El Secretario General

Mensaje del Día Mundial de la Libertad de Prensa

3 de mayo de 2004

No hay duda de que la información es poder. Las personas que tienen acceso a medios de comunicación libres e independientes tienen más opciones a su alcance, además de la información que necesitan para aprovecharlas mejor. El Día Mundial de la Libertad de Prensa es una ocasión propicia para recordar la contribución del periodismo en la era de la información, sobre todo en la protección de los derechos humanos y la promoción del desarrollo.

Es también un día en que tenemos que recordar y rendir homenaje a los periodistas que han dado su vida en el cumplimiento del deber o cuya actividad profesional ha sido causa de que perdieran la libertad. El Comité de Protección de los Periodistas sigue registrando datos inquietantes sobre los peligros y la hostilidad a que hacen frente los periodistas. Treinta y seis han resultado muertos en 2003 y por lo menos otros 17 han perdido la vida en los primeros tres meses de 2004. Su muerte fue el resultado de los esfuerzos que hicieron por darnos a conocer la verdad, aportar información de primera mano sobre acontecimientos importantes y ofrecer una perspectiva de las tendencias de nuestra época, en síntesis, lo esencial del trabajo del periodismo cotidiano. Más aún: muchos de ellos fueron elegidos deliberadamente como blancos de la violencia por las noticias que difundían o por trabajar para organizaciones de noticias. Según el Comité de Protección de los Periodistas, otros 136 estaban en la cárcel a fines de 2003 solamente por haber desempeñado su misión profesional.

Los periodistas como grupo profesional han demostrado firmeza ante esos peligros. Sin embargo, las amenazas constantes a su integridad personal y profesional nos deben preocupar a todos los que dependemos de los medios de información como agentes de la libertad de expresión y como recurso -frecuentemente el único- para despertar la conciencia del mundo.

Las cuestiones y los hechos de que se pueden ocupar los periodistas no tienen por qué ser de impacto inmediato o traumáticos. Aunque la guerra en el Iraq ha concitado recientemente gran parte de la atención, tanto de la prensa como de los políticos, hay otras batallas que también merecen ser puestas de relieve, por ejemplo las que se libran contra la pobreza, la discriminación y las enfermedades. El año pasado, también con motivo del Día Mundial de la Libertad de Prensa, preguntaba por qué algunos temas y situaciones concentran las noticias, mientras que otros que parecen ser igualmente relevantes no tienen difusión. Esa pregunta sigue siendo pertinente hoy. Así como un Estado no tendría que derrumbarse para que la comunidad internacional actuara, tampoco hay que esperar a que determinadas situaciones se conviertan en grandes crisis para que los medios de información se ocupen de ellas. Incluso en la paz hay hechos importantes para dar a conocer, sobre cosas que influyen en la vida diaria de niños, mujeres y hombres en todo el mundo.

En el Día Mundial de la Libertad de Prensa, reafirmemos nuestro apoyo a la libertad y la independencia de los medios de información como requisito indispensable para la creación de un mundo mejor y más justo. Comprometámonos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para que los periodistas -los hombres y las mujeres que tienen la misión de ayudarnos a que nos comprendamos mejor a nosotros mismos y a que comprendamos mejor el mundo- puedan desempeñar su cometido vital con seguridad y libres del temor.