MENSAJE DEL SECRETARIO GENERAL DE LAS NACIONES UNIDASPOR EL DIA DE LOS DERECHOS HUMANOS
(10 de diciembre de 2002)Pocos períodos en la historia han generado una sensación tan grande de un cambio radical en las relaciones internacionales como la que estamos viviendo hoy -en la interacción entre Estados y, asimismo, entre la gente.
La globalización, el espectro del terrorismo internacional y el creciente reconocimiento de la universalidad de los derechos humanos, son parte de este cambio. Para hacer frente a él, necesitamos una visión que pueda ayudar a producir un nuevo equilibrio. Esa visión debe respetar los derechos humanos, confrontar la amenaza del terrorismo, y hacer uso de los recursos y la legitimidad de la cooperación multilateral. Esto nos pone frente a un desafío complejo, pero en el cual debemos guiarnos por un principio claro más allá de cualquier otro: el respeto por el estado de derecho internacional.
Uno de los legados más destacados del último siglo ha sido el desarrollo del derecho internacional -humanitario, para los refugiados, el derecho penal, y la legislación sobre derechos humanos- el cual, tomado en su conjunto, entendido adecuadamente e implementado en forma efectiva, sirve para proteger a las personas de la injusticia, del trato arbitrario, y de los asaltos a la seguridad fundamental.
Con frecuencia, estas leyes no son respetadas; a menudo, las leyes nacionales son alteradas para brindar un manto de legitimidad a las violaciones de los derechos humanos fundamentales o a las infracciones a las libertades civiles.
Sin embargo, la fuerza del estado de derecho radica en su relevancia universal y su aplicación -en el conocimiento de los derechos fundamentales de todas las personas. El estado de derecho vale igualmente para los fuertes y los débiles. Su aplicación es deber de todos los Estados, grandes y pequeños. Es la herramienta más efectiva para luchar contra la criminalidad y el terrorismo, y la mejor garantía de seguridad y libertad para todos nosotros.
En este Día de los Derechos Humanos, hago un llamado a todos los gobiernos, las comunidades y los individuos para que renueven su compromiso hacia la aplicación universal del estado de derecho. Asegurémonos que nunca vamos a dar por sentado este valioso legado. Alimentémoslo, desarrollémoslo, reforcémoslo, y defendámoslo. En esta fecha, comprometámonos nuevamente con esa misión.Kofi A. Annan
Traducción no oficial del Centro de Información de las Naciones Unidas para el Perú.
Lima, 27 de noviembre de 2002