antes de que éstos se produzcan y luego acelerar la recuperación.
Este es el tipo de planteamientos innovadores propugnados en el Marco de Acción de Hyogo para 2005-2015, aprobado por la Conferencia Mundial sobre la Reducción de los Desastres, que tuvo lugar en enero, y reafirmado en septiembre con ocasión de la Cumbre Mundial celebrada en la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York. En este Día Internacional, tras un año en el que todos debemos haber aprendido lecciones de gran calado, insto a los gobiernos a todos los niveles, las organizaciones internacionales, los grupos de la sociedad civil y sector privado a que apliquen este marco e inviertan en la reducción de la pobreza y la prevención de los desastres, para que las comunidades puedan resistir mejor a los desastres y así salvar vidas.